{"id":45784,"date":"2013-12-26T11:43:10","date_gmt":"2013-12-26T11:43:10","guid":{"rendered":"http:\/\/www.agendaempresa.com\/?p=45784"},"modified":"2018-01-09T19:16:07","modified_gmt":"2018-01-09T18:16:07","slug":"hacia-donde-miramos-reflexiones-sobre-el-crecimiento","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/45784\/hacia-donde-miramos-reflexiones-sobre-el-crecimiento\/","title":{"rendered":"\u00bfHacia d\u00f3nde miramos? Reflexiones sobre el crecimiento"},"content":{"rendered":"
Llevamos ya una larga serie de a\u00f1os de crisis, que arranc\u00f3 en 2007 con un origen financiero pero que afect\u00f3 con intensidad a la estabilidad de la econom\u00eda global. R\u00e1pidamente sus efectos se trasladaron a la econom\u00eda real, especialmente en los pa\u00edses desarrollados, que arrastran desde entonces una situaci\u00f3n de aton\u00eda en el consumo interno que lastra enormemente su potencial de crecimiento. No obstante, la crisis no es global, como lo demuestra el hecho de que desde 2009 la econom\u00eda mundial ha crecido a tasas superiores al 3,5 % anual, con un comportamiento claramente disociado entre las econom\u00edas desarrolladas y los pa\u00edses emergentes, motores de este crecimiento, lo que est\u00e1 provocando una convergencia entre estos bloques que probablemente se acelerar\u00e1 en los pr\u00f3ximos a\u00f1os. En este contexto la evoluci\u00f3n reciente de la econom\u00eda espa\u00f1ola invita a la esperanza. Despu\u00e9s de varios a\u00f1os de decrecimiento, fruto de una demanda interna muy debilitada por el elevado endeudamiento privado (familias y empresas) y p\u00fablico (Administraciones Central, Auton\u00f3mica y Local) y por las dificultades para acceder a financiaci\u00f3n, empiezan a aparecer un conjunto de indicadores cuya evoluci\u00f3n positiva est\u00e1 permitiendo atisbar una futura mejor\u00eda; los \u00faltimos datos sobre el crecimiento trimestral, los registros de la tasa de desempleo, la t\u00edmida mejor\u00eda del consumo interno y la inversi\u00f3n invitan a pensar que las expectativas de los agentes econ\u00f3micos est\u00e1n descontando un cambio de tendencia en los pr\u00f3ximos trimestres. Para reforzar esa esperanza conviene tambi\u00e9n mirar el reciente comportamiento de nuestro sector exterior, que en estos a\u00f1os atr\u00e1s ha corregido sus profundos desequilibrios, hasta el punto de que, por primera vez, Espa\u00f1a registra un importante super\u00e1vit en la balanza por cuenta corriente. El crecimiento continuado de nuestras exportaciones, que vuelve a repetirse en los tres primeros trimestres de 2.013, demuestra que el proceso de deflaci\u00f3n interna, al que se han ajustado todos los agentes econ\u00f3micos, est\u00e1 devolviendo a las empresas espa\u00f1olas su capacidad para competir en el mercado global, lo que puede convertirse en una s\u00f3lida palanca para el crecimiento futuro. Ha llegado, por tanto, el momento de mirar hacia delante con una profunda convicci\u00f3n de que seremos capaces no s\u00f3lo de dejar atr\u00e1s la recesi\u00f3n sino de superar esta crisis, volviendo a recuperar los anteriores niveles de empleo y bienestar. Comp\u00e1rese el descr\u00e9dito acumulado por Espa\u00f1a hasta el verano de 2.012, en el que el rumor del rescate era insistente, con el reconocimiento generalizado, un a\u00f1o despu\u00e9s, de que el esfuerzo de empresas y trabajadores y el sacrificio asumido por la sociedad, con las reformas implementadas, est\u00e1 sentando las bases para competir con \u00e9xito en el mercado mundial y volver a crecer de forma sostenida. Los que hace un a\u00f1o no daban un duro por nosotros hoy nos ponen de ejemplo de regeneraci\u00f3n y de modelo sobre c\u00f3mo afrontar un proceso de cambio para superar las debilidades estructurales acumuladas durante a\u00f1os. No obstante, se oye con insistencia que la mejor\u00eda a nivel macroecon\u00f3mico no ha llegado a\u00fan a las familias y a las empresas, que siguen atravesando enormes dificultades para sobrevivir.<\/p>\n