{"id":124026,"date":"2021-04-23T11:30:30","date_gmt":"2021-04-23T09:30:30","guid":{"rendered":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/?p=124026"},"modified":"2021-04-23T11:30:30","modified_gmt":"2021-04-23T09:30:30","slug":"opinion-especial-onu-abril-maria-fernanda-espinosa-despues-75-anos-revitalizacion-urgente-y-necesaria","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/124026\/opinion-especial-onu-abril-maria-fernanda-espinosa-despues-75-anos-revitalizacion-urgente-y-necesaria\/","title":{"rendered":"Despu\u00e9s de 75 a\u00f1os, una revitalizaci\u00f3n urgente y necesaria"},"content":{"rendered":"

Mar\u00eda Fernanda Espinosa \"Mar\u00eda<\/h3>\n

Expresidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas<\/p>\n

Exministra de Relaciones Exteriores de Ecuador<\/p>\n

 <\/p>\n

En el 2020, as\u00ed mismo, la ONU cumpli\u00f3 75 a\u00f1os de su creaci\u00f3n. Este aniversario dio lugar a un amplio, din\u00e1mico, vibrante proceso de di\u00e1logo y reflexi\u00f3n sobre sus logros, sus desaf\u00edos y su futuro<\/h3>\n

Se cumple un a\u00f1o desde el anuncio que hiciera la Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud sobre la declaratoria del COVID-19 como pandemia. En un a\u00f1o, el mundo ha experimentado los cambios m\u00e1s r\u00e1pidos y dram\u00e1ticos que hemos conocido. Desde la organizaci\u00f3n de la vida cotidiana, el trabajo y las relaciones sociales, hasta los procesos de toma de decisiones en la esfera internacional, y en particular en las Naciones Unidas.<\/p>\n

En el 2020, as\u00ed mismo, la ONU cumpli\u00f3 75 a\u00f1os de su creaci\u00f3n. Este aniversario dio lugar a un amplio, din\u00e1mico, vibrante proceso de di\u00e1logo y reflexi\u00f3n sobre sus logros, sus desaf\u00edos y su futuro. A pesar de la pandemia, de las limitaciones en el trabajo internacional, Estados, sociedad civil, sector privado, acad\u00e9micos, j\u00f3venes l\u00edderes de todas las latitudes se convocaron en cientos de di\u00e1logos para construir propuestas, ofrecer salidas, reafirmar compromisos con la agenda de desarrollo sostenible, con la paz y los derechos humanos, y con el mandato de la organizaci\u00f3n de las Naciones Unidas.<\/p>\n

Har\u00e9 aqu\u00ed una breve referencia a las m\u00faltiples crisis que vivimos y la magnificaci\u00f3n de sus efectos por la pandemia del COVID-19, para luego reflexionar sobre los l\u00edmites y posibilidades del sistema multilateral para abordar esas crisis, y ofrecer\u00e9 algunas pistas para el necesario proceso de reforma de las Naciones Unidas.<\/p>\n

1. Una crisis civilizatoria<\/h3>\n

El mundo es cada vez m\u00e1s complejo e interconectado. Vivimos una gran paradoja. Por un lado, la globalizaci\u00f3n ha generado un nivel de desarrollo econ\u00f3mico y bienestar material que no tiene parang\u00f3n en la historia de la humanidad. Y, por otro, ese crecimiento econ\u00f3mico se ha afincado en la explotaci\u00f3n intensiva de recursos naturales, en una producci\u00f3n industrial contaminante en algunos casos, en la exclusi\u00f3n y marginaci\u00f3n de sectores mayoritarios de la sociedad, y en la\u00a0 concentraci\u00f3n de la riqueza en un peque\u00f1o segmento de la poblaci\u00f3n mundial.<\/p>\n

Uno de los mayores desaf\u00edos actuales es precisamente superar las desigualdades y lograr que todas las personas puedan vivir en paz y con dignidad. Eso es precisamente lo que propone la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, acordados en el 2015 por los 193 pa\u00edses miembros de la ONU. Ning\u00fan pa\u00eds puede lograr estos objetivos sin cooperaci\u00f3n y solidaridad. En s\u00edntesis, sin un pacto global que renueve los compromisos y traduzca la Agenda 2030 en acciones concretas en estos diez a\u00f1os que tenemos para cumplirla.<\/p>\n

El m\u00e1s claro ejemplo del car\u00e1cter global y las consecuencias de los problemas que enfrentamos es, sin duda alguna, la crisis del COVID-19. La pandemia ha sacado a la luz las profundas desigualdades sociales y los problemas estructurales entre pa\u00edses y dentro de ellos, as\u00ed como la fragilidad y la falta de preparaci\u00f3n del sistema internacional para contener el impacto de una pandemia.<\/p>\n

Esta crisis, que comenz\u00f3 siendo un problema de salud p\u00fablica, evolucion\u00f3 rapidamente en la peor crisis socioecon\u00f3mica y humanitaria de los \u00faltimos 100 a\u00f1os. La cifra mundial de muertes por COVID-19 ha superado los 2,6 millones, mientras el n\u00famero de personas contagiadas es superior a 118 millones (Johns Hopkins Coronavirus Resource Center 2021), una situaci\u00f3n que est\u00e1 provocando el colapso de los sistemas de salud en todo el mundo y, por ende, la capacidad de los Estados y de las sociedades de salvar vidas.<\/p>\n

Las medidas de mitigaci\u00f3n y control de la pandemia como el confinamiento, las restricciones a la libre movilidad de las personas y al acceso a los espacios p\u00fablicos, y el cierre de fronteras de los pa\u00edses, han generado una fuerte ca\u00edda en el comercio internacional, la inversi\u00f3n, el turismo y el consumo, con graves consecuencias en las econom\u00edas, el empleo y las relaciones sociales. Seg\u00fan la \u00faltima actualizaci\u00f3n del informe Perspectivas de la Econom\u00eda Mundial <\/em>del Fondo Monetario Internacional, de enero de este a\u00f1o, la econom\u00eda mundial se contrajo un 3,5% en 2020 (IMF 2021: 1) -la contracci\u00f3n m\u00e1s aguda desde la Gran Depresi\u00f3n de los a\u00f1os 30- lo que ha provocado que, seg\u00fan datos de la Organizaci\u00f3n Mundial de Trabajo, se pierdan 114 millones de empleos en el mundo (OIT 2021: 2).<\/p>\n

Los grupos m\u00e1s afectados por el creciente desempleo son, por un lado, las mujeres, para quienes el nivel de p\u00e9rdida de empleo es un 5% m\u00e1s alta que para los hombres, y los j\u00f3venes, que experimentaron un nivel de p\u00e9rdida de empleo 8,7% mayor al de los trabajadores con mayor edad (OIT 2021: 2).<\/p>\n

En t\u00e9rminos de lucha contra la pobreza, la pandemia ha generado un enorme retroceso en los avances de las \u00faltimas d\u00e9cadas. En octubre pasado, el Banco Mundial estimaba que el n\u00famero de personas en pobreza extrema subir\u00eda a 115 millones para finales de 2020, lo que significa el primer aumento de la pobreza mundial en m\u00e1s de 20 a\u00f1os (World Bank 2020). Las previsiones apuntan a que este 2021, de no tomarse medidas urgentes para dinamizar la econom\u00eda y dar apoyos directos a las personas de menores ingresos, la pobreza extrema afectar\u00e1 a 150 millones de personas (World Bank 2020). El 82% de las personas que han entrado en pobreza extrema se encuentran en los pa\u00edses de ingresos medios (World Bank 2020).<\/p>\n

Asimismo, seg\u00fan la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinaci\u00f3n de Asuntos Humanitarios (OCHA), este a\u00f1o 2021, 235 millones de personas necesitar\u00e1n asistencia y protecci\u00f3n humanitaria, un aumento de casi el 40% con respecto a 2020, lo que se debe casi en su totalidad al impacto del COVID-19 en las poblaciones m\u00e1s vulnerables (OCHA 2021). Se estima que hay 51 millones de desplazados internos nuevos, y el n\u00famero de refugiados se ha duplicado a 20 millones (ReliefWeb 2020). Para fines de 2020, se estima adem\u00e1s que el n\u00famero de personas con inseguridad alimentaria aguda habr\u00e1 aumentado a 270 millones (ReliefWeb 2020). Debido a la conjunci\u00f3n de estas m\u00faltiples crisis, las necesidades de asistencia humanitaria de Naciones Unidas alcanzaron los 35 mil millones de d\u00f3lares para 2021 (OCHA 2021).<\/p>\n

A esta situaci\u00f3n ya apremiante hay que a\u00f1adir la crisis clim\u00e1tica, que est\u00e1 provocando efectos devastadores en los medios de vida y la seguridad de las poblaciones m\u00e1s vulnerables del mundo. El a\u00f1o 2020 es el m\u00e1s c\u00e1lido desde que hay registros del clima (UNEP 2020). Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirti\u00f3 que, a menos que las emisiones globales de gases de efecto invernadero se reduzcan en un 7,6% cada a\u00f1o entre 2020 y 2030, el mundo no cumplir\u00e1 la meta de un incremento de la temperatura de menos de 2 grados como establece el Acuerdo de Par\u00eds (UNEP 2019).<\/p>\n

En s\u00edntesis, hoy enfrentamos una crisis sist\u00e9mica, civilizatoria, que requiere repensar las relaciones entre sociedad, econom\u00eda, pol\u00edtica y naturaleza y una corresponsabilidad de todos los sectores sociales.<\/p>\n

2. Los desaf\u00edos de la arquitectura internacional<\/h3>\n

Uno de los mayores desaf\u00edos para el mundo de hoy asolado por un virus microsc\u00f3pico ha sido precisamente c\u00f3mo ofrecer respuestas coordinadas, integrales y multilaterales a una amenaza que est\u00e1 afectando dram\u00e1ticamente la econom\u00eda, los medios de subsistencia y la vida misma de las personas, en todos los rincones del planeta.<\/p>\n

A pesar de los llamados a la necesidad de mayor cooperaci\u00f3n, solidaridad, coordinaci\u00f3n internacional, muchos pa\u00edses han privilegiado respuestas unilaterales, como el cierre de fronteras y mercados, en una l\u00f3gica del \u201cs\u00e1lvese quien pueda\u201d, incluso recurriendo a discursos de nacionalismo extremo, con un resurgimiento del racismo y la xenofobia.<\/p>\n

\u00bfPor qu\u00e9 la respuesta a la crisis no ha sido colectiva, utilizando el andamiage institucional y los espacios de di\u00e1logo y coordinaci\u00f3n internacionales? La d\u00e9bil capacidad del sistema multilateral de responder de manera eficaz a los retos de hoy se originan, entre otras razones, en la contradicci\u00f3n entre las relaciones de poder sobre las cuales se edific\u00f3 la organizaci\u00f3n de Naciones Unidas tras la Segunda Guerra Mundial, y las transformaciones geopol\u00edticas y de distribuci\u00f3n del poder a nivel internacional en los \u00faltimos 70 a\u00f1os.<\/p>\n

La consolidaci\u00f3n de un mundo m\u00e1s multipolar en el sistema internacional plantea serias preguntas para el futuro del multilateralismo, en particular tras la crisis de COVID-19. Solo consideremos que la membres\u00eda de la ONU pas\u00f3 de 51 pa\u00edses a 193 en los \u00faltimos 75 a\u00f1os.<\/p>\n

El surgimiento de los nuevos centros de poder econ\u00f3mico y pol\u00edtico, as\u00ed como de nuevos actores en la pol\u00edtica internacional, como tambi\u00e9n una fuerte presencia del sector privado, los organismos regionales, los pueblos ind\u00edgenas y las organizaciones de la sociedad civil, han hecho del sistema de gobernanza mundial un espacio en disputa donde convergen los m\u00e1s diversos intereses. Este fen\u00f3meno se puede observar en las negociaciones de cualquier foro multilateral, donde los acuerdos y los consensos son cada vez m\u00e1s dif\u00edciles de lograr, desde los conflictos armados, hasta los temas de migraci\u00f3n o cambio clim\u00e1tico.<\/p>\n

Esta situaci\u00f3n se replica en el caso de la pandemia, que tambi\u00e9n ha puesto a prueba la capacidad de la ONU para coordinar una respuesta oportuna, concertada y eficaz. La organizaci\u00f3n debi\u00f3 operar un plan de contingencia para operar en las actuales condiciones de confinamiento y enfrenta, a\u00fan hoy, un gran desaf\u00edo en sus m\u00e9todos de trabajo. Adem\u00e1s, a pesar de sus innumerables informes, resoluciones y propuestas como el establecimiento del llamamiento al cese del fuego global que hiciera el secretario general as\u00ed casi un a\u00f1o, la creaci\u00f3n del Plan Global de Respuesta Humanitaria y el Fondo de Recuperaci\u00f3n para Pa\u00edses Pobres y de Ingresos Medios, las respuestas de la comunidad internacional no han estado a la altura de la crisis.<\/p>\n

Un claro ejemplo de las dificultades en la respuesta del sistema multilateral es el proceso mundial de inmunizaci\u00f3n contra el COVID-19. El desarrollo de las vacunas contra este virus despert\u00f3 gran esperanza para poner fin a la pandemia. Sin embargo, hoy el mundo est\u00e1 viendo con desilusi\u00f3n c\u00f3mo el acceso y el despliegue de las vacunas es incierto, desigual y est\u00e1 excluyendo a los pa\u00edses y grupos poblacionales m\u00e1s pobres. De hecho, si los patrones de inmunizaci\u00f3n contin\u00faan como est\u00e1n, nueve de cada 10 personas en los pa\u00edses m\u00e1s pobres no podr\u00e1n ser vacunados este a\u00f1o (Boseley 2020).<\/p>\n

Desde la Comisi\u00f3n Internacional de Lancet sobre el COVID-19, en la que tengo el honor de participar, publicamos en febrero pasado un informe sobre la situaci\u00f3n de la pandemia. Uno de los elementos que destacamos es que el mundo no cuenta con una plataforma multilateral efectiva y suficiente para la distribuci\u00f3n equitativa de las vacunas, lo que ha dejado a los pa\u00edses de ingresos bajos y medios con pocas posibilidades de inmunizar a sus poblaciones, terminar con la pandemia y avanzar en la recuperaci\u00f3n econ\u00f3mica (Sachs et al. 2021).<\/p>\n

La falta de mecanismos multilaterales para asegurar el acceso equitativo a la vacuna del COVID-19 a toda la poblaci\u00f3n ha puesto al mundo al borde de un \u201ccatastr\u00f3fico fracaso moral\u201d, seg\u00fan ha denunciado el director general de la Organizaci\u00f3n Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que costar\u00e1 vidas y medios de subsistencia a los pa\u00edses m\u00e1s pobres del mundo (UN News 2021). Adem\u00e1s de los costos humanos, el acceso desigual a la vacuna afectar\u00e1 la recuperaci\u00f3n econ\u00f3mica mundial.<\/p>\n

3. El proceso de reforma de las Naciones Unidas<\/h3>\n

Es claro entonces que una renovaci\u00f3n, una modernizaci\u00f3n de la ONU, es imprescindible. Pero este ejercicio solo ser\u00e1 posible con la participaci\u00f3n activa, la voz y la opini\u00f3n de todos los actores, bajo el liderazgo de los Estados.<\/p>\n

Cuando ejerc\u00ed la presidencia de la Asamblea General de la ONU y tomamos la decisi\u00f3n de iniciar un proceso para conmemorar el 75 aniversario de la organizaci\u00f3n, ten\u00edamos en mente algo m\u00e1s que una simple conmemoraci\u00f3n de logros pasados. M\u00e1s bien, la idea fue desencadenar una conversaci\u00f3n de alcance mundial sobre el futuro de la ONU, involucrar a \u201cNosotros los Pueblos\u201d en el proceso de repensar la ONU y, por supuesto, hacer que los Estados Miembros de la ONU se comprometan con una Declaraci\u00f3n Pol\u00edtica s\u00f3lida (Espinosa 2021).<\/p>\n

El secretario general de la ONU se mostr\u00f3 entusiasmado con la idea desde el inicio. Nombr\u00f3 un equipo de primer nivel para lanzar una consulta mundial. La sociedad civil tambi\u00e9n respondi\u00f3 con entusiasmo. M\u00e1s de 60.000 organizaciones contribuyeron a los eventos de la consulta \u201cONU75\u201d (Espinosa 2021). Redes globales como UN2020 y Together First <\/em>elaboraron una Declaraci\u00f3n y un Plan de Acci\u00f3n Mundial exhaustivos. Adem\u00e1s, la Asamblea General de la ONU adopt\u00f3\u00a0\u00a0 una s\u00f3lida Declaraci\u00f3n Pol\u00edtica por el 75 aniversario de la organizaci\u00f3n, con el apoyo de los 193 Estados miembros. Esta Declaraci\u00f3n cuenta con 12 compromisos en los temas m\u00e1s importantes de la agenda multilateral, desde la paz y la seguridad, el combate a las desigualdades y la equidad de g\u00e9nero, el cuidado del planeta y el cambio clim\u00e1tico, hasta la necesidad de alianzas y partenariados. La Declaraci\u00f3n insiste, adem\u00e1s, en la necesidad de renovar la confianza en las instituciones multilaterales.<\/p>\n

La Declaraci\u00f3n Pol\u00edtica de la \u201cONU75\u201d solicita al secretario general a producir un informe para septiembre de 2021, con recomendaciones \u201cpara avanzar en nuestra agenda com\u00fan y responder a los desaf\u00edos actuales y futuros\u201d (Espinosa 2021). Me complace saber que, en preparaci\u00f3n de este importante informe, la Oficina del Secretario General llevar\u00e1 a cabo consultas de gran alcance, no solo con los Estados, sino tambi\u00e9n con el sector privado, los l\u00edderes de opini\u00f3n, los j\u00f3venes y la sociedad civil. \u00bfPor qu\u00e9 son importantes estas consultas? Si bien la consulta mundial \u201cONU 75\u201d de 2020 dio luces sobre el \u201cqu\u00e9\u201d se debe hacer y qu\u00e9 tipo de futuro queremos para la ONU, ahora corresponde definir una hoja de ruta para la construcci\u00f3n de esta \u201cAgenda Com\u00fan\u201d.<\/p>\n

Aqu\u00ed veo dos procesos convergentes. Por una parte, est\u00e1 la renovaci\u00f3n institucional de la ONU, que debe proporcionar una estructura organizacional que funcione mejor y est\u00e9 adecuadamente financiada, incluyendo los mecanismos para la participaci\u00f3n del sector privado y la sociedad civil. Y, por otro lado, est\u00e1n las prioridades y plataformas conjuntas que abordan los problemas mundiales en los que la ONU puede y debe actuar tales como la desigualdad, la pobreza, el desarme, la crisis clim\u00e1tica y los derechos de las mujeres y ni\u00f1as. Estos dos procesos son interdependientes y deben ocurrir de manera simult\u00e1nea.<\/p>\n

Precisamente sobre el tema de agendas y prioridades, este 2021 es un a\u00f1o crucial que debe sentar las bases para una necesaria \u201creconciliaci\u00f3n\u201d de la humanidad con la naturaleza. Necesitamos resultados s\u00f3lidos y ambiciosos de las pr\u00f3ximas conferencias mundiales sobre el clima, la biodiversidad y la desertificaci\u00f3n, as\u00ed como las conferencias de alto nivel sobre oc\u00e9anos y sistemas alimentarios. Es la primera vez que en un mismo a\u00f1o se producen cinco eventos mundiales de alto nivel con implicaciones para la sostenibilidad del planeta y las sociedades humanas (Espinosa 2021).<\/p>\n

Asimismo, en marzo se celebr\u00f3 el Foro Generaci\u00f3n Igualdad, convocado por ONU Mujeres y copatrocinado por los gobiernos de M\u00e9xico y Francia. El foro fue una gran oportunidad para reforzar los compromisos internacionales y acelerar acciones para lograr la igualdad de g\u00e9nero. Al reunir a gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y al sector filantr\u00f3pico y privado, brind\u00f3 al mundo una plataforma para promover cambios transformadores para lograr la igualdad de g\u00e9nero y garantizar el disfrute de todos los derechos humanos y el bienestar de todas las mujeres y ni\u00f1as (ONU Mujeres 2021).<\/p>\n

Estos son solo algunos de los momentos claves de la agenda internacional de este a\u00f1o. Y debemos asegurarnos de que \u00e9sta sea verdaderamente una D\u00e9cada de Acci\u00f3n para la Agenda 2030.<\/p>\n

Un sistema multilateral moderno y eficaz<\/h3>\n

Para el proceso de reforma de la ONU sea efectivo y cuente con una arquitectura multilateral renovada, debemos considerar ente otros, aspectos claves como:<\/p>\n

    \n
  1. Un enfoque intergeneracional. El futuro empieza hoy. El di\u00e1logo intergeneracional y la corresponsabilidad a nivel nacional e internacional son fundamentales. Alcanzar los objetivos y metas de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible ser\u00eda una tarea imposible si no est\u00e1 conectada con la opini\u00f3n p\u00fablica, con las necesidades de la gente, con la pol\u00edtica y los pol\u00edticos, con los parlamentos, con el sector empresarial. Un enfoque que incluya adem\u00e1s a j\u00f3venes y mayores, mujeres, pueblos ind\u00edgenas, personas con discapacidad, es fundamental para superar la desconexi\u00f3n entre niveles de gobierno y actores sociales y democratizar los procesos de toma de decisiones. La participaci\u00f3n social en la toma de decisiones multilaterales no debe verse como una formalidad, un acto simb\u00f3lico y pol\u00edticamente correcto, sino m\u00e1s bien como un indicador de efectividad e impacto. Y para que las decisiones sean efectivas y transformadoras, es necesaria la apropiaci\u00f3n social a trav\u00e9s de mecanismos de participaci\u00f3n predecibles, institucionalizados, con mecanismos de rendici\u00f3n de cuentas y transparencia.<\/li>\n<\/ol>\n
      \n
    1. Un enfoque sist\u00e9mico. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son interdependientes. Hemos demostrado una y otra vez que, por ejemplo, la inacci\u00f3n clim\u00e1tica profundiza la pobreza, el hambre y desplaza a millones de v\u00edctimas cada a\u00f1o. Hay evidencias contundentes de que, por ejemplo, la lucha contra las desigualdades y la construcci\u00f3n de sociedades m\u00e1s justas e inclusivas influyen en la mitigaci\u00f3n de la crisis clim\u00e1tica. As\u00ed mismo, sabemos tambi\u00e9n que el empoderamiento de las mujeres es un ant\u00eddoto para la seguridad alimentaria, para el crecimiento econ\u00f3mico, y para la garant\u00eda y universalidad de los derechos humanos.<\/li>\n<\/ol>\n
        \n
      1. La necesidad de un nuevo contrato social. Necesitamos renovar nuestro compromiso con los principios de cooperaci\u00f3n y solidaridad, consagrados en la Carta fundacional de las Naciones Unidas y con el esfuerzo colectivo de construir sociedades pac\u00edficas y democr\u00e1ticas, que se centren en la dignidad humana y el respeto por la naturaleza. Hoy existe un gran impulso para promover un \u201cNew Deal<\/em>\u201d global y verde que vaya m\u00e1s all\u00e1 de una renovaci\u00f3n macroecon\u00f3mica. Empleos verdes, nuevas matrices energ\u00e9ticas, una sabia inversi\u00f3n en sostenibilidad y erradicaci\u00f3n de la pobreza. En otras palabras, necesitamos un nuevo contrato social entre la sociedad, la econom\u00eda y la naturaleza. Ese nuevo contrato social requiere sin duda del compromiso y la participaci\u00f3n activa del sector privado. Hay incontables experiencias de alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil que han conducido a pactos fiscales, productivos y ecol\u00f3gicos. La generaci\u00f3n de empleo digno, la transici\u00f3n ecol\u00f3gica hacia matrices energ\u00e9ticas renovables, la construcci\u00f3n de infraestructura resiliente y baja en carbono, o la propia producci\u00f3n y despliegue de las vacunas contra el COVID-19 son algunos ejemplos.<\/li>\n<\/ol>\n
          \n
        1. Redefinir los \u201cbienes comunes globales\u201d. La necesidad de cooperaci\u00f3n y coordinaci\u00f3n y de una gobernanza mundial s\u00f3lida y predecible basada en el derecho internacional es fundamental si queremos tomar decisiones sobre el futuro de nuestros bienes comunes. Necesitamos ir m\u00e1s all\u00e1 de los bienes comunes convencionales, como los oc\u00e9anos o la atm\u00f3sfera, y considerar la salud, la seguridad y la dignidad humana como bienes comunes globales que requieren decisiones multilaterales concertadas y, por ende, de una organizaci\u00f3n con toda la legitimidad y la autoridad para hacerlo.<\/li>\n<\/ol>\n

          Lo cierto es que, a pesar de las p\u00e9rdidas humanas, el sufrimiento, la incertidumbre y la recesi\u00f3n, las crisis desencadenadas por la pandemia del COVID-19 han generado una enorme creatividad, nuevas ideas, propuestas para reconstruir mejor. Tanques de pensamiento, ciudadanos movilizados, pueblos ind\u00edgenas, agencias y programas de Naciones Unidas, y sus Comisiones Econ\u00f3micas Regionales, est\u00e1n trabajando intensamente para encontrar salidas.\u00a0 El men\u00fa es abundante: desde estrategias de alivio de la deuda externa y de reordenamiento fiscal, hasta un cese al fuego global. Desde un impulso para las econom\u00edas circulares y empleos verdes, hasta una exenci\u00f3n de los derechos de propiedad intelectual sobre tratamientos y vacunas para COVID-19.<\/p>\n

          El sector empresarial juega sin duda un rol preponderante. La innovaci\u00f3n, la corresponsabilidad en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las inversiones en m\u00e1s sustentabilidad, las condiciones laborales adecuadas, son fundamentales para este nuevo contrato social. Hay, como se\u00f1alaba, cientos de empresas comprometidas con la sustentabilidad y con la justicia social. Por ello, debemos construir alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil en funci\u00f3n de pactos fiscales, productivos y ecol\u00f3gicos.<\/p>\n

          La verdad es que existe un amplio reconocimiento de que no podemos volver a la antigua normalidad, porque no era sostenible. Estamos llamados a crear una nueva normalidad. Necesitamos construir un mundo m\u00e1s sostenible, m\u00e1s resiliente, m\u00e1s humano. Un mundo libre de desigualdades e injusticias, y tenemos las herramientas, tenemos el conocimiento, tenemos los recursos para hacerlo, necesitamos el liderazgo y la decisi\u00f3n pol\u00edtica.<\/p>\n

          Es mucho lo que ya hemos construido en estos 75 a\u00f1os, empezando por todo el andamiaje del derecho internacional. Creo firmemente que las Naciones Unidas son insustituibles. Quiz\u00e1s, hoy estamos asistiendo al inicio de una nueva era. Un nuevo momento fundacional para la organizaci\u00f3n con la participaci\u00f3n de todos y todas.<\/p>\n

          <\/h6>\n
          Referencias<\/strong><\/h6>\n