A sólo pocos días para la noche más mágica del año, todavía son muchos los padres que no han terminado de realizar todas las compras de Reyes. Por ello, desde Al-Andalus les damos unos consejos de última hora para evitar que las prisas o la falta de prudencia puedan jugarles una mala pasada y estropear el día en el que los niños son, más que nunca, los reyes de la casa.

· Si ya ha comprado los juguetes, tenga en cuenta las siguientes recomendaciones:
– Antes de utilizarlos:
– Compruebe su estado. No dude en devolverlo al lugar donde lo compró si tiene alguna duda o no se fía de sus condiciones.
– Lea las instrucciones de empleo y las relativas a la composición de los juguetes, así como las recomendaciones del fabricante, tales como “Utilícese bajo la vigilancia de adultos”o “No es conveniente para niños menores de trece años”.
– No tire las informaciones sobre el fabricante que figuran en el embalaje. Son de gran utilidad en caso de reclamación.
– Es conveniente demostrar a los niños el funcionamiento del juguete, advirtiéndoles de sus posibles riesgos y explicándoles las manipulaciones que deben evitar.
– Después de su utilización:
– Compruebe de nuevo el estado del juguete. Si observa algún riesgo o defecto una vez utilizado, evite que el niño tenga acceso a él.
– Si observara la existencia de algún juguete que presente un riesgo por defecto de fabricación o tras su utilización, no dude en comunicarlo a las administraciones competentes, bien personalmente o a través de las asociaciones de consumidores y usuarios.

· Si ha dejado las compras para el último momento, recuerde:

– Los padres han de ser responsables a la hora de elegir qué juguetes les van a regalar. Es importante tener en cuenta lo que conviene de acuerdo con la edad, según la finalidad y las actitudes que se desarrollan en cada etapa de la vida.
– El juguete es una manera divertida de que el niño aprenda el mundo que le rodea, y por ello es aconsejable que los juguetes estimulen la imaginación y la creatividad, la acción y el movimiento, y formen al niño para la convivencia con los demás y para la paz.
– Es importante tener en cuenta que no siempre es bueno volcarse en regalos. La sobredosis de juguetes puede generar en los niños actitudes de derroche y destructividad y puede acabar con la fantasía. Por el contrario, si los niños no cuentan con las suficientes oportunidades de expansión y juego, pueden desbordarse hacia juegos descontrolados.
– El elevado precio de un juguete no es, en sí mismo, una garantía de seguridad, aunque en determinados casos, elegir un juguete más barato puede suponer renunciar a determinadas garantías. Por tanto, valore la relación calidad precio y compare en distintos establecimientos para beneficiarse de las ofertas que éstos puedan poner a disposición de los consumidores. También es aconsejable no dejarse influir por las modas ni por la presentación del juguete.
– No juegue con la seguridad. Aunque la tendencia actual es que los juguetes tengan cada vez mayor control de calidad y normas de seguridad, no hay que confiarse. Lo recomendable es comprar sólo juguetes homologados y de calidad contrastada, y vigilar que el juguete no presente aristas cortantes o puntas peligrosas, que los engranajes no sean accesibles para el niño ni haya piezas pequeñas que pueda tragarse, o que los materiales empleados sean resistentes y no inflamables. También habrá que poner especial atención al riesgo de hundimiento y pérdida de equilibrio que pueden producir el uso de juguetes acuáticos. Deberemos de observar, además, que los juguetes que proporcionan movilidad incorporen un sistema de frenado adecuado a la energía del juguete, inofensivo y de fácil manejo, así como que ningún juguete ni parte de éste lleve más de 24 voltios de tensión, y posea las medidas adecuadas para proteger de quemaduras y descargas eléctricas a los usuarios.
– Antes de comprar el juguete asegúrese de que el niño no es demasiado pequeño para usarlo, comprobando la edad mínima de utilización, que debe figurar en el embalaje. También es importante que compruebe otras informaciones como el origen del juguete, los datos del fabricante, del importador, las siglas CE, etc.
– No hay que olvidar que hay productos que, aunque puedan parecer juguetes, no son tales: petardos, fuegos artificiales, máquinas de vapor, juegos de vídeo, equipos deportivos, etc.

En cualquier caso, y en especial en estas fechas donde se dispara la compra de regalos, habrá que actuar con responsabilidad, partiendo siempre de la premisa de que comprar juguetes no es ningún juego.