Solo un 20% de los pasajeros que viajaron la campaña estival de 2019 lo hicieron este año, es decir, una quinta parte, apenas 17 millones

ALA, la Asociación de Líneas Aéreas que aglutina cerca de 80 aerolíneas que vuelan en España, incluyendo 9 de las 10 de más tráfico, ha ofrecido este martes un balance de la “atípica y complicada” campaña de verano marcada por el COVID-19.

Durante su comparecencia, Javier Gándara, presidente de ALA, ha calificado el verano como una “temporada nefasta” con un total de 220.000 vuelos operados en España entre junio y agosto, un 36% de los volados el año anterior, y un “todavía peor” comportamiento de la demanda, ya que solo un 20% de los pasajeros que viajaron la campaña estival de 2019 lo hicieron este año, es decir, una quinta parte, apenas 17 millones.

“Ante un verano pésimo y una previsión de temporada de invierno aún más negativa, ALA insta al Gobierno a que adopte un Plan de Ayudas para la supervivencia y posterior recuperación del sector aéreo”, piden.

ALA ha hecho esta valoración de la compaña veraniega tras conocerse los datos de tráfico aéreo de agosto, cuando solo voló un 30% de los pasajeros que lo hicieron en 2019 y se registraron un 55% de operaciones respecto a las del año anterior, mientras que en julio lo hizo el 24% de pasajeros de hace un año, mes en el que se operaron el 40% de vuelos frente a 2019.

En la campaña de verano se aprecia un mejor comportamiento de la oferta de vuelos que de la demanda de pasajeros, que se ha contraído a partir de las restricciones que se han sucedido en distintos países desde que a finales de julio Reino Unido recomendase no viajar a España y anunciase una cuarentena a los pasajeros que proviniesen de este país. Esta situación ha impedido levantar el vuelo a las compañías aéreas en el mes de agosto, un mes en el que se confiaba en una mayor actividad aérea. La incertidumbre que ha generado esta situación entre los consumidores ha provocado un desplome de la demanda ensombreciendo la incierta campaña de invierno.

“Con estos datos tan pesimistas de la campaña de verano es necesario que se activen con urgencia medidas que respalden al sector para poder encarar la temporada de invierno ya no con tranquilidad, sino con la seguridad de que todos los actores estamos haciendo todo lo posible por reflotar uno de los sectores estratégicos para la economía española”, ha señalado Javier Gándara.

Este escenario también se ha producido a nivel europeo, donde se aprecia una mayor caída en el número de pasajeros que en el de vuelos. Así, mientras este verano el número de pasajeros en Europa ha caído un 81% respecto a 2019, el número de vuelos lo ha hecho al 64%.

Plan de ayudas

En este contexto de restricciones de viajes, pérdidas de empleo y caída de la demanda, desde ALA se urge al Gobierno la adopción de un Plan de Ayudas para la supervivencia y posterior recuperación del sector aéreo. Este Plan pasa por:

  1. Un Plan ambicioso de incentivos para animar la demanda de pasajeros con la bonificación de las tarifas aeroportuarias, principalmente de la tasa de pasajero y la de aterrizaje, ésta última más amplia que la propuesta de AENA y sin umbral mínimo para su aplicación. El importe que deje de percibir AENA por esta rebaja tarifaria deberá cubrirse con cargo al Estado.
  2. El Estado debe hacerse cargo de la totalidad de los costes e inversiones en los que incurra AENA por la adopción de las medidas de seguridad e higiene que implemente en el entorno aeroportuario frente al COVID-19.
  3. Mantener las tarifas aeroportuarias que se vienen aplicando a los pasajeros que embarquen con destino Reino Unido una vez finalice el período de transición el día 31 de diciembre de 2020.
  4. Supresión temporal de la tasa de estacionamiento. Se calcula en 7 millones al mes durante el estado de alarma.
  5. Facilitar la liquidez necesaria para la supervivencia del sector aéreo.
  6. Prolongación de los ERTE por fuerza mayor hasta Semana Santa de 2021. Para ajustar las plantillas a la actividad aérea y garantizar su empleabilidad en el futuro.