{"id":618,"date":"2010-04-30T10:57:46","date_gmt":"2010-04-30T10:57:46","guid":{"rendered":"http:\/\/informaria.info\/?guid=8b16c86cd3ce49ef7d19635620fedd28"},"modified":"2018-01-09T18:18:21","modified_gmt":"2018-01-09T17:18:21","slug":"maranon-y-su-compromiso-liberal","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/618\/maranon-y-su-compromiso-liberal\/","title":{"rendered":"Mara\u00f1\u00f3n y su compromiso liberal"},"content":{"rendered":"
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"El liberalismo es una conducta y, por lo tanto, es mucho m\u00e1s que una pol\u00edtica" (G. Mara\u00f1\u00f3n)<\/p>\n
El pasado mes de marzo se cumpl\u00edan cincuenta a\u00f1os de la desaparici\u00f3n de un espa\u00f1ol universal: Gregorio Mara\u00f1\u00f3n, m\u00e9dico, investigador, ensayista, historiador, conferenciante, periodista de raza, humanista, pero tambi\u00e9n\u00a0 liberal comprometido y pol\u00edtico "por accidente" en su deseo, junto a otros intelectuales, de proporcionar un modelo de Estado que, en palabras de Florido Mu\u00f1oz, "sacara a la naci\u00f3n del marasmo en el que se hallaba sumida". A t\u00edtulo personal, la figura del doctor Mara\u00f1\u00f3n evoca en quien suscribe tiempos de adolescencia y juventud en forma de cartas\u00a0 aut\u00f3grafas dirigidas a mi padre, a quien dispens\u00f3 trato generoso y afable,\u00a0 alg\u00fan libro con dedicatoria o la repercusi\u00f3n internacional de su fallecimiento, pues no en vano hab\u00eda sido miembro activo de numerosas instituciones acad\u00e9micas espa\u00f1olas y extranjeras, as\u00ed como colaborador habitual de prestigiosas publicaciones cient\u00edficas europeas e iberoamericanas.<\/p>\n
Pero hoy, convertido en simple amanuense, no es mi prop\u00f3sito extenderme en la diversidad y excelencia de su vasto legado que, de la mano de una prosa impecable, aborda los temas m\u00e1s heterog\u00e9neos, pues en Mara\u00f1\u00f3n converg\u00edan\u00a0 capacidad de trabajo excepcional y lucidez cient\u00edfica e intelectual, lo que le permiti\u00f3, entre otras cosas, penetrar en el complejo y misterioso terreno de la endocrinolog\u00eda y de la sexualidad del individuo, un tema incipiente y algo tab\u00fa que ayudar\u00eda a comprender muchos de los comportamientos y reacciones m\u00e1s rec\u00f3nditos e inconfesables del individuo. Y todo ello, en virtud de una irrefrenable vocaci\u00f3n – pasi\u00f3n, dir\u00edase mejor- investigadora que habr\u00eda de comportar profundos avances terap\u00e9uticos. <\/p>\n
En cuanto al talante liberal de nuestro ilustre personaje, sugiero una\u00a0 mirada retrospectiva a algunas de las reflexiones expuestas en sus Ensayos liberales (Madrid, 1946-47), concretamente, aquellas que tienen por destinatario al joven y su compromiso con la vida p\u00fablica. Afirma Mara\u00f1\u00f3n que "uno de los deberes que implica ser joven es precisamente el no volver las espaldas a la realidad nacional", sin que ello suponga reemplazar la actividad profesional por una actividad militante y absorbente, pero s\u00ed contribuir, a trav\u00e9s de su inter\u00e9s, de su apasionamiento, incluso, a "formar el ambiente que los hombres pol\u00edticos han de menester para que su actuaci\u00f3n no sea una mera agitaci\u00f3n de polichinelas ante un teatro vac\u00edo"; el joven no debe limitarse a opinar, sino que debe adoptar una actitud rebelde, "henchida de sentido universal y humano". <\/p>\n
Partiendo del principio de que la estructura social no est\u00e1 inspirada en la justicia y no satisface por igual a la conveniencia de todos, sino con preferencia a la de unos en detrimento de los dem\u00e1s, estamos ante una estructura necesitada de constante renovaci\u00f3n, lo que lleva a la conclusi\u00f3n de que "la fuerza leg\u00edtima propulsora de ese cambio tiene que ser la juventud". Porque sucede que, con el paso del tiempo, el esp\u00edritu "se endurece para las injusticias" y se termina por aceptar lo que antes era incomprensible y por transigir ante muchas cosas impuestas por la costumbre, una actitud a la que los a\u00f1os inducen "con suavidad enga\u00f1osa", pero que, en la edad juvenil es "ileg\u00edtima desde un punto de vista cultural". <\/p>\n
Mara\u00f1\u00f3n cree, por supuesto, en la necesidad de las mentes conservadoras; pero "a condici\u00f3n de que exista un contrapeso de mentes inquietas y avanzadas". Y, para explicarlo,\u00a0 acude\u00a0 a la met\u00e1fora: "Si el nav\u00edo avanza hacia adelante y no deriva hacia los escollos de la izquierda o de la derecha, es porque se contrarrestra el empuje contrario de las dos bandas". Esp\u00edritu progresivo y esp\u00edritu conservador: ambos son necesarios para que el mundo avance, ya que las sociedades, como agrupaciones que son de seres vivos, "necesitan el mismo juego (proceso constructivo-destructivo) de fuerzas contrapuestas para no morir y petrificarse". En consecuencia, el eterno conflicto juventud-vejez es una "guerra fecunda", un contraste necesario que no debe impedir que "el anciano alumbre con el fanal de la experiencia la marcha atropellada del adolescente". <\/p>\n
En fin, si este modesto testimonio de reconocimiento logra despertar en el lector – joven o maduro – el inter\u00e9s y la curiosidad por una de las figuras\u00a0 m\u00e1s importantes del siglo XX, la tarea habr\u00e1 merecido la pena.<\/p>\n