El nuevo paradigma de la Internet del Valor, que se sustenta sobre la tecnología Blockchain, ha logrado resolver el problema del “doble gasto”, defecto potencial del dinero digital que permite duplicar y falsificar este archivo digital más de una vez. La solución habilitada por los denominados tokens de Blockchain permite compartir el valor de un activo (dinero, títulos de propiedad, certificaciones, archivos, canciones, etc.) entre dos partes de manera segura y con el valor añadido de no necesitar una entidad central de confianza que imponga su criterio. Se trata de una red articulada por las propias personas generando contenido sin intermediarios y donde todo el mundo es emisor y receptor de transacciones seguras, inmutables, confiables y descentralizadas.

Desde el punto de vista económico, Bitcoin (la primera y más exitosa aplicación basada en Blockchain) ha llamado la atención de las entidades financieras desde su mismo nacimiento. Su potencial amenaza como innovación disruptiva (eliminando al banco como intermediario de transacciones monetarias entre dos usuarios) puede parecer suficiente motivo para estar preocupados, pero la realidad es que han sido las “fintech” y muchos bancos los primeros en comenzar a investigar su adopción tecnológica de cara al futuro.

Lo cierto es que los usuarios son cada vez más exigentes en acceder a nuevas formas de pago digital, más seguras, rápidas y baratas, en detrimento del pago en efectivo. Los bancos centrales no hacen oídos sordos a estas demandas y muchos se preguntan ya por el sentido de emitir también moneda digital pública, que pueda ser regulada de alguna forma por el Estado, como el Banco de Inglaterra, el Banco Popular de China o el Banco de Suecia entre otros.

El Banco de España ya ha apuntado que el éxito de una iniciativa como esta va a depender, en mayor medida, del diseño del sistema de moneda digital que se utilice, que va a tener que combinar la privacidad y el anonimato con cierta trazabilidad que permita perseguir los delitos financieros que se pueda producir, unos aspectos que cripto-monedas como Bitcoin no proporcionan a día de hoy. El dinero digital ha sido un primer experimento de éxito. Le siguen otros. Gracias a las propiedades de Blockchain el intercambio de valor puede producirse en otros ámbitos al financiero. Pero debemos subrayar que Blockchain no es el nuevo bálsamo de Fierabrás y sus aplicaciones con sentido son limitadas. Aparte de su uso como moneda digital, los principales usos de la tecnología son los siguientes:

  • Tokenización de bienes para su intercambio: podemos convertir prácticamente cualquier cosa en un token o ficha virtual: KW/h, kilos de arroz, título de propiedad, acceso a servicio digital (espacio de almacenamiento en la nube) o físico (acceso a coche compartido). El proyecto H2020 Bloomen pretende tokenizar canciones y otro tipo de creaciones digitales que puedan comercializarse de una manera más justa y transparente entre creadores y consumidores.
  • Trazabilidad y conciliación de procesos: tenemos varios actores diferentes y que no guardan confianza mutua de una cadena de valor que escriben en la Blockchain sobre diferentes transacciones (procesado de producto, pagos, anotaciones contables, etc.). Por ejemplo, Bureau Veritas ha lanzado junto a Worldline el proyecto Origin para la trazabilidad alimentaria del atún, en su paso por los diferentes participantes de la cadena de suministro de cara a darle una información de valor al consumidor sobre el origen y procesado del producto.
  • Identidad Digital: un paso fundamental hacia el control total del usuario de sus datos (personales, certificaciones, financieros, médicos, etc.) para compartirlos de forma segura, transparente y acotada con los proveedores de servicios. La Red Alastria, formada por más de 200 empresas entre las que se encuentran entidades como Santander, BBVA, Bankia, CaixaBank, BME y compañías como Cepsa, Correos, Endesa, Naturgy e Iberdrola, intenta crear una red neutral que garantice la identidad de los participantes y el registro inalterable de las operaciones o transacciones realizadas en ella.

 

Tomás García | Blockchain Solution Manager

Worldline Iberia

 

 

Artículo incluido en el especial sobre Blockchain del número de septiembre de la revista Agenda de la Empresa