La tasa de ahorro financiero, que surge del cociente entre depósitos y créditos bancarios, marcó en 2004 un nuevo mínimo histórico en Andalucía, al tiempo que, lógicamente, batieron un máximo también histórico las necesidades de dinero foráneo. En otras palabras: la cuantía de los ahorros de los andaluces es inferior al volumen de préstamos que tienen concedidos y, aunque se trata de una tendencia generalizada en España, el desfase es muy superior en esta comunidad.

La andaluza es la cuarta comunidad con una tasa de ahorro financiero más baja, tras el 59,5% de Canarias, el 59,9% de Baleares y el 69,3% de Murcia. Y sólo en dos comunidades sus ciudadanos depositan más dinero del que obtienen de las entidades: Castilla y León (tasa del 110,6%) y Navarra (100,6).

En concreto, y según datos de la Consejería de Economía y Hacienda, sólo el 67,8% (tasa de ahorro financiero) de la cartera crediticia que poseen en Andalucía bancos, cajas y cooperativas de créditos (cajas rurales) se sufraga con los depósitos captados en esta autonomía, revelando, así, su grado de dependencia de los ahorros que proceden de otras comunidades o países. Tal porcentaje es 2,3 puntos más reducido que el contabilizado en 2003, siendo la caída de 10,8 puntos (13,7%) en el último lustro (en 2000 la tasa alcanzaba el 78,6).

En el conjunto de España, el sistema bancario tampoco es capaz de satisfacer con los recursos que depositan los clientes el apetito de endeudamiento que, a su vez, éstos tienen. Así, la tasa de ahorro financiero se colocó en el 81,9% (de cada 100 euros prestados, únicamente 81,9 son cubiertos por efectivo dejado en cuentas), después de reducirse 3 puntos respecto a 2003 y 39,9 puntos (10,7 por ciento) en un quinquenio (en 2000, la tasa ascendía al 91,8%).