Aprovecho este número de la revista, relacionado con la ampliación de la Unión Europea, tema que por cierto he tratado en varios artículos relacionados con los Fondos Estructurales y de Cohesión, así como con el reparto de éstos entre los diferentes países y ‘regiones’ que la componen.

Haciendo un breve repaso de estos artículos y atendiendo a la actual situación europea que nos encontramos, es de destacar la importante repercusión económica que ello supone para nuestra región; Andalucía es considerada desde la U.E. como Objetivo número 1, siendo el fin de este objetivo promover el desarrollo y ajuste estructural de las regiones menos desarrolladas, con baja densidad y sobre todo ultraperiféricas. Supone ello, que en esta etapa que nos encontramos 2000-2006, estamos recibiendo más Fondos Estructurales -Feder, FSE, Feoga-O e IFOP- que otras regiones europeas.

Asimismo, actualmente y a nivel de estados, España junto a Portugal, Grecia e Irlanda, es la que más Fondos de Cohesión está recibiendo, a deducir por el reparto establecido en esta etapa 2000-2006. La distribución que le está correspondiendo a España está comprendida en un intervalo entre el 61% y 63´5% sobre una base de 18.000 millones de euros según fuentes oficiales. La diferencia entre España y los otros tres países antes nombrados, es debida fundamentalmente a una mayor población, mayor índice de de-sempleo y menor renta per cápita como media. El reparto está siendo uno de cada cuatro, es decir, por cada tres que recibimos, tenemos que poner uno.

A estas alturas, después de haberlo leído y escuchado por activa y por pasiva, no creo que existan dudas que hemos y estamos siendo un país receptor de Fondos Europeos. Hasta ahora, quienes invitan a gran parte de la tarta no son otros que alemanes, ingleses y franceses, entre otros motivos por eso mandan ‘un poquito’ más que los demás.

El sábado 1 de mayo de 2004, la Unión Europea experimenta el mayor crecimiento desde su creación, pasando de quince países a veinticinco. Los nuevos miembros, países del este comunitario (Pecos): Estonia, Hungría, Chipre, República Checa, Letonia, Lituania, Malta, Polonia, Eslovaquia, Eslovenia. Quedan tres países candidatos para otra futura ampliación: Bulgaria, Rumania y Turquía.

Con el presente panorama, el cuento de ser país receptor de Fondos Europeos en grandes cantidades, puede que acabe próximamente, posiblemente hasta finales del año 2006. Siempre he mantenido que, es preferible ser país pagador, en señal que nuestros indicadores macroeconómicos se encuentran por encima de la media europea.

Tal es mi sorpresa, que hace unos días, leyendo uno de los últimos informes publicados en los cuadernos de información económica de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) sobre el Balance Económico Regional, a fecha 31 de diciembre de 2003, Andalucía es la última de todas las regiones españolas en convergencia con la Unión Europea, avanzando incluso menos que la media nacional, por detrás de Extremadura y Murcia.

A partir del año 2007 en general y a nivel nacional pasaremos a la etapa de pagar más que recibir. A nivel autonómico y, dados los datos del estudio antes mencionado, seguramente Andalucía siga siendo Objetivo número 1 dentro de la U.E. al no haber superado el 75% de la renta bruta por habitante europea establecido para mantener esa condición, habiéndonos quedado en el 69,25%.

Un dato con el que no contamos es que teniendo en cuenta los países entrantes en la unión, seguramente hagan bajar ese listón que da derecho a ser Objetivo número 1, con la posibilidad de quedarnos fuera de juego y sin haber aprovechado las oportunidades de gol que hemos tenido desde la primera etapa 1989-93, pasando por la segunda etapa 1994-99 y en la que nos encontramos 2000-06.

Son muchos años recibiendo grandes cantidades de Fondos Estructurales y de Cohesión para haber estado mejor posicionados entre las regiones europeas.

Y a todo esto, seguimos en el vagón de cola. ¿Se gestionaron bien los miles de millones repartidos en Andalucía para el fomento de la cultura emprendedora? ¿se han creado nuevas empresas y de calidad, o gran parte de esos fondos han ido a parar a grandes empresas deficitarias que se tenían que haber saneado de otra forma y con otros fondos? ¿se han creado nuevas vías de renta y riqueza? ¿existen otras alternativas una vez empleados -y gastados- los fondos recibidos?…. en definitiva: ¿está Andalucía preparada para andar sola con las políticas agrarias tan agresivas que nos esperan de nuestros nuevos socios del este? ¿están nuestras empresas preparadas para introducirse en los mercados tecnológicos e industriales de esos nuevos países?… llevamos varios años avisando de que llega el lobo.

No hay problema, aquí está todo solucionado, en Andalucía desde hace unos meses acabamos de comenzar “la Segunda Modernización”.

josevalero@economistas.org