En un contexto marcado por la pérdida de impulso en un buen número de indicadores de coyuntura, y por un tono menos optimista en las perspectivas a corto y medio plazo, la Comisión Europea publicó en noviembre sus Proyecciones de Otoño, que contemplan una revisión a la baja del crecimiento previsto en la UEM este año, 2018, hasta el 2,1% (dos décimas menos que en verano) y del 1,9% para el próximo año (una décima menos).

El principal factor explicativo de esta corrección es el sector exterior, recordando que el crecimiento en 2017 fue el más elevado de los diez últimos años en la Zona Euro y que esta ralentización tampoco es alarmante, ya que las tensiones en el comercio internacional, la subida en los precios del petróleo y, sin duda, el aumento de la incertidumbre estarían afectando a las decisiones de los agentes económicos y a la actividad productiva.

Por países, cabe destacar la revisión a la baja en las expectativas de crecimiento de Alemania, Italia y España. Pese a ello, la economía española mantendría una tasa de aumento superior a la de las grandes economías de la Zona Euro en el horizonte de proyección 2018-2020. De hecho, la variación trimestral del PIB en el tercer trimestre de este año se ha mantenido estable en el 0,6%, en contraste con Italia y Alemania (más afectadas por el retroceso de las exportaciones).

Por su parte, la economía andaluza habría mostrado una trayectoria similar a la española en el tercer trimestre, no apreciándose cambios en el comportamiento del empleo (medido por las afiliaciones a la Seguridad Social), y para el conjunto de 2018 se espera un crecimiento del PIB en el entorno del 2,5%. Los últimos datos disponibles reflejan que el descenso de la producción industrial se ha intensificado a lo largo del año, aunque la cifra de negocios en el sector servicios sigue creciendo a un buen ritmo. Asimismo, se observa un menor dinamismo del gasto de los hogares, que se refleja en la trayectoria de las ventas minoristas. Mientras, las exportaciones continúan creciendo a un ritmo elevado pese al contexto internacional menos favorable, con un perfil positivo, pero más moderado que en 2017.

En concreto, hasta agosto, el valor exportado por Andalucía ha crecido un 10,9% respecto al mismo periodo del año anterior, según cifras aún provisionales (4,2% en España), situándose como la segunda Comunidad Autónoma por valor exportado -tras Cataluña-, y con uno de los crecimientos más elevados del país, después de Navarra. Este incremento se ha debido, sobre todo, al aumento de las ventas de productos energéticos, semimanufacturas, materias primas y bienes de equipo, en parte asociado al repunte en los precios del petróleo y de las materias primas. No obstante, en el lado negativo, el principal sector exportador andaluz, el agroalimentario, ha registrado un descenso en el valor de sus exportaciones (-3,9%), pese al incremento en términos de volumen (1,6%).

También desde la perspectiva de la actividad por sectores, la atención se centra en el turismo. A principios de noviembre, la presidenta de la Junta destacó en la jornada inaugural de la feria World Travel Market (WTM), en Londres, que Andalucía cerrará el ejercicio 2018 con los mejores resultados de su historia, alcanzándose por primera vez la cifra de 30 millones de turistas recibidos, gracias al crecimiento “sostenible” tanto del mercado nacional (1,5%) como del internacional (0,4%). Muy posiblemente esta estimación sea correcta, ya que las cifras provisionales hasta septiembre evidencian un crecimiento notable en las cifras de ocupación a pesar de los signos de agotamiento que se perciben en determinados mercados, especialmente por parte de extranjeros.

Atendiendo a la evolución de la demanda hotelera por zonas turísticas, el número de pernoctaciones entre enero y septiembre ha disminuido en la Costa de la Luz de Huelva y la Costa del Sol malagueña, con variaciones interanuales del -1,7% y -0,2%, respectivamente, mientras que en la Costa de la Luz de Cádiz han aumentado un 1,6%, y a tasas más moderadas en la Costa de Almería y la Costa Tropical granadina (0,7% y 0,6%, respectivamente). En cuanto a los meses de verano, las pernoctaciones en el tercer trimestre del año solo han aumentado en la Costa de la Luz de Cádiz y en la Costa de Almería (4,3% y 0,4%, respectivamente), disminuyendo en el resto, con especial intensidad en la Costa de la Luz onubense (-1,4%) y en la Costa del Sol (-1,2%), debido al descenso de la demanda extranjera. Pese a ello, la Costa del Sol ha sido la segunda zona turística española con más pernoctaciones en este trimestre, tras la isla de Mallorca.

 

Esperanza Nieto Lobo Esperanza Nieto analistas económicos

Analistas Económicos de Andalucía

www.economiaandaluza.es

 

Artículo incluido en el número de diciembre de la revista Agenda de la Empresa