El consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, ha anunciado que se desplazará próximamente a Japón, junto a los directivos de Santana Motor, para analizar con los responsables de Suzuki “nuevas posibilidades de colaboración, que sean útiles para ambas empresas, una vez finalizado el acuerdo actual”, que expira en 2006. Hasta la fecha y fruto de esa colaboración, ya se ha desarrollado en común el modelo Jimny en su versión diesel. Asimismo en los contactos con Suzuki se han alcanzado varios principios de acuerdo.

Santana tendrá la oportunidad de fabricar y comercializar una versión modificada, más moderna del actual modelo Vitara, explicó Vallejo. Suzuki facilitará a Santana los suministros y componentes necesarios para la fabricación del nuevo modelo que la compañía afincada en Linares está diseñando actualmente, con el fin de llegar al mercado lo antes posible y ocupar la cuota que tenía asignada el Suzuki Vitara.

Igualmente, indicó el consejero, “estamos negociando la posibilidad de ampliar el actual Acuerdo de Licencia de Fabricación del modelo Jimny que finalizaba el 30 de junio de 2006 hasta septiembre de 2008”.
Además, se ha conseguido un compromiso de Suzuki para apoyar y colaborar con Santana en la elaboración de un plan de acción que tenga efectos inmediatos sobre la calidad de los productos que fabrica y la imagen comercial de la compañía.

Vallejo, que detalló en el Parlamento los distintos proyectos que se vienen realizando en la factoría de Santana Motor y los planes de su departamento para la empresa jiennense, anunció la inminente puesta en marcha de un Plan de Diversificación “con el objetivo de compaginar la fabricación de automóviles con la de otros productos, con idéntica base tecnológica y que ocupen mercados en expansión y nuestra infraestructura pueda ser más competitiva, dando respuesta a su vez a las necesidades de Santana y las de sus proveedores locales”.

El Plan, que está a punto de ver la luz, ha tenido una excelente acogida por parte de los agentes sociales y debe permitir que en 2008 Santana Motor pueda desarrollar su actividad “con total autonomía de la multinacional japonesa Suzuki”.

Una vez que se presente esta iniciativa, la compañía tendrá un plazo de tres años para poner en marcha las medidas que contempla el plan, con el objetivo final de convertir a Santana en una empresa multiproducto. Una de estas medidas va a tener un efecto inmediato a partir del mes de enero; el traslado a Linares de la división comercial de Santana, que actualmente se encuentra en Madrid, con el fin de reunificar sus dos líneas de negocio, “para que haya una mayor implicación y coordinación entre la parte comercial y la productiva, lo que se traducirá en un ahorro de costes y en una mejor respuesta, en términos de calidad, a los clientes”.

En los últimos años –explicó Vallejo- la compañía ha mejorado notablemente sus resultados, “aunque va a ser necesario un esfuerzo sostenido y permanente para despejar su horizonte económico e industrial”.

En lo económico, la externalización de las líneas de negocio ha permitido reducir las pérdidas en un 44,24% desde el año 2001. Asimismo, en lo puramente industrial, al término del pasado año, la producción de Santana alcanzó casi 23.000 vehículos (22.934), incluidas 938 unidades del modelo Aníbal, lo que supone un crecimiento en la fabricación de un 10,5% en comparación con la del año 2002.

A fecha de hoy ya se han puesto en marcha y desarrollado completamente todas las acciones previstas en el Plan Social de Santana, habiendo finalizado su aplicación el día 26 de mayo de 2002, “con unos resultados más que positivos y que han tenido su reflejo inmediato en la mejora de la situación financiera de la empresa”. También se pueden considerar cumplidos los objetivos para los que se llevó a cabo la externalización de las líneas de negocio.

La creación del Parque de Proveedores de Santana Motor, derivada de esta externalización, ha permitido a la dirección de Santana una mayor concentración en el principal negocio de la compañía (el montaje y la venta de vehículos). Ha aportado a la empresa una mayor racionalización de las actividades productivas, permitiendo reducir costes fijos y reconvertir otra parte de ellos en variables.

Y ha posibilitado, además, la concentración de las inversiones en el núcleo de Santana Motor, con proyectos como el Jimny de techo metálico, el Jimny Diesel u otras versiones del Aníbal.