El sector privado andaluz ha realizado un importante esfuerzo en I+D+I en 2002, conscientes de la importancia de este capítulo para lograr una mayor competitividad en los actuales mercados y para hacer frente a los retos y desafíos que les plantea la llamada Sociedad del Conocimiento.

Así lo pone de relieve el III Informe “Evaluación del Sistema Andaluz de Innovación” de EOI Escuela de Negocios, que destaca que el gasto en innovación realizado por el sector privado creció un 35,4% en 2002 en comparación con 2001, mientras que en España lo hizo un 19%. Datos que han sido hoy subrayados en el acto de presentación de este Informe presidido por Ángel Garijo, secretario general de Innovación de la Junta de Andalucía, y al que también han asistido Fernando Guerrero, presidente de la CES; Félix Santamaría, director general de EOI Escuela de Negocios; Jacinto Cañete, director de la escuela en Andalucía; y Emilio Fontela, director del Informe y Catedrático Emérito de la Universidad de Ginebra.

Sin embargo, y a pesar del esfuerzo realizado por el empresariado andaluz, el Informe señala que aún queda mucho trecho por recorrer, ya que el gasto que hacen las empresas a nivel nacional llega al 55%, mientras que en la UE y la OCDE asciende al 65 y 72%, respectivamente.

Como se desprende de este tercer informe, realizado como las anteriores por el mismo equipo que elabora los informes de la Fundación Cotec para la Innovación Tecnológica, el gasto total ejecutado en I+D+i en Andalucía representa el 8,1% del total nacional, cuando la renta y la población andaluza suponen, respectivamente, casi el 14 y el 18% de los totales nacionales correspondientes. De hecho, en Andalucía, este gasto ha aumentado en 2002 en relación con el ejercicio anterior un 8,8%, cuando en España el incremento se situó en el 15,5%. Las cifras dibujan un panorama general en retroceso, puesto que la participación andaluza en el gasto total nacional ejecutado disminuye a lo largo de los años (representaba el 9,7% en 1997).

Precisamente, la participación pública en innovación en Andalucía en 2002 también descendió un 1,5%, frente a un aumento del 11,5% en el conjunto nacional. No obstante, el esfuerzo presupuestario de la administración continúa siendo muy fuerte, si bien, como ya se apuntaba en los dos informes anteriores, más de la mitad de los fondos y ayudas están dirigidos a las universidades, mientras que en el resto del Estado éstas disponen de menos de un tercio de los fondos.

Como una de las principales novedades, este tercer Informe sobre la innovación en Andalucía incluye un análisis comparativo entre el Sistema de Innovación Andaluz y el de otras regiones y países de la Unión Europea como Grecia, Portugal, Irlanda, República Checa, Hungría y Polonia. Este análisis arroja un panorama de luces y sombras en materia de innovación para Andalucía. En efecto, la República Checa e Irlanda (1,17%) registran un esfuerzo tecnológico en relación con su PIB dos veces superior a Andalucía, y los demás un esfuerzo del orden del 1%, salvo Polonia y Grecia que registran un esfuerzo comparable al de Andalucía, algo más del 0,62%.

En relación con la investigación y, pese a que la Universidad recibe la mitad de la inversión pública en innovación, el Informe destaca que es necesaria una mayor conexión entre la investigación teórica y su aplicación al mundo empresarial y, por lo tanto, su incorporación al tejido productivo. No obstante, en términos de formación, los investigadores (altos niveles académicos) representan en Andalucía casi tres cuartos del personal en I+D, cuando en España sólo supone dos tercios y en los países industrializados la mitad. Según el Informe, esta diferencia puede deberse a una menor actividad relativa de la investigación aplicada en Andalucía (para la que se requieren mayores aportaciones de técnicos y personal de apoyo), o a una mayor ocupación de los investigadores diplomados andaluces en tareas menos cualificadas.

Este tercer Informe, recoge, además, la opinión de 85 expertos y profesionales de ámbitos como la empresa, la universidad y la administración pública que han servido como base para elaborar el Índice Sintético EOI 2004 sobre las tendencias en la evolución del Sistema Andaluz de Innovación. Las opiniones de los expertos apuntan, pese a los datos y a los problemas estructurales que tiene el sistema, a una mejora en el estado de salud de la innovación en la región en 2003 con respecto a 2002.