Hace unos años, leyendo un libro del prestigioso economista E. F. Shumacher titulado ‘Lo Pequeño es Hermoso’, libro que curiosamente y sin proponérmelo, me aclaró muchos conceptos básicos ligados al mundo del Desarrollo Local, así como de la vida misma. Titulaba uno de sus capítulos dedicado a los recursos locales ‘El mayor recurso: La Educación’, anteponiéndolo a otros recursos como la tierra, la industria, la energía nuclear o las tecnologías.

En dicho capítulo hacía reflexiones tales como: “La educación es el más vital de los recursos”, “La educación es la llave de todas las cosas”, “La esencia de la educación es la transmisión de valores”, “la educación incluso lejos de ser el mayor recurso del hombre, también podría ser…”

Resulta curioso cómo una persona de pensamiento anterior a nuestra década, diese tanta importancia a todo lo relacionado con la microeconomía, en contracorriente con los grandes polos de desarrollo, la macroeconomía, etc., que se desarrollaba en los años sesenta en nuestro país. Lo cierto es que, en términos generales, la educación va claramente ligada a la formación de un pueblo o territorio determinado.

Hemos vivido y estamos disfrutando años de abundancia económica, en todo lo relacionado con la Formación, y muy especialmente en todo lo relacionado con la Formación Profesional Ocupacional. Todo ello hasta finales del año 2006, y esperemos que una vez se reestructure la financiación de los nuevos miembros de la Unión Europea, -países del Este-, Andalucía sigua siendo objetivo número uno.

La gran afluencia de Fondo Social Europeo (FSE), que hemos recibido y estamos recibiendo de los Fondos Estructurales de la U.E., esperemos que haya sido y aún sea aprovechado por todos nosotros, fondos destinados fundamentalmente a la formación de nuestros ciudadanos, sean desempledos, trabajadores, mujeres, discapacitados, jóvenes, etc.

Dentro de la formación en nuestro país deberíamos diferenciar tres grupos diferentes:

* La Formación Reglada, dirigida a universitarios,
ESO, Bachillerato, Primaria…
* La Formación Profesional Ocupacional, dirigida
fundamentalmente a diferentes colectivos,
sean desempleados, mujeres, discapacitados, jóvenes,
personas con dificultades de acceso al mercado laboral, etc.

* La Formación Continua, dirigida a trabajadores en activo
a través del pacto tripartito: Estado, sindicatos y patronal,
lo que hasta hace poco era llamado Forcem.

Resulta penosa la inexistencia de relación alguna, o la falta de coordinación entre los tres grupos de formación a nivel nacional. Debería establecerse un grado o baremo general de homologación entre los tres tipos de formación. Puede que sea una de las mayores deficiencias existentes en la formación general de nuestro país.
A propósito de la Universidad, el Fondo Social Europeo, además de haber ido encaminado a programas de Formación o Formación y Empleo de municipios, tales como Escuelas Taller, Casas de Oficio, Talleres de Empleo, Cursos de F.P.O, etc. , ha beneficiado a multitud de programas universitarios y de otra índole, que han sido beneficiados, en transnacionalidad de alumnos universitarios, incluyendo formación linguística, tales como el Programa Sócrates, el Programa Leonardo da Vinci, etc.

En definitiva, la formación de nuestros ciudadanos es clave para el desarrollo de nuestro territorio. No sólo se trata de formar a los más jóvenes. Relacionado con el programa de Talleres de Empleo, la filosofía es formar y dar empleo a personas mayores de 25 años, mientras más formados estén los padres más formados a su vez, estarán nuestros hijos.

josevalero@economistas.org