-Aquellas ‘sabatinas’ constitu\u00edan una especie de cen\u00e1culo art\u00edstico-musical<\/p>\n
Mientras escuchaba el excelente hacer de los entusiastas alumnos que formanla Sinfoniettay Escolan\u00eda del Colegio de San Francisco de Paula de Sevilla en el concierto de clausura de los actos conmemorativos del CXXV aniversario de su fundaci\u00f3n, evocaba con nostalgia aquellas ‘sabatinas’ (s\u00f3lo hab\u00eda una tarde semanal no lectiva) que, organizadas en la d\u00e9cada de los 50 del pasado siglo por los directores, los hermanos Rey Guerrero -don Luis, cient\u00edfico de vocaci\u00f3n y mel\u00f3mano de convicci\u00f3n; don Jos\u00e9, prototipo del intelectual refinado al que nada del saber le era ajeno- constitu\u00edan una especie de cen\u00e1culo art\u00edstico-musical, un aut\u00e9ntico remanso cultural en aquella \u00e9poca gris y mortecina en la que la conocida como ‘clase general’ se transformaba por unas horas en improvisado sal\u00f3n de actos donde, am\u00e9n de representaciones teatrales, un modesto piano vertical, asentado en tosca tarima, nos trasladaba al mundo de la m\u00fasica a trav\u00e9s de las actuaciones de unos alumnos que ya entonces, como dir\u00edan los cl\u00e1sicos, “apuntaban maneras”. Yo, que a la saz\u00f3n daba mis primeros pasos en el periodismo musical, me sent\u00eda fascinado por el talento de quienes, un d\u00eda, habr\u00edan de alcanzar el reconocimiento y la plenitud art\u00edstica, tal es el caso, entre otros, de Manuel Castillo, futuro catedr\u00e1tico y director del Conservatorio, galardonado en dos ocasiones con el Premio Nacional de M\u00fasica; de Guillermo Salvador (tambi\u00e9n conocido por Salvador Fern\u00e1ndez), pianista de tocco l\u00edmpido y cristalino, que nos dejaba pasmados con sus interpretaciones de Chopin ‘a lo Cortot’, que le llevar\u00edan hasta el lejano M\u00e9jico en una carrera profesional fulgurante; de Luis Romero, tan imprevisible como original, exiliado voluntario, ap\u00f3stol de Falla, cuya m\u00fasica nos ense\u00f1\u00f3 a amar (el “Retablo de Maese Pedro es una de las cumbres de la m\u00fasica espa\u00f1ola”, repet\u00eda con vehemencia)\u2026 De entre otros m\u00fasicos invitados, recuerdo con admiraci\u00f3n al profesor Luis Lerate, violinista de recia urdimbre, fundador de un cuarteto que adquiri\u00f3 justo renombre y miembro destacado dela Orquesta B\u00e9ticade C\u00e1mara, agrupaci\u00f3n \u00fanica en su g\u00e9nero, nacida al calor de Falla y de su disc\u00edpulo Ernesto Halffter, que tuvo en Manuel Navarro al int\u00e9rprete ideal de “Noches en los jardines de Espa\u00f1a”, recogidas en una grabaci\u00f3n hist\u00f3rica que bien podr\u00eda servir de referencia a m\u00e1s de un pianista de nuestro tiempo.<\/p>\n
Al hilo de aquellas vivencias escolares, que hacen bueno aquello de “sembrar para recoger”, quisiera hacer hincapi\u00e9 en la importancia de transmitir determinados valores art\u00edsticos y culturales a edades tempranas, antes de que la zafiedad de una sociedad teleadicta, chabacana y semianalfabeta, horra de ideales, que hace del mal hablar, modales tabernarios y cochambroso vestir norma de conducta, inocule semejantes virus en las mentes j\u00f3venes, aniquilando cualquier atisbo de sensibilidad art\u00edstica y de curiosidad intelectual,\u00a0 los grandes adversarios de la vulgaridad y de la llamada ‘cultura de masas’.<\/p>\n
En lo que ata\u00f1e a la m\u00fasica, la gran pregunta que habr\u00eda que formularse, en un pa\u00eds cuyas televisiones p\u00fablicas emiten sus programas musicales en horarios irracionales, m\u00e1s pr\u00f3ximos de la asc\u00e9tica que de la est\u00e9tica, que dir\u00eda el fil\u00f3sofo, deber\u00eda ser : Pero, \u00bfgusta realmente la m\u00fasica en Espa\u00f1a? Ello explicar\u00eda la escasa asistencia, salvo contadas excepciones, de estudiantes y j\u00f3venes en general a tantos y tan interesantes conciertos y recitales, la mayor\u00eda de rango y categor\u00eda internacionales, como los que se ofrecen en nuestra ciudad a lo largo de la temporada, tal como puede comprobarse al contemplar la abundancia de n\u00edveas cabelleras (\u00a1en el mejor de los casos!) que pueblan nuestras salas de conciertos, lo cual demuestra que no se ha producido el necesario relevo generacional. Y ello no ser\u00e1 posible si, ni desde el hogar ni desde la escuela, se ense\u00f1a a amar y comprender la dimensi\u00f3n universal de la m\u00fasica mal llamada ‘cl\u00e1sica’. La asistencia espor\u00e1dica y un tanto forzada a alg\u00fan que otro ensayo sinf\u00f3nico o l\u00edrico, a\u00fan siendo algo encomiable, no es suficiente. De ah\u00ed la trascendencia -y la nostalgia- de iniciativas como las del San Francisco de Paula.<\/p>\n