El Tesoro Público ha emitido un total de 5.000 millones de euros, con una demanda muy elevada que ha superado los 16.400 millones.

La nueva referencia a 10 años se convierte en el nuevo ‘benchmark’ a ese plazo, con un vencimiento el 30 de noviembre de 2027 y un cupón real del 0,65%. La rentabilidad real de la emisión ha sido del 0,733%, 65 puntos básicos por debajo del bono italiano de plazo equivalente.

La participación de inversores no residentes ha alcanzado el 62,7% de la sindicación. De este porcentaje destaca la participación de Reino Unido y Francia, con un 25,3% y un 14% de la emisión, respectivamente. Los países Nórdicos participaron con un 4,4% y el resto de Europa, con un 10,1%, mientras que Estados Unidos y Canadá han participado con un 8,9%.

Atendiendo al tipo de inversor, la mayor participación ha correspondido a las gestoras de fondos y bancos, con un 30,9% cada uno. Fondos de pensiones y aseguradoras participaron con un 13,9% del total, seguido de bancos centrales e instituciones oficiales, con un 13,6%, y los fondos apalancados, con un 10,7%.

Con esta emisión sindicada, el Tesoro ha cumplido con un 43,8% de su programa de emisiones a medio y largo plazo de 2017. Tras la emisión, la vida media de la cartera de Deuda del Estado se situará en 7,06 años.

BNP Paribas, CaixaBank, Citi, HSBC, Morgan Stanley y Société Générale han actuado como directores de esta emisión. El resto del grupo de Creadores de Mercado de Bonos y Obligaciones del Estado ha actuado como codirectores.