ROBUSTO, FIABLE, MECÁNICA BRILLANTE Y ALTAS PRESTACIONES, SON SUS SEÑAS DE IDENTIDAD:

Es posible, por no decir seguro, que las “lenguas de doble filo” digan que el Ministerio de Defensa ha elegido al Santana Aníbal por política del PSOE dada la crítica situación financiera de Santana. Da igual Santana Motor es Andaluza, su producto mejorable, pero no inferior a los que pujaban. Hecho en España, para el Ejército Español y para los andaluces. Así de claro. He leído en alguna que otra publicación la inclinación de determinados “estómagos agradecidos” tirar hacia aquellos productos construidos por multinacionales que en su día fueron generosas con quienes, de forma indirecta, apoyaban a esos otros todo terrenos.

SANTANA MOTOR, LA MEJOR
Es un hecho evidente que para Santana Motor esta decisión ha sido algo así como uno de los premios gordos de la “Primitiva” o la “Bono Loto”. Lo cierto y verdad es que el Ministerio de Defensa ha sabido elegir; una elección que debe extenderse más allá de lo previsto y dotar de este vehículo a las Fuerzas de Seguridad del Estado, sobre todo, a la Guardia Civil, que lleva años pidiendo a gritos se le dote de un 4X4 como el Aníbal. Esta decisión supondrá la adquisición, de momento, de 750 unidades para el Ejército de Tierra, unidades que serán entregadas en un periodo de cinco años y con la posibilidad de renovar contrato dado que hay que renovar la flota. Entre otras características el vehículo elegido tendría que tener capacidad útil para 1 .000 kilogramos. La cifra total del Ministerio de Defensa se sitúa en los 19,78 millones de euros. Santana Motor cerró el pasado ejercicio (2002/2003) con perdidas superiores a los 24 millones de euros.

UN MITICO ACTUALIZADO
En la historia del automóvil, el Santana alcanzó el calificativo de mítico, al ser referencia de los vehículos todo terreno que fueron capaces de adelantarse a su tiempo por diseño, prestaciones, mecánica y robustez. Todos admiraron (y continuaremos admirando) su comportamiento en cualquier situación climática o recorridos adversos, difíciles, complicados, sobre todo en el campo, en zonas casi inexpugnables, donde siempre demostró su poder y versatilidad. Este nuevo Aníbal atesora aquel espíritu y virtudes pero, con nombre diferente: Santana Aníbal.

ROBUSTEZ
De la chapa se ha pasado a la combinación del acero con aluminio. La carrocería se apoya sobre catorce silenblock elásticos y está anclada a un bastidor formado por largueros tipo Thompson. 1.486 mm. de vía y 2.786 mm. de batalla. Los neumáticos han sido muy estudiados y adaptados al vehículo, de ahí la gran estabilidad del Aníbal en conducción TT.

A pesar de su generosa envergadura, 4,7 metros de longitud, 1,75 metros de anchura y 2 metros de altura es capaz de realizar maniobras casi imposibles para otros vehículos de sus mismas o similares características. La dirección es servo asistida de tornillo sin fin y rodillo con tres vueltas de tope a tope de volante. Su radio de giro es de 7,3 metros.

SEGURIDAD, VERSATILIDAD
Su dotación complace a los más exigentes: dos frenos de discos ventilados, delanteros, dos discos traseros, válvula compensadora de frenada y potente freno de mano que bloque la transmisión trasera, suficientes para que el Aníbal se enfrente a situaciones extremas. Además señalar que, la baja velocidad que permite alcanzar su caja reductora facilita una perfecta conducción en terrenos pedregosos. Su versatilidad le viene dada del diseño modular de la carrocería que le permite configurarlo como vehículo adaptado para servicios de auxilio (bomberos, ambulancias), servicio militares o simplemente para situaciones laborales (el campo) en las que se requieran máximas exigencias. La perfecta adaptación al medio permite al Aníbal desenvolverse con la misma soltura tanto en el campo, la playa, la montaña como en asfalto.

MECÁNICA
El nuevo Aníbal está dotado con motores fuera de lo convencional. En su versión Euro IR (países normativa U.E.) La potencia es de 125 caballos con un par máximo de 275 Nm. A 1. 800 r.p.m. La versión Euro U (otros países) desarrolla una potencia de 160 caballos con un par máximo de 250 Nin a 1.800 r.p.m., factores que permiten, en ambos casos, que el Aníbal se mueva con soltura y elasticidad. El motor 2.8 litros turboalimentado con intercooler proporciona la fuerza necesaria para que el Aníbal supere los 140 kilómetros/hora. Sus cien litros de combustible (capacidad de depósito) le dan una autonomía de aproximadamente 1.000 kilómetros sin repostar. En asfalto se puede utilizar la tracción simple. En carreteras sinuosas, lluvia o hielo, podremos aumentar la estabilidad conectando la tracción integral, maniobra que podemos realizar en marcha sin necesidad de parar el vehículo ni pisar el embrague. La suspensión esta formada por ballestas elípticas y amortiguadores de doble efecto que posibilitan sobrepasar vados profundos de 500 mm. de altura. Terrenos arenosos, embarrados, ríos o cualquier otro tipo de obstáculo. El Aníbal es capaz de superar una pendiente del 45% de desnivel con una carga de 1. 000 kilos, gracias a la caja de cambios y las transferencias de desarrollos cortos.

APLICACIÓN NETAMENTE MILITAR
Diseñado y pensado para “servir a la Patria”, el Aníbal “vestirá” de verde aceituna, tal y como ordena el mando. En su aplicación netamente militar su carrocería modular está diseñada para transportar tropas (un máximo de 10 personas). Incorpora ganchos de remolque y salida de gases en la zona delantera, donde se ubica el motor, para facilitar una mayor profundidad de vadeo. Obviamente, el completo equipamiento del que dispone esta versión militar se adapta perfectamente a las exigencias del Ministerio de Defensa y su uso para las Fuerzas Armadas. El Aníbal tiene la capacidad necesaria para operar en las condiciones más adversas.
Sus líneas son más agresivas: ángulo frontal de 60 y 38 en su ángulo de salida (50 y 30 en la versión civil) consiguen evitar inesperados vuelcos en situaciones extremadamente peligrosas. Su ángulo ventral de 152 y su altura de 200 mm. hasta el suelo le permiten superar obstáculos de gran envergadura.