El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha destacado que la investigación biosanitaria supone una doble “apuesta” que revierte tanto en la salud de los ciudadanos como en la transformación del “modelo económico y productivo de la sociedad en un sistema basado en el conocimiento y la innovación”.
Griñán, que ha inaugurado el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica (Genyo), ubicado en el Parque Tecnológico Campus de Ciencias de la Salud de Granada, ha destacado la colaboración público-privada en estas instalaciones. Junto a ello, ha relacionado el interés de las empresas biotecnológicas del campo de la salud por Andalucía con la “consolidación del sistema sanitario público de Andalucía como un modelo bien estructurado, con elevados niveles de calidad sanitaria y organizativa, vinculación universitaria y alta capacidad de generación de conocimiento”.
“Se trata de una apuesta conjunta entre el sector público y el privado que permite que la investigación biomédica, en especial la de carácter traslacional, revierta en la salud de la ciudadanía, al tiempo que se convierte en un elemento dinamizador de riqueza y empleo de calidad”, ha puntualizado el presidente de la Junta.
Un modelo de Bienestar más activo
José Antonio Griñán ha expresado su apuesta por un “modelo de bienestar más activo en todos los terrenos: en empleo, en educación y también en sanidad”. En este sentido, ha detallado que “una política de sanidad activa es la que impulsa una asistencia de calidad, pero también más prevención y más investigación” y se ha mostrado convencido de que “ése debe ser el sistema sanitario del futuro”.
Ha subrayado que el nuevo Centro Genyo constituye un “gran proyecto de colaboración público-privada” y, a la vez, el “punto de partida de un nuevo periodo en el que la investigación biomédica que se realiza en Andalucía contribuirá a un mayor desarrollo en términos de salud y calidad de vida”. Se ubica, además, en el Parque Tecnológico de la Salud, “un foro de conocimiento que integra grupos y centros de investigación del CSIC, la universidad y el sector empresarial”.
La red de centros de investigación de excelencia en Andalucía “toma cuerpo”, según el presidente de la Junta, que ha incidido en que a principios de 2011 estos centros sumarán 37.000 metros cuadrados y a finales del año próximo contarán con 500 investigadores.
Centro Genyo
Este edificio, que ha sido diseñado para ser referente internacional en investigación de enfermedades de base genética (entre ellas, el cáncer), representa la firme apuesta de la colaboración entre entidades públicas y privadas por la investigación, el desarrollo y la innovación en Salud. Asimismo, es el centro referente también del Programa Andaluz de Investigación en Genética Clínica y Medicina Genómica.
Genyo constituye el primer centro de ámbito nacional dedicado a la genómica que integra a la Administración pública, a la Universidad y al sector empresarial biotecnológico y farmacéutico, lo que permitirá la realización de una investigación trasversal y el desarrollo de nuevos proyectos y servicios para la prevención, diagnóstico y tratamiento de enfermedades asociadas a la variabilidad genética humana, como el cáncer, las enfermedades raras, la diabetes, la hipertensión o las enfermedades degenerativas, entre otras.
Los trabajos de investigación que se desarrollarán en este centro suponen un acercamiento a la medicina personalizada y a su implantación en el seno del sistema sanitario público de Andalucía.
La inversión total para este centro, incluyendo el valor de los terrenos (2,2 millones de euros), alcanza los 16,1 millones de euros. Del montante total, 9 millones de euros corresponden a la construcción del edificio y han sido aportados por Pfizer, mientras que el equipamiento ha contado con una inversión de 4,9 millones de euros aportados por la Consejería de Salud, la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia y la Universidad de Granada, de los que en torno a un millón de euros ha sido financiado por el Fondo de Desarrollo Europeo Regional (FEDER).
Este centro temático dispone de 22 laboratorios y una serie de unidades de apoyo a la investigación, como las de genotipado, de genómica, de bioinformática, bioestadística, epidemiología genética y biología computacional, la unidad de citometría de flujo, de microscopía e imagen molecular y la de cultivos celulares y recursos biológicos. Estas instalaciones se distribuyen en un edificio de 6.400 metros cuadrados dispuesto en cuatro plantas y sótano y con capacidad para albergar a unos 200 profesionales.
Genyo dispone de un equipamiento de alta tecnología que responde a las necesidades de los profesionales que desarrollan su actividad en el centro. Cuenta, entre otras plataformas tecnológicas, con un megasecuenciador preparado para secuenciar un genoma humano en tan solo tres días (al que se le unirá un segundo equipo de iguales características próximamente); así como un equipo -especialmente indicado para estudios de variabilidad genética- que permite realizar búsquedas concretas de anomalías en el genoma.
A ellos se suman otras tecnologías para el análisis de la expresión génica a tiempo real, que permite la realización de estudios cuantitativos de alta precisión, así como una plataforma bioinformática dotada de sistemas de seguridad de alta tecnología para la protección de la información.
Adicionalmente, el centro andaluz está dotado de equipamiento estándar como, por ejemplo, cuatro criocongeladores (a una temperatura de -196 Cº) con nitrógeno líquido, diez congeladores (a -80 Cº) y sistemas de purificación de agua (uno en cada planta del edificio).
La distribución y estructura de los laboratorios han sido proyectadas con el objetivo de crear espacios abiertos, diáfanos, que favorezcan la interacción entre los profesionales, facilitando así formas de trabajo basadas en la complementariedad, la colaboración y la interdisciplinariedad.
Además, como muestra del compromiso con el desarrollo sostenible, su exterior es, en sí mismo, fuente de energía, puesto que se trata de una fachada fotovoltaica que producirá electricidad, y una vez canalizada a la red general, aportará una parte de la energía que consume el propio centro. Tanto la estructura arquitectónica como los sistemas de control inteligentes de instalaciones de que dispone contribuirán a generar un centro ecológicamente eficiente.