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Medio siglo de docencia intensiva (que a\u00fan no me ha abandonado del todo), al margen de otras actividades afines, me autorizan a expresar mi\u00a0 opini\u00f3n acerca del "proyecto de Orden por la que se regulan las pruebas para la obtenci\u00f3n del t\u00edtulo de Bachiller para personas mayores de veinte a\u00f1os". <\/p>\n
Esta especie de 'reincorporaci\u00f3n acad\u00e9mica' tiene su origen en el Pre\u00e1mbulo de la Ley Org\u00e1nica (2\/2006) de Educaci\u00f3n que establece que "la educaci\u00f3n se concibe como aprendizaje permanente, que se desarrolla a lo largo de la vida, por lo que todas las personas deben tener la posibilidad de formarse dentro y fuera del sistema educativo, con el fin de adquirir, actualizar, completar o ampliar sus capacidades […] Para ello, "se hace necesario contar con una oferta amplia y flexible que permita tanto a los j\u00f3venes que abandonaron sus estudios de una manera temprana como a todas las personas adultas continuar su aprendizaje a lo largo de la vida". (1)<\/p>\n
Hasta aqu\u00ed, nada que objetar, a no ser por el temor de que el Bachillerato – m\u00e1xima titulaci\u00f3n que acredita los conocimientos esenciales para acceder a los estudios superiores – sufra, al fragmentarse, una nueva devaluaci\u00f3n. Al mismo tiempo, tan plausible proyecto podr\u00eda, en opini\u00f3n de alg\u00fan esc\u00e9ptico que me ha hecho llegar su inquietud, tener un segundo objetivo, \u00e9ste de car\u00e1cter m\u00e1s pol\u00edtico que acad\u00e9mico: 'engordar' artificialmente las estad\u00edsticas, que revelan un alto \u00edndice de fracaso escolar (fracaso maquillado en la ESO, debido, en parte, a la inexistencia de una prueba global de fin de ciclo de la que todos huyen como del fuego) pero particularmente alarmante en el Bachillerato, donde s\u00ed existe (Selectividad), y en la que la responsabilidad es compartida por docentes y examinadores. Estas circunstancias contrastan con lo que sucede en la etapa obligatoria, en la que tutores y profesores se sienten coaccionados por el sistema de promoci\u00f3n quasi autom\u00e1tica.<\/p>\n
La nueva opci\u00f3n suscita, no obstante, al amparo de la experiencia de quienes hemos ejercido la docencia, tanto p\u00fablica como privada, m\u00e1s de una interrogante, a saber:<\/p>\n
a) Partiendo de la complejidad y diversidad de las materias que configuran el Bachillerato, \u00bfen qu\u00e9 medida puede, quien alejado de la pr\u00e1ctica del estudio cotidiano, recuperar la capacidad de abstracci\u00f3n, concentraci\u00f3n, memorizaci\u00f3n y comprensi\u00f3n imprescindibles a la hora de abordar un temario?<\/p>\n
b) El aprendizaje, como es bien sabido, est\u00e1 basado en la autodisciplina, en un m\u00e9todo de trabajo que, salvo excepciones, es dif\u00edcil de improvisar, por lo cual, al margen de la normativa legal,\u00a0 ser\u00eda deseable que los aspirantes pudieran recibir alg\u00fan tipo de orientaci\u00f3n (ll\u00e1mese tutor\u00edas o aulas de apoyo) que les ayudase a 'ponerse al d\u00eda' en\u00a0 asignaturas 'oxidadas', cuando no ignoradas, de las cuales pretenden examinarse. De lo contrario, se volver\u00eda a las famosas convocatorias llamadas de "ense\u00f1anza libre" (en contraste con la "oficial"), cuya superaci\u00f3n – doy fe, en calidad de ex profesor de instituto – era reconocida como m\u00e9rito incuestionable, pues hab\u00eda que dominar el programa, sin exclusi\u00f3n de temas. Todos recordamos nombres de academias, surgidas al socaire de esta necesidad, que exhib\u00edan, al hacer p\u00fablicas las listas de aprobados, el leg\u00edtimo orgullo de una preparaci\u00f3n concienzuda en la que, curiosamente, el absentismo y la falta de rendimiento – dos de los males presentes en nuestra sociedad – eran impensables. La \u00fanica opci\u00f3n posible consist\u00eda, pues, en explicar el temario \u00a1completo!, resolver cientos de problemas, estudiar a fondo la teor\u00eda, identificar lugares geogr\u00e1ficos o saber que el Renacimiento fue anterior a la Ilustraci\u00f3n… Y todo ello, sin cometer faltas de ortograf\u00eda ni atentar contra la normas b\u00e1sicas de la gram\u00e1tica.<\/p>\n
Planteadas estas incertidumbres, confiemos en que los examinadores que han de decidir acerca del futuro de estos "bachilleres de nuevo cu\u00f1o", puedan evaluar aplicando criterios exigentes,\u00a0 estrictamente acad\u00e9micos, incompatibles, en todo caso, con cualquier tipo de presi\u00f3n, ll\u00e1mese \u00e9sta pol\u00edtica o social. Entre tanto, concedamos al novedoso proyecto el beneficio de la duda.<\/p>\n
BOJA – N\u00ba 87- 6 mayo 2010<\/p>\n