Como la pólvora. Así corre un mensaje en una conversación privada entre varias personas o grupos a través de Whatsapp. Y ¿cómo controlar la reputación en estos casos tanto si se trata de una marca empresarial como personal o de un asunto que interese a todo un país? Para Juan Merodio www.JuanMerodio.com uno de los mayores profesionales en España e Iberoamérica en Marketing, Web 2.0 y Redes Sociales, la misión no es nada fácil. “Teniendo en cuenta que en un solo día y en todo el mundo se envían y reciben cerca de 64.000 millones de mensajes, resulta casi imposible controlar o medir de manera directa lo que se diga de uno ya que es mensajería privada”, dice. Sin embargo este reputado conferenciante también reconoce que en muchos casos se ha visto como mensajes que han comenzado de manera privada por Whatsapp han acabado siendo públicos a través de redes como Facebook o Twitter “y ahí ha sido más fácil controlar la reputación sobre dicho argumento y reaccionar de manera rápida y efectiva”.

Ante esta nueva realidad resulta necesario que cualquier empresa o profesional tenga un plan de Marketing específico para Whastapp y así aprovechar y reaccionar ante lo que se diga de uno. “Cualquier empresa debería ver este nuevo canal de mensajería como un medio para acercarse a sus clientes o generar buena imagen pública. Una funcionalidad que por ejemplo uso en mi blog desde hace meses es la opción de compartir un post por Whatsapp, ya que cuando alguien lo está leyendo desde el móvil le da esta opción para compartirlo con alguno de sus contactos”.

Otro aspecto no menos interesante es la gran variedad de formatos en los que se puede producir la buena o mala reputación en Whatsapp. “Se ha de tener en cuenta que en este tipo de comunicación se suben fotos, vídeos, mensajes de texto y esto a su vez viraliza una mensaje de una forma más rápida y fácil a hacerlo a través de otros medios. Tanto si es un video como una foto o un texto, es muy fácil y rápido compartir dicha información en la conversación que tengamos con nuestros contactos”. Así las cosas mientras que cuando la conversación es privada, las marcas no pueden medir su reputación, Merodio aconseja tener una herramienta de medición preparada para el mismo momento en que esa conversación se hace pública. “En muchos casos Whatsapp actúa como caldo de cultivo de rumores, comentarios, estados de ánimos o noticias que de forma casi inmediata se acaban replicando y llevando a redes sociales masivas como Twitter, Facebook, Youtube o Pinterest. Somos seres sociales y en cuanto queremos que algo genere interacción lo normal es llevarlo a las Redes Sociales. A partir de eso momento es cuando se puede hacer una métrica reputacional y reaccionar a ella”.

Por ultimo Merodio pone otro ejemplo de cómo whastapp se ha convertido en la fuente de la buena o la mala reputación: los memes. “Por ejemplo los que comenzaron en Whatsapp y después tuvieron difusión en redes sociales referidos a Julio Iglesias y que afectaron positivamente a su reputación. Fue como hacerle una gran campaña de branding para tener de nuevo a Julio Iglesias en nuestra mente”, finaliza.