El Gobierno ha elegido Sevilla para aprobar en otoño la ley estrella de la legislatura: la de Economía Sostenible, que promueve un cambio de modelo económico y que tendrá su banco de pruebas en Andalucía. Lo anunció ayer el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, quien, tras reconocer que aún no hay lugar ni fecha para el Consejo de Ministros, quiere que se celebre en el Monasterio de la Cartuja, en pleno parque tecnológico, ya que «da una imagen de modernidad». Ese envoltorio de modernidad le va bien a una ley con la que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pretende dar un giro al modelo productivo para que la economía española deje atrás el ladrillo y se centre en la innovación y las energías renovables. Hasta ahí la teoría de una ley que, sin embargo, deja mucho que desear en la práctica hasta el momento. De entrada, Zapatero la anunció en un mitin de las europeas en Dos Hermanas, en pleno azote de la crisis y con una clara intención electoralista.