-Hacer un presupuesto en el que se contemplen los gastos fijos mensuales y los que le van a suponer las vacaciones.
-Mirar en los armarios antes de salir a comprar porque muchas de las cosas de la temporada anterior pueden servirle para ésta, sobre todo elementos de la playa (sombrilla, butacas, nevera, maletas…)
-Aprovechar el período de rebajas que se inicia el día 1 de julio y termina el 31 de agosto, si necesita hacer algunas compras.
-Pedir que le hagan un contrato si ha decidido alquilar una vivienda, tanto si lo hace mediante una inmobiliaria como si lo hace directamente con el propietario. Visítela antes si puede.
-Acudir a diferentes agencias de viajes para contratar algún aspecto de las vacaciones (billete de avión, hotel…). De este modo podrá ver cuál le ofrece la mejor relación calidad-precio y la que se adapta mejor a sus necesidades y posibilidades económicas.
-Leer siempre la letra pequeña de los contratos y, sobre todo en el caso de los viajes combinados, asegurarse de lo que incluye en el precio y de lo que hay que pagar a parte. Revíselo siempre antes de firmar nada.
-No fiarse de los precios fantásticos que aparecen en algunos folletos y/o catálogos ya que la mayor parte de las veces son para plazas muy limitadas y cuando el usuario solicita la oferta, “casualmente” nunca quedan.
-Reservar el viaje, plaza de hotel, billete de avión, etcétera, cuanto antes. De lo contrario corre el riesgo de quedarse en tierra.
-Revisar su vehículo a conciencia si lo va a utilizar como medio de transporte.
-Encargarle a algún familiar o persona de confianza que cuide de su vivienda en caso de que se quede sola. El verano es un momento muy propicio para que los “cacos” hagan su particular agosto.
-Cerrar bien todos los grifos así como la llave de paso. El agua es un bien cada vez más escaso y hay que mirar por ella.
-Dejar en el frigorífico sólo aquellos alimentos que no corran ningún riesgo de estropearse. De lo contrario, habrá que tirarlos cuando regresemos porque su consumo podría dañar nuestra salud.
-Pedir la Hoja de Reclamaciones si considera, en algún momento, que sus derechos como consumidor están siendo vulnerados.