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El s\u00edndrome de la ventanilla lo padecen, sobre todo, los funcionarios que tienen un trato directo con el p\u00fablico a lo largo de muchos a\u00f1os.<\/p>\n
Es condici\u00f3n indispensable para sufrir este mal que no se obtenga un beneficio extra o incentivo seg\u00fan el n\u00famero de problemas solucionados, sino que tanto si se atiende a dos como a diez casos, el resultado econ\u00f3mico sea el mismo. Para entendernos: el due\u00f1o de una tienda no padecer\u00e1 esta enfermedad porque por cada cliente atendido obtiene un beneficio y se ve obligado a ser amable.<\/p>\n
Este s\u00edndrome, por tanto, hunde sus ra\u00edces en la burocracia administrativa de los organismos oficiales as\u00ed como en muchos bancos y empresas de similares estructuras organizativas. As\u00ed, una persona se convierte en un n\u00famero, en una cuenta, en una historia cl\u00ednica, en un caso… <\/p>\n
Especialmente sangrante (y nunca mejor dicho) es el caso de la Administraci\u00f3n Sanitaria. Sobre todo en los servicios de urgencia y m\u00e1s concretamente en aquellos que son privados y concertados, donde la soluci\u00f3n de los asuntos administrativos parecen tener prioridad sobre el aspecto humano. No es de extra\u00f1ar encontrarse a personas mayores ante incomprensibles formularios que, de no estar bien completados, les supondr\u00e1 el pago de una cantidad importante.<\/p>\n
En el hipot\u00e9tico caso de un accidente de moto en solitario, adem\u00e1s, queda enfrentarse a la burocracia del seguro que, al ser un accidente de tr\u00e1fico sin otros implicados, buscar\u00e1 en la letra m\u00e1s peque\u00f1a para no pagar ni un s\u00f3lo euro. Y mientras tanto empieza el calvario del herido, a la espera de un m\u00e9dico de urgencias, para despu\u00e9s esperar la resoluci\u00f3n de papeleo que le lleve a la espera del m\u00e9dico de cabecera, que le pondr\u00e1 a la cola de espera del m\u00e9dico especialista, que a su vez le pondr\u00e1 en la lista de espera de las intervenciones quir\u00fargicas; eso s\u00ed, despu\u00e9s de haber esperado lo suficiente como para tener una plaza en alg\u00fan hospital de la \u2018Inseguridad Social'. En definitiva, esperar, esperar y esperar… con una clav\u00edcula partida, dos costillas rotas y mucho coraje para mantenerse en pie.<\/p>\n
Claro, aqu\u00ed surge el networking o enchufismo y uno se evita muchas esperas cuando su salud est\u00e1 en juego. Pero, \u00bfy toda esa gente que no conoce a nadie de la mort\u00edfera cadena burocr\u00e1tica? \u00bfY todos esos que mueren esperando y su p\u00e9rdida queda disfrazada en accidente? \u00bfCu\u00e1ntos cojos, mancos y deformes podr\u00edan haberse evitado si no existiese la burocracia fatal?<\/p>\n
Lo cierto es que al igual que el tabaco o el c\u00e1ncer, la burocracia mata mediante el temido s\u00edndrome de la ventanilla.<\/p>\n