Siguiendo teor\u00edas de alguien tan sabio en la materia como el profesor Walzlawick o mi colega el doctor Llacuna, es imposible no comunicarse, y hasta el silencio consigue comunicar m\u00e1s que la mayor\u00eda de canales que utilizamos, pero en realidad, no todo lo que nos llega especialmente por la v\u00eda verbal y escrita nos comunica. S\u00f3lo nos comunicamos con lo que nos repercute porque toda comunicaci\u00f3n implica un contenido y una relaci\u00f3n. La comunicaci\u00f3n no es proceso l\u00f3gico sino psicol\u00f3gico, por tanto, debe darse un \u2018feed back\u2019 del receptor sobre c\u00f3mo est\u00e1 entendiendo el mensaje y que llegue a nuestro interior provocando emoci\u00f3n y reacci\u00f3n. Vivimos un momento de excesos, especialmente de informaci\u00f3n, mal llamada comunicaci\u00f3n. La mayor\u00eda de los mensajes se queda en el simple informe, por tanto, no interesan a casi nadie, ni trasciende, ni modifican ninguna actitud. Eso ocurre en gran parte de la ense\u00f1anza, no siempre por culpa de los maestros, y naturalmente, en los medios. Cu\u00e1nta energ\u00eda malgastada, frases huecas que no sirven para nada, pocas cosas que lleguen de verdad, t\u00f3picos como \u2018a ver si quedamos\u2019 o \u2018t\u00fa s\u00ed que vives bien\u2019 son tan absurdos en lo cotidiano como \u2018lo importante son las personas\u2019 \u2018sin valores no se puede hacer empresa\u2019, o peor, \u2018el cliente es lo primero\u2019. Todo eso se queda pegado en el hermoso tabl\u00f3n de intenciones colgado de la pared de la recepci\u00f3n de las empresas. Luego viene todo lo dem\u00e1s, lo que denominar\u00edamos los hechos, los comportamientos ejemplares, la congruencia al actuar, la intenci\u00f3n en el mensaje, y la involucraci\u00f3n. A la hora de la verdad, todo eso es ciencia ficci\u00f3n, sobre todo en muchas empresas de las que cotizan y gastan millones en supuesta \u2018comunicaci\u00f3n\u2019. Pero tambi\u00e9n existe el camino de en medio. Es lo que yo calificar\u00eda como datos. Hay gente que no comunica, ni tampoco informa, pero nos da datos en forma de estad\u00edsticas, de cuentas de resultados. El dichoso \u201cevita\u201d, la mayor\u00eda de \u00f3rdenes se dan as\u00ed, se llega al \u201chay que hacer esto\u201d sin concretar qui\u00e9n lo hace, pero obviamente no lo har\u00e1 el que manda, o bien \u201cdebemos conseguir este objetivo\u201d pero sin cuestionar, para qu\u00e9, c\u00f3mo, cu\u00e1ndo y por qu\u00e9. Incluso, la gente vive la rutina de su vida sin saber porque lo hace. Todo eso se hace a\u00fan m\u00e1s familiar para la gente de RRHH cuando recibe mandatos de la direcci\u00f3n con ideas clave: \u201cdebemos capacitar a la gente en eso…\u201d \u201cmontaremos un curso y les ir\u00e1 bien\u201d o \u201cque hagan una selecci\u00f3n o despidan o promocionen\u201d o \u201chagan pruebas\u201d o \u201cmontemos una salida de \u2018outdoor-training\u2019\u201d, sobre todo \u201creducci\u00f3n de costes\u201d. Cualquier cosa vale menos escuchar al que se supone que es el \u2018proveedor\u2019 de los perfiles competentes para realizar cada funci\u00f3n.<\/p>\n
Con el dato se llega hasta el nivel de identificar y aclarar de qu\u00e9 va el tema, pero sin duda, tampoco hay repercusi\u00f3n porque nadie aplica la empat\u00eda y menos el compromiso. Por mucho que se hable de atraer y retener talento, del liderazgo, de los valores a\u00f1adidos o de tener buenos profesionales, todo eso puede quedarse en el triste rinc\u00f3n de la informaci\u00f3n, si no nos aplicamos en escuchar. \u00bfCreen que el mundo funcionar\u00eda tan mal si la gente adem\u00e1s de hablar escuchara un poco? Creo que no. Para eso tenemos dos orejas y una sola boca, por tanto, quiz\u00e1s valdr\u00eda la pena ahorrarnos muchas palabras muy repetitivas y empezar a hacer m\u00e1s cosas, la gente lo agradecer\u00eda y usted y yo, tambi\u00e9n.<\/p><\/div>\n