Ya sabes -le decía a mi amigo Don Contradictorio- que eso de los perfiles está de moda. ¿Cuál crees que es tu perfil?

– Pues no sé, de pequeño mi madre me llamaba ‘su chaturri’. Luego crecí y por fortuna lo de ‘chaturri’ quedó olvidado.

– No me refiero al perfil del rostro, sino a los rasgos que caracterizan la personalidad de un gestor.

– ¡Ah! Pues te contaré un incidente y tú sacas las conclusiones de lo que enseña de mi perfil: El otro día llegó a mi negocio para sordos un cliente que no me había terminado de pagar un aparato. Debía el 8%. Antes de que hablara se lo eché en cara. Reconoció la deuda y explicó que en un año no había conseguido que funcionara el aparato después de numerosos ajustes hechos por mis técnicos. Reconocía la deuda, que era de unos 50 euros, y los pagaba de inmediato si conseguíamos aliviar su sordera.

Mi respuesta fue: “pague y después ya veremos”. Dejé al cliente en manos de mis técnicos y me fui con los 50 euros de la deuda. Ahora dime tú: ¿cuál es mi perfil?. No dudé en contestarle:

– Tu perfil resulta ser el de un gestor pesetero.

Frunció el ceño y molesto me contestó: Tú descuida las pesetas y verás lo que dura tu negocio.

– Pero, hombre de Dios -le contesté a Don Contradictorio- te he dicho una y mil veces que lo primero que debe hacer un buen gestor es cuidar la satisfacción de los clientes. Con tu actitud desprestigiarás a tu negocio y con ello no acudirán los clientes y se acabará el negocio. Ya ves tú a lo que puede conducir el actuar como un gestor pesetero.

Mi amigo me respondió en un tono de mosqueo subido:

– ¿Eso es lo que dice tu norma, verdad?

– Sobre todo el sentido común, le contesté a mi amigo.

mailto:ladiz@arrakkis.es >ladiz@arrakkis.es