La fuerte campaña que ha iniciado el gobierno británico para combatir la llamada “comida chatarra” comienza a evidenciarse en el mercado anglosajón y, como efecto colateral de la medida, en el español. Harrods, el coloso comercial inglés en materia de calidad y marcas de renombre, incluyó recientemente en su oferta el aceite de oliva virgen extra “Castillo de Tabernas”, elaborado en el Desierto de Tabernas de la provincia de Almería. A partir del próximo lunes y a lo largo de toda la semana, Harrods ofrecerá a sus visitantes varias degustaciones del zumo de oliva español apoyándose en los dos conceptos básicos por los que lo han elegido: la originalidad de un producto elaborado en las condiciones climáticas más adversas, y los beneficios para la salud que proporciona su máxima pureza.
No es el primer reconocimiento a la trayectoria y a los estándares de calidad de la empresa almeriense, tanto a nivel nacional como internacional (está considerado entre los diez mejores aceites de oliva del mundo), pero es de todas maneras destacable el hecho de haber sorteado de buenas a primeras el riguroso control que efectúan los chefs de la compañía británica para admitir nuevos productos.
Knightsbridge, la cuna de Harrods, es a partir de ahora el punto de venta exclusivo del aceite en territorio inglés. La aceptación del producto reside en un secreto: es el único aceite del mundo que se elabora con olivos cultivados en un desierto. El Desierto de Tabernas es el lugar que proporciona a las aceitunas la fortaleza que las distingue de cualquier otra cosecha. Ocurre que es uno de los puntos con mayor amplitud térmica de Europa, oscilando a lo largo del año entre los 45º durante el día y los –2º por la noche. Es, asimismo, el punto que mayor cantidad de luz solar recibe a lo largo del año en todo el continente y, por contrapartida, uno de los menos visitados por las lluvias.
No hay muchas especies -animales o vegetales- que puedan resistir estas condiciones, y dentro de esas pocas especies superiores sólo las variedades mejor dotadas pueden desarrollarse. A estas variedades pertenecen, justamente, las aceitunas seleccionadas para elaborar el aceite “Castillo de Tabernas”. El resultado es un bajo grado de acidez natural, que se ubica en los 0.1º. Esto le otorga un rasgo que lo distingue del resto de zumos de oliva que pueden encontrarse hoy en día en el mercado: es un aceite suave pero afrutado. Es decir que se manifiesta en las comidas con un sabor de fondo, un perfume Mediterráneo que, sin embargo, no se superpone ni distorsiona el sabor original del plato que ha condimentado. En realidad, según los expertos, lo realza.
Esta cualidad se agrega a la que comparten todos los aceites de oliva en materia de salud. Muchos estudios avalan las virtudes del zumo de oliva para eliminar el colesterol y las grasas dañinas, evitando de esta manera accidentes vasculares o enfermedades coronarias, y mejorando el funcionamiento del páncreas, la vesícula y el intestino.