El mundo económico y social arremete contra el proyecto de Estatuto catalán por s riesgo de “fragmentación” y por la ausencia de “límites” a las propuestas de cataluña.
No le tembló la voz al gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, al lanzar una doble andanada contra el polémico texto: “puede debilitar la eficiencia y capacidad de la economía y afectar al conjunto delos españoles, y fragmentar el sistema financiero”.
En su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, Caruana entró al debate territorial cuando subrayó que el actual proyecto “comporta alteraciones en la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas y en sus sistemas de financiación, que puede afectar no sólo a la cohesión interna, sino también funcionamiento de la economía”.
Caruana también se mostró especialmente crítico en lo referente a las participaciones industriales que tienen las cajas de ahorros, al lanzarles una advertencia de los riesgos que corren y sugerirles de forma tajante que “autolimiten su presencia” en el capital de las empresas con vocación de control, algo que “desgraciadamente” no está sucediendo, precisó. Volvió a insistir en las tesis que mantiene desde 2001 sobre su rechazo a que las cajas de ahorros sigan aumentando sus participaciones industriales por los “riesgos especiales” que entrañan para estas entidades. Entre estos riesgos citó “los conflictos de intereses, la falta de disciplina de mercado y la presencia política en el sector financiero”, algo que a su juicio puede llevar a que sus dirigentes “no tomen sus decisiones basándose exclusivamente en la racionalidad económica”.