Actualmente en España, entre programas europeos, estatales, regionales y locales existen más de 400 líneas de ayudas y subvenciones. Además, los plazos, las vigencias y las dotaciones económicas de las mismas son temporalmente limitados, existiendo una renovación constante de las denominaciones, requisitos para la presentación de la solicitud y organismos competentes para la resolución. De ésta manera, la falta de información y de tiempo para estar al día de los programas de ayudas y subvenciones se convierten en una barrera para el acceso de éstas ayudas por parte de las pequeñas y medianas empresas.

Con el fin de intentar aclarar posibles dudas, me gustaría analizar las principales variables y premisas que deben de tener en cuenta a la hora de solicitar una subvención, pues los programas de ayudas, siempre tienen una serie de claves comunes.

1. Conceptos en los que nos debemos detener a la hora de leer una subvención

* La denominación: Lo primero que debemos de hacer es situar el Programa de Ayuda. Es decir, como se llama, en que boletín se encuentra, cuando se publicó y quién firma la orden.
* Beneficiario. Lo segundo que debemos hacer, antes de seguir leyendo es ver a quién va dirigida la ayuda y si cumplimos esas características objetivas y subjetivas. Puesto que las líneas de ayudas definen a sus beneficiarios/ as según su personalidad jurídica o física, tipo de personalidad jurídica, colectivo, ubicación, tipo de actividad a la que se dedica, antecedentes, etc.
* Finalidad. Si estamos encuadrados en el grupo de beneficiarios, lo siguiente que debemos de contemplar si la finalidad de la ayuda satisface algunas de nuestras necesidades. Los principales objetivos de estos Programas suelen ser: inversión en activos fijos, ayuda a la contratación indefinida, modernización empresarial, comercio exterior, cooperación, refinanciación de pasivos, formación, etc.
* Los requisitos. Una vez visto que somos beneficiarios de la ayuda y que satisface nuestras necesidades, el siguiente paso es comprobar si cumplimos o estamos dispuestos a cumplir los requisitos que se suelen pedir para la conceción de la ayuda: estar empadronado en un determinado lugar, nacionalidad, sexo, certificado de minusvalía, número de cuenta corriente, etc. Otro requisito típico que se suele pedir si el beneficiario es una empresa es estar al día de las obligaciones con las diferentes Administraciones Públicas: hacienda,, Seguridad Social, Licencia municipales, etc. También en relación al gasto a subvencionar se suelen pedir facturas proformas, un plazo para la realización de las inversiones, carácterísiticas técnicas, facturas reales, etc.
* El tipo de ayuda. Otra variable a tener en cuenta es el tipo de instrumento utilizado en el Programa de Ayuda. Es decir, si es un préstamo preferente, participativo, subvencionado, una subvención a fondo perdido o reintegable a la inversión, una asistencia técnica, acceso a bases de datos, premios a concursos, etc.
* El importe. La ayuda puede ser dineraria o no y en el caso de que así fuera generalmente existen dos tipo de límites: uno relativo, que es un porcentaje del total que se considera subvencionable; y otro absoluto, sobre el total que se puede conceder.
* Los plazos. Uno de los problemas que nos podemos encontrar, además de la falta de información, son los tanto los plazos de presentación de solicitudes, como los de resolución. Muy necesarios a la hora de planificar la distinta documentación a entregar.

2. Premisas a tener en cuenta.

Además de los aspectos anteriormente señalados el solicitante de una ayuda, debe de saber entre otras cuestiones que:

* No se puede realizar un proyecto empresarial con el fin de obtener una subvención. Las empresas se crean para generar ingresos, la viabilidad de una inversión no puede depender de una subvención. El Proyecto es el sustantivo, la subvención es sólo el adjetivo.
* Nunca se puede considerar a una subvención como un ingreso ordinario más de la empresa, pues este ingresodepende de muchas incertidumbres. No se sabe el importe ni el momento en el que se va a recibir.
* No se debe engordar los presupuestos, a la hora de proyectar los mismos a partir de las facturas pro forma. Principalmente por dos motivos:
* Los/ as técnicos/ as que analizan las solicitudes disponen de cuadros de precios estimados de mercado de los diferentes conceptos subvencionables.
* Posteriormente, a la hora de conceder la subvención se solicitan las distintas facturas reales o documentos contables similares que acreditan el pago efectivo por el importe solicitado.
* El beneficiario de la subvención siempre debe estar dispuesto a presentar los informes y documentos que se le requieran durante el periodo de resolución de la ayuda; así como, a los compromisos e inspecciones que se comprometa con la entrega de la solicitud.
* Nunca hay desesperarse con los tiempos de espera ni para la concesión de la ayuda, ni para el pago del importe una vez concedida. En ocasiones, las subvenciones es un ejercicio de constancia y de paciencia, las mismas pueden llegar en el momento que ya se habían dado por perdidas. Es por ello, que lo mejor es no contar con ellas a la hora de realizar previsiones de gastos e ingresos. Lo que si podemos hacer solicitar un préstamo o una línea de crédito sabiendo que una vez concedida la subvención el pago tarde o temprano llegará. Puesto que la Administración paga tarde, pero paga. En este sentido, comentar que la mayoría de entidades financieras aceptan como aval la resolución administrativa positiva de concesión.
* Por otra parte, las solicitudes para proyectos empresariales o de inversión, siempre van acompañadas de proyectos de viabilidad económica, técnica o financiera. Aunque este requisito no lo debemos de tomar como un trámite engorroso, sino como una previsión y proceso de reflexión necesario antes de emprender una aventura empresarial.

Finalmente, el itinerario de las ayudas ni mucho menos termina con la entrega de la solicitud. Es necesario un seguimiento de los cauces administrativos de los expedientes de las ayudas. Lo primero que hay que averiguar es de quién depende la resolución del expediente administrativo. Es decir, que administración u organismo resuelve, en que departamento, y lo que en ocasiones es más importante, que técnico o técnica se encarga del expediente. Sólo así se pueden solucionar muchos obstáculos que surgen durante la resolución del mismo.

Todos estos informes y requisitos en ocasiones se convierten en el principal obstáculo de los beneficiarios de las ayudas a la hora de solicitarlas. Es por ello, que para estas cuestiones no hay que dudar en buscar ayuda, principalmente en la agencia de desarrollo local más cercana que seguramente nos informará y orientará, evitando muchas veces la desidia por el tiempo y el esfuerzo que hay que dedicar a las mismas. Las ayudas están ahí, si las necesitamos es un coste de oportunidad muy grande no acudir a ellas.

mariofuentesr@wanadoo.es