El presidente del Gobierno ha anunciado que la totalidad de los municipios españoles tendrá banda ancha en 2021, para lo cual, el Consejo de Ministros aprobó una partida presupuestaria de 150 millones de euros el pasado 23 de marzo. Una noticia que cayó como agua de mayo para ese 72,8% del territorio que es rural y que padece desde hace décadas un proceso de despoblación sin precedentes.
España necesita políticas de desarrollo económico para el medio rural. Hay que estrechar la brecha digital y dotar a todo el territorio de los servicios e infraestructuras que las empresas y personas necesitan hoy, y dinamizar las economías rurales. Así lo reconoce el Plan Nacional de Territorios Inteligentes aprobado a finales de 2017 (PNTI) y la nueva Agenda de Digitalización del Mundo Rural, enmarcada dentro del Programa Nacional de Desarrollo Rural(1).
Las TIC son un acelerador de la competitividad del turismo rural, un producto que en 2017 atrajo a cuatro millones de viajeros. Este turismo es estratégico para el territorio, puesto que contribuye a diversificar las economías rurales y a descentralizar el turismo de los puntos de mayor saturación, poniendo en valor el valioso patrimonio natural y cultural del interior.
¿Podemos hacerlo? Desde luego. Somos un referente internacional en Ciudades Inteligentes(2) y somos líderes en turismo a nivel global. La cuestión es cómo transformar dos ventajas competitivas del país en una gran palanca de desarrollo para los municipios rurales, con administraciones locales con escasos recursos, población dispersa y escasa digitalización del tejido productivo.
Incrementar la aportación del turismo rural a la potencia turística de España requiere acelerar la adopción tecnológica de miles de municipios y decenas de miles de pymes. Y, para ello, es necesario un gran programa tractor en el marco del PNTI para inducir su entrada a la economía digital. Un único programa para todo el territorio, con un método de trabajo común, y soportado por una plataforma de servicios digitales compartidos(3) desde la que las administraciones locales y las empresas del sector construyan sus capacidades digitales y accedan a la economía de datos.
Los beneficios son múltiples. La plataforma de servicios compartidos propia del programa facilitaría su eficiencia operativa y presupuestaria, permitiendo su implantación ágil y simultánea en miles de beneficiarios, con la consiguiente reducción de costes operativos. La plataforma generaría además economías a escala, creando ecosistemas de municipios y empresas con acceso a servicios, productos y recursos para su transformación digital e innovación que, de otra manera, estarían fuera de su alcance.
Asimismo, la plataforma generaría inteligencia colectiva a partir de la explotación de datos de los miles de potenciales participantes, información de enorme utilidad para la propia gestión del programa y para los municipios y empresas beneficiarios. Finalmente, el programa sería así escalable y replicable a nuevos municipios rurales de diferentes características.
Tanto en el plano de la transformación smart del territorio como en el plano del desarrollo turístico, España posee una posición ventajosa para acometer un gran proyecto de dinamización de los municipios rurales con garantías. Utilicemos nuestro conocimiento y experiencia para hacer del territorio rural un territorio de oportunidad. Lo tenemos todo para conseguirlo.
(1) http://www.mapama.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/programas-ue/periodo-2014-2020/programas-de-desarrollo-rural/programa-nacional/
(2) Según el PNTI, las ciudades inteligentes españolas participan en el 54% de los compromisos y 63% de los proyectos europeos de ciudades inteligentes.
(3) La norma de Gestión Inteligente de Territorios Rurales en proceso de elaboración por el GT 1.3 del SC 3 Gobierno y Movilidad del CTN 178, y la norma Y.SRC Smart Rural Communities favorecen la implantación de herramientas integradas basadas en TIC para la gestión local.
John Mora
Socio de Globaldit y coordinador del GT de Turismo Inteligente de la Comisión Smart Cities de AMETIC
