Negarlo sería un sacrilegio. Más que elegante, es ‘guapísimo’. Es el nuevo roadster SLK de Mercedes, más potente, más deportivo y sobre todo seductor. Este biplaza esta disponible con tres nuevas motorizaciones que abarcan potencias comprendidas entre los 163 y los 360 caballos de potencia, además de un ocho cilindros de nueva generación (V6 de 272 CV) para hacer más dinámico y placentero el conducir esta nueva estrella de Mercedes. Con sus potentes motores, su tren de rodadura de nueva factura, su cambio de seis velocidades con accionamiento preciso y mayor agilidad, la segunda generación del SLK establece, en términos de diseño, nuevas referencias. La carrocería ha ganado 72 mm en longitud y es 65 mm más ancha para ofrecer a los ocupantes más habitabilidad y confort con relación al modelo anterior. La carrocería toma ciertos detalles estilísticos de los modelos de competición, destacando un Cx llamativo (0,32), la carrocería de una rigidez torsional óptima, depósito de gasolina de 70 litros de capacidad y un maletero con capacidad para 300 litros con techo cerrado. Con el techo oculto, el maletero tiene 208 litros. Como novedad técnica el dispositivo de la calefacción denominado Airscarf. Permite la salida de aire caliente por unas aberturas integradas en los apoyacabezas, de forma que la corriente de aire caliente rodea la nuca, el cuello y la cabeza, dispositivo que permite conducir sin capota a bajas temperaturas.