Lo que dice nuestro título es lo que deseamos a nuestros lectores y también a quien no nos lea.
– Me parece muy bien -me dijo Don Contradictorio- porque es justo que les compenses por lo menos con buenos deseos, ya que aguantan tus rollos.
– Mal empezamos el año con tus comentarios. Hay un dicho mejicano con algo de humor negro: “mal empieza la semana para el que ahorcan el lunes”.
– Bueno, dejémoslo así.
– Haciendo un balance del año pasado, lo negativo ha sido las víctimas por accidentes de trabajo. En ello tiene mucho que ver una mala gestión de calidad. Hemos insistido desde estas páginas y no nos cansaremos de hacerlo. Ninguna empresa puede considerar que tiene una buena gestión de calidad si no consigue ‘cero’ accidentes laborales, por pequeños que estos sean. Así es que, mi primer deseo para el 2006 es este objetivo: ‘cero’ accidentes laborales.
– Pues estoy completamente de acuerdo contigo, me dijo mi amigo, por lo que, en efecto, empezamos bien.
– Déjate de ironías personales y sigamos con los deseos. El segundo va unido a un hecho sin precedentes. El mercado internacional se está abriendo para las empresas andaluzas, ya sea en el vecino Marruecos como en Latinoamérica. Por ello hay que considerar como un aspecto central de nuestra actividad el incrementar la productividad y la calidad de nuestros productos y servicios. Eso supone la necesidad de introducir en los procedimientos de producción nuevas técnicas y elevar el nivel de conocimientos del personal. En las Normas ISO se puede encontrar enseñanzas y fuentes de inspiración para conseguir esos objetivos. Y siempre insisto sin tomarlas como dogma, sino como guía para la acción.
– Me lo temía: ya salieron tus normas. Mal empezamos el año. Aunque bien visto, tengo unos amigos que han aplicado lo de tus normas y no les va mal.
Ahora déjame que me una a tus buenos deseos a ‘mis lectores’, porque tú te los apropias, para que inicien su actividad exportadora. He constatado que en muchos países de Latinoamérica hay mucho hueco para nosotros. Tanto en el establecimiento de colaboraciones con empresarios de allí para fabricar como para comerciar. Pero sí, la calidad de nuestros productos o la productividad de nuestros procesos son las llaves que nos pueden abrir muchas puertas.
– Noto -le dije a mi amigo- que empiezas el año locuaz y dando buenos consejos. Pero voy a completar tus buenos deseos ampliándoles a los trabajadores de Agenda de la Empresa Andaluza y a su director, para que continúen ellos también mejorando la calidad y la productividad de las dos revistas. Seguir innovando el camino que ya marca una tradición.
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