Entrevista a Javier Hidalgo, consultor senior de Gedeth

¿Qué perspectivas de crecimiento se manejan para Canadá en los próximos años?

Canadá es un país estable, políticamente moderado y que ha aplicado medidas durante los últimos años que han contribuido a desarrollar aún más su diversificación económica. Esto le permite contar con una economía sólida y con buenas perspectivas, manejando un crecimiento anual promedio del PIB del +2% en el periodo 2018-2020, según la OCDE. Cabe destacar que la entrada en vigor del CETA potenciará su intercambio comercial con Europa y sus empresas tendrán acceso preferente asegurado a los mercados de la UE que, junto con los de América del Norte, representan mil millones de consumidores y un PIB combinado de 39 billones de dólares, por lo que se refuerzan las buenas perspectivas.

¿En qué medida contribuirá el acuerdo de libre comercio sellado por Canadá y la Unión Europea a la mejora de las perspectivas para las empresas andaluzas?

La UE ha estimado que las exportaciones a Canadá se incrementarán en un 25% con el CETA y, basados en estas estimaciones, desde Gedeth situamos el impacto en Andalucía en un aumento de en torno a 65-75 millones anuales en las exportaciones, por lo que esta primera aproximación nos indica que el acuerdo puede ser de gran interés e impacto para la Comunidad Andaluza. El sector agroalimentario es uno de los grandes beneficiados, y aquí Andalucía tiene mucho que decir y aportar al ser el principal productor y exportador de España a Canadá. En este sentido, CETA elimina las tasas del 90,9% de todas sus líneas arancelarias agrícolas, lo que beneficia directamente a los productores y exportadores de productos hortofrutícolas, vino, queso o aceite de oliva, por citar los ejemplos más obvios, pero existen sectores de oportunidad, el sector marítimo-naval, el aeronáutico o la piedra natural, que también se ven beneficiados por el acuerdo y son productos muy demandados en Canadá. Por tanto, otro impacto directo del acuerdo es la posibilidad de desarrollarlas exportaciones en estos otros sectores en los que, además, Andalucía tiene una sólida experiencia y es fuerte.

¿Cuáles son las principales diferencias que encontrarán las empresas andaluzas a la hora de abrir mercado en el país?

Destacaría cuatro principalmente. En primer lugar, se encontrarán con lo más evidente: la eliminación de las tasas arancelarias de hasta el 98% de los productos. Esto es muy importante para las pymes porque, al contrario que una gran empresa, en muchos casos no disponen del suficiente margen para asumir este obstáculo y termina por ser la decisión entre exportar o no al país en cuestión. Como dato relevante, se estima que las empresas comunitarias ahorrarán 590 millones de euros al año solo por este concepto. En segundo lugar, el acuerdo incluye la apertura de los servicios del mercado canadiense a las empresas españolas. Por ejemplo, en el sector de los servicios profesionales, Canadá ha eliminado una serie de restricciones en las condiciones de residencia y ciudadanía para los profesionales españoles para practicar en Canadá. Esto se aplicará, por ejemplo, a abogados, arquitectos e ingenieros. En tercer lugar, se abre el mercado de licitaciones públicas de Canadá a nivel provincial y municipal. A nivel estatal ya era posible acceder a las licitaciones y suponían el 25% del volumen total de contratación y, aunque existen algunas restricciones, ahora se abre casi el 75% restante. Es decir, cualquier empresa, pyme o no, podrá presentar ofertas desde la UE, España o Andalucía, y eventualmente ser el adjudicatario de dichos contratos. Finalmente, CETA permitirá una mayor apertura en el traslado del talento a Canadá al incluir disposiciones que facilitan a los profesionales europeos ejercer en Canadá, y para que se reconozcan sus calificaciones. Esto es una gran ventaja para empresas que proveen servicios de postventa para maquinas o software, o productos que requieren mantenimiento o training. Esta cuestión también puede ser particularmente beneficiosa para las pymes, que puede que no tengan la posibilidad de proporcionar un servicio permanente.

¿Es el idioma un hándicap a la hora de entablar relaciones comerciales?

Depende la capacidad de la empresa en este aspecto. Por defecto no diría que es un hándicap, pero puede llegar a serlo y limitar seriamente la capacidad operativa de la empresa para acceder a nuevos mercados. De hecho, hoy en día los idiomas se pueden considerar como un factor económico y estratégico más para las empresas, y muestra de ello es que cada vez más organizaciones invierten en formación de idiomas para sus empleados. Además, en Canadá existen dos lenguas oficiales, el inglés y el francés, por lo que esto se acentúa, ya que según el territorio cambia el idioma y, si vamos más allá, junto con esto también van ligados otros aspectos. Por ejemplo, si quisiéramos realizar el lanzamiento de un producto en Quebec, tendríamos que es territorio francófono con una fuerte influencia europea en sus costumbres y hábitos de consumo, por lo que la estrategia será distinta que si se tratase de Toronto, donde se habla inglés pero, además, tiene una marcada influencia anglosajona.

Si tuviera que elegir tres sectores en los que las empresas andaluzas podrían tener éxito, ¿cuáles y por qué serían?

Agroalimentario, aeronáutico y el de la I+D. El agroalimentario porque Andalucía tiene un peso y una experiencia de éxito muy importante en este sector, contando incluso con cifras de exportaciones a Canadá relevantes, y ésta es una oportunidad para crecer aún más en ellas, especialmente en los productos hortofrutícolas, queso o aceite de oliva, entre otros. El aeronáutico porque es un sector asentado y sólido en Andalucía, pero en lo que se refiere a Canadá, tiene una cuota de mercado aún incipiente, pero con mucho potencial, sobre todo a través de Bombardier, que cuenta con plantas de producción en el propio Canadá, Reino Unido, México o EE. UU. Y finalmente, desde Gedeth consideramos que el sector de la Investigación y Desarrollo puede tener gran impacto dada la experiencia de Andalucía y su dedicación a la innovación. Esto, unido a que Canadá se ha configurado como un excelente hub internacional de innovación y tecnología en distintos campos y cuenta con atractivos incentivos, permite articular proyectos competitivos a través de estos incentivos o del propio CETA, si bien es cierto que lo que más puede funcionar en este sentido son alianzas o joint ventures.

Uno de los objetivos de la administración regional es el de ampliar negocio para la aeronáutica andaluza en Canadá. ¿Cómo valora las oportunidades en este sector?

Como comenté anteriormente, es un sector que puede ser estratégico para Andalucía. Canadá es el cuarto mercado a nivel mundial en el sector, y la empresa Bombardier lleva un tiempo estudiando la expansión a nuevos países a través de acuerdos con proveedores y la creación de nuevas plantas para dar salida a la carga de trabajo de sus centros de producción. Con el CETA en vigor esto supone una gran ventaja y oportunidad para establecer estas alianzas y Andalucía puede aportar muchísimo.

A su juicio, ¿qué medidas se deberían impulsar desde el Gobierno andaluz para mejorar la salida de empresas con dirección a Canadá?

Diría que hay dos medidas clave: potenciar la información y dar apoyo para la creación de red de contactos en el país de destino. La primera ya se está adoptando, aunque quizás haría falta una mayor intensidad y frecuencia: se trata de ofrecer información de los beneficios del acuerdo, pero también de las oportunidades y amenazas, que las hay. No hay que olvidar que, dentro del bloque europeo, hay países que también quieren exportar los mismos productos y servicios. Por esto es muy importante que las empresas dispongan de información detallada y que haya jornadas de divulgación en las que conocer la experiencia de otros exportadores o firmas como Gedeth, en la que contamos con una visión bastante panorámica del asunto. Finalmente, sería muy interesante poner en marcha medidas que permitan la identificación de socios a nivel local, a través de convenios con asociaciones, clústeres, etc., ya que una de las principales limitaciones es acceder a socios confiables y seguros.

 

Inma Sánchez

 

Entrevista incluida en el número de febrero de la revista Agenda de la Empresa