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La econom\u00eda espa\u00f1ola termin\u00f3 el a\u00f1o 2007 en una situaci\u00f3n bastante inquietante: ca\u00edda del ritmo de crecimiento y un fuerte aumento de los precios. Algunos economistas advierten que de prolongarse esta situaci\u00f3n la econom\u00eda espa\u00f1ola entrar\u00eda en un proceso de estanflaci\u00f3n. Las primeras semanas del 2008 han puesto de manifiesto que la situaci\u00f3n de los mercados financieros, y en particular el espa\u00f1ol, contin\u00faa deterior\u00e1ndose, y empieza a afectar de forma negativa a la econom\u00eda real: mayor restricci\u00f3n en la concesi\u00f3n de cr\u00e9ditos, subidas de tipo de inter\u00e9s (Eur\u00edbor), fuerte subida de los precios (inflaci\u00f3n) y desconfianza de los agentes econ\u00f3micos. Esto est\u00e1 creando incertidumbre en el mundo empresarial y desconfianza y pesimismo sobre la marcha de la econom\u00eda espa\u00f1ola.<\/p>\n
La econom\u00eda espa\u00f1ola ha dependido en exceso de la construcci\u00f3n residencial y en la actualidad las ventas de vivienda se han paralizado, con un estancamiento l\u00f3gico de los precios. El escenario m\u00e1s optimista se\u00f1ala una p\u00e9rdida de medio mill\u00f3n de empleos en la construcci\u00f3n en los pr\u00f3ximos dos a\u00f1os. As\u00ed mismo el consumo de los hogares y de las familias ha descendido y empieza a afectar al crecimiento econ\u00f3mico. Como bot\u00f3n de nuestra se\u00f1alamos el descenso en los viajes y gastos tur\u00edsticos de las familias como consecuencia de las subidas de los tipos de inter\u00e9s y de los precios energ\u00e9ticos y de los alimentos.<\/p>\n
La crisis de las hipotecas basuras en EEUU ha arrastrado a las econom\u00edas occidentales, en especial a la espa\u00f1ola, a un profunda recesi\u00f3n o crisis larvada de sus econom\u00edas.\u00a0 Todas las crisis econ\u00f3micas surgen de alg\u00fan exceso. \u00c9sta, si es que ha llegado, ser\u00eda hija de la abundancia de liquidez consentida por los bancos centrales, que han situado durante demasiado tiempo el dinero demasiado barato, y ha permitido con laxitud supervisora que en determinadas partes del mundo tomase cr\u00e9ditos quien no ten\u00eda ni intenci\u00f3n ni capacidad para devolverlos. Seguramente de esta crisis se sacar\u00e1 en claro una cosa: hace falta atar m\u00e1s corto a los tomadores de pr\u00e9stamos para impedir que la titulizaci\u00f3n del riesgo contamine, como lo ha hecho hasta ahora como una met\u00e1stasis de consecuencias incalculables, el sistema financiero mundial.<\/p>\n
Los fondos de inversi\u00f3n extranjeros han ido retirando su confianza en Espa\u00f1a a las inmobiliarias, a las constructoras y a los bancos, especialmente a aquellos que viv\u00edan del monocultivo dom\u00e9stico de la actividad residencial. Esto ha generado una oleada de pesimismo sobre el futuro de la econom\u00eda espa\u00f1ola que no se ha podido desterrar a\u00fan.<\/p>\n
En paralelo, la banca mundial ha entrado en una par\u00e1lisis de actividad por la falta de confianza entre los distintos bancos. Nadie se f\u00eda de la calidad de los cr\u00e9ditos que conceden o ponen en el mercado interbancario sus iguales, lo que ha llevado a un encarecimiento del cr\u00e9dito y forzado a la intervenci\u00f3n de los Bancos Centrales (Banco Central Europeo y la Reserva Federal Norteamericana) a inyectar liquidez para mantener los tipos. Tal par\u00e1lisis del cr\u00e9dito coincide con el fundado temor a una recesi\u00f3n en la primera econom\u00eda del mundo (EE.UU.) y su repercusi\u00f3n sobre el resto del planeta.<\/p>\n
Destacados economistas, pero sobretodo, Joseph Stiglizz, premio nobel de econom\u00eda, apunta que los pa\u00edses desarrollados se encaminan hacia una desaceleraci\u00f3n del crecimiento econ\u00f3mico y aumento del paro, proceso denominado por los economistas como estanflaci\u00f3n. El t\u00e9rmino fue acu\u00f1ado con ocasi\u00f3n de la crisis econ\u00f3mica que afecto al mundo en la d\u00e9cada de los 70 del siglo pasado tras la continuada expansi\u00f3n de la posguerra (1945-1970) y se define por una situaci\u00f3n caracterizada por la coexistencia de dos circunstancias aparentemente contradictorias: estancamiento e inflaci\u00f3n, es decir, aumento del desempleo y alza de precio.\u00a0 <\/p>\n
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Esta inquietud econ\u00f3mica y sus posibles soluciones se han convertido en una de las principales bazas de la precampa\u00f1a electoral de los comicios del 9 de marzo. Y lo ha hecho en un momento de desaceleraci\u00f3n tras 14 a\u00f1os en franco crecimiento en lo que se puede considerar el periodo al alza m\u00e1s largo de la historia econ\u00f3mica contempor\u00e1nea. Las dos fuerzas mayoritarias, PSOE y PP han entrado de lleno en la campa\u00f1a electoral ofreciendo una amplia oferta de medidas econ\u00f3micas. El PSOE ofrece suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio, subida de las pensiones, creaci\u00f3n de 2 millones de empleo, reducci\u00f3n del Impuesto de Sucesi\u00f3n y Donaciones y medidas sociales como un plan de dentista gratis para los ni\u00f1os. Mientras el PP ofrece la creaci\u00f3n de un ministerio de la familia, rebajar el IRPF y reducci\u00f3n del Impuesto de Sociedades del 25 % al 20 % a las Pymes.<\/p>\n
Sea cual sea el resultado de las elecciones y el partido ganador el 9 de marzo, el nuevo gobierno que se forme y su ministro de Econom\u00eda y Hacienda (Solbes o Pizarro) deber\u00e1n tomar una serie de medidas para paliar los efectos de las restricciones crediticias sobre los agentes econ\u00f3micos derivados de la falta de liquidez; medidas para evitar el desplome de la construcci\u00f3n y sus efectos sobre el empleo, soluciones al fuerte proceso inflacionario, reformar el mercado de trabajo… <\/p>\n
En fin, dar confianza al tejido productivo y a los consumidores sobre el futuro de la econom\u00eda espa\u00f1ola.<\/p>\n