Se crearían alrededor de 750.000 puestos de trabajo durante el bienio

En su último informe de ‘Situación España’, el servicio de estudios de BBVA ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento del PIB nacional hasta el 1,9% en 2019 (frente al 2,3% hace tres meses) y hasta el 1,6% en 2020 (frente al 1,9% anterior).

El cambio a la baja se explica por la revisión histórica de los datos de actividad realizada por el INE, por la tendencia negativa que muestran algunos componentes de la demanda y por el deterioro del contexto internacional. De cumplirse este escenario, se crearían alrededor de 750.000 puestos de trabajo durante el bienio y la tasa de paro se situaría en el entorno del 13,3% en el promedio del siguiente año.

Presentado por Jorge Sicilia, director de BBVA Research y economista jefe del Grupo BBVA, y Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico, el informe apunta a una ralentización de la demanda interna, explicada por la debilidad del gasto en consumo de las familias y derivada, en gran medida, de la “atonía” de la compra de bienes duraderos, que encadenan ya varios trimestres de caídas. Por lo que respecta a la inversión, también ha mostrado un avance “menos vigoroso” de lo previsto.

Incertidumbre elevada dentro y fuera de España

La incertidumbre sobre la política económica vuelve a aumentar, influenciada en gran medida por un entorno exterior volátil. En primer lugar, el documento apunta que parece que las tensiones arancelarias han tenido un impacto sobre el comercio mundial superior y “más prolongado en el tiempo del que se esperaba”. En segundo lugar, durante los últimos tres meses se han incrementado los riesgos a este respecto, dado el conflicto entre Estados Unidos y China, o como consecuencia del aumento en la probabilidad de una salida del Reino Unido de la UE sin acuerdo. “Esto ha traído ajustes significativos en los mercados financieros y en algunas economías más abiertas que, como la alemana, comienzan a mostrar de manera más evidente los efectos de la mayor incertidumbre, aumentando la probabilidad de recesión en Europa”.

En España, los riesgos también son elevados. El aumento de la tasa de ahorro “podría reflejar” una mayor precaución por parte de los hogares. En cuanto a las empresas, la inversión muestra un debilitamiento que podría ser consistente con un entorno de creciente desconfianza. Esto se da al mismo tiempo que se aceleran los salarios y empeora la productividad, lo que también podría estar detrás de la ralentización en la creación de empleo, y que está afectando más a colectivos y sectores donde la incidencia en el uso de contratos ligados al salario mínimo es mayor o a aquellos donde comenzaría a hacerse cada vez más evidente la falta de mano de obra cualificada.

Además, algunos sectores como el automotriz o el de la vivienda viven un entorno “especialmente incierto” en lo referente a la regulación.