Confieso mi adicci\u00f3n a las f\u00e1bulas, porque son maravillosas para la comunicaci\u00f3n, son breves, f\u00e1ciles de leer y contienen mensaje: bienaventurado Esopo. <\/p>\n
“Cuentan que exist\u00eda una cigarra y una hormiga. Mientras la primera pasaba el verano cantando la otra se afanaba recogiendo grano. Lleg\u00f3 el invierno y mientras la hormiguita sobreviv\u00eda por su previsi\u00f3n, la cigarra musiquera mor\u00eda de hambre o viv\u00eda del paro”. <\/p>\n
A modo de par\u00e1bola podemos aplicar el mensaje para las Universidades de Verano, pero con opiniones controvertidas, sobre todo para la vieja ortodoxia de la formaci\u00f3n, aqu\u00e9llos que a\u00fan se creen el esquema de vacaciones de verano, Navidad y Semana Santa. <\/p>\n
Y como contraste, las nuevas generaciones de formadores, entre los que me cuento, y que pensamos que la verdadera formaci\u00f3n empieza cuando nos licencian en la universidad, o sea, trabajar form\u00e1ndose. <\/p>\n
La diferencia la vemos en el mundo real, porque aquellos que se encaraman al mero conocimiento acaban opositando en el mejor de los casos o en las filas del paro, si no son brillantes. <\/p>\n
Y es que la nueva sociedad s\u00f3lo busca del universitario su capacidad de innovar, su actitud flexible y el compromiso para aportar lo que sabe convirti\u00e9ndolo en un valor a\u00f1adido para la corporaci\u00f3n y el equipo humano con el que trabaja. <\/p>\n
Por tanto no s\u00f3lo deben haber escuelas de verano, sino escuelas eternas sin horarios ni l\u00edmites en espacio y tiempo. <\/p>\n
El formato actual de los cursos de verano en general me parece muy oportuno, en primer lugar, porque el entorno acostumbra a ser apetecible, trabajar a primeros de septiembre en aulas vac\u00edas sin el peso del d\u00eda a d\u00eda es una garant\u00eda de buena comunicaci\u00f3n y un est\u00edmulo para los sentidos, especialmente los que nos mueven a participar y escuchar. <\/p>\n
Adem\u00e1s, la oportunidad de contar con un cuadro de grandes expertos, animados por viajar a otras regiones, con el atractivo de compartir en poco tiempo conocimientos ante un p\u00fablico interesado, es lo m\u00e1s parecido a las envidiadas clases magistrales. <\/p>\n
Porque, cuando la opini\u00f3n no exige el contraste, se muestra m\u00e1s libre y natural, teniendo en cuenta que los alumnos que se apuntan a estos cursos no pretenden otra evaluaci\u00f3n que conocer la opini\u00f3n solvente del experto. <\/p>\n
Por \u00faltimo y si analizamos la referencia acad\u00e9mica, lo cierto es que existen sensibles diferencias incluso en la forma pedag\u00f3gica entre los curr\u00edculo de las diferentes carreras con los cursos espec\u00edficos del verano. <\/p>\n
Y yo pienso que esto es bueno, incluso da prestigio a las universidades, porque permite dar un servicio mucho m\u00e1s personalizado y sin perder de vista que el tiempo de estudio siempre lo marca el alumno en funci\u00f3n de sus ganas de aprender. <\/p>\n