\u00a0\n<\/p>\n
Una encuesta realizada en Catalu\u00f1a sobre los estereotipos, concretamente sobre la imagen que los espa\u00f1oles tenemos de nosotros mismos, puso en evidencia que seguimos viviendo entre t\u00f3picos regionales. <\/p>\n
De los andaluces se dice que son alegres, exagerados y vagos; de los aragoneses que son testarudos; los gallegos, supersticiosos; los valencianos, hip\u00f3critas; los vascos, brutos y violentos, y los catalanes (que, por cierto, eran los que hab\u00edan contestado a la encuesta) se autocalificaban como cultos, inteligentes y modernos. <\/p>\n
El profesor Federico Javaloy ha publicado el resultado de este estudio en su libro "Espa\u00f1a vista desde Catalu\u00f1a", donde explica que pidi\u00f3 a 346 barceloneses que escogieron, de una lista de sesenta y cinco adjetivos, cinco palabras para definir a cada uno de los grupos estudiados: catal\u00e1n, vasco, gallego, aragon\u00e9s, valenciano y andaluz. En todos los casos el grupo m\u00e1s favorecido era el que contestaba la encuesta (el catal\u00e1n). Es decir, admit\u00edan los t\u00f3picos para las otras regiones, pero no en el caso de su propia regi\u00f3n.<\/p>\n
Los adjetivos m\u00e1s nombrados para los andaluces fueron: alegre (60%), abierto (44%), exagerado (38%), amante de su tierra (32%), chistoso (22%) y hospitalario (20%). Adem\u00e1s, las comunidades m\u00e1s diferenciadas de la andaluza eran la vasca y la catalana. Curiosamente hab\u00eda dos puntos de similitud entre andaluces y vascos: de ambos se dice que son borrachos (14% y 8%, respectivamente) y apasionados (8% y 10%).<\/p>\n
El contraste entre catalanes y andaluces es el m\u00e1s fuerte. Por ejemplo, en el caso de "cultos" (34% de los catalanes frente al 1 % de los andaluces), "trabajadores" (27% y 8%) y "ambiciosos" (27% y 5%).<\/p>\n
Despu\u00e9s de 25 a\u00f1os de estudios los estereotipos se mantienen estables en el tiempo y en el espacio, con la \u00fanica excepci\u00f3n del vasco debido, tal vez, a que el terrorismo ha empeorado el concepto t\u00f3pico que se tiene de ellos. En la encuesta que Jos\u00e9 Lu\u00eds Sangrador realiz\u00f3 en 1979 el vasco aparec\u00eda como "inteligente, pr\u00e1ctico y emprendedor". En 1986 Fernando Chac\u00f3n realiz\u00f3 otro estudio en el que se les defin\u00eda como "rudos, bebedores y testarudos". Finalmente, en este estudio de Javaloy salen las palabras "extremistas y violentos".<\/p>\n
Lo cierto es que detr\u00e1s de esta riqueza cultural est\u00e1, entre otros muchos factores, el clima. Las muchas horas de sol en el Sur favorecen la comunicaci\u00f3n en la calle y las habilidades sociales. Es el efecto de la selecci\u00f3n natural que se basa en la diversidad. As\u00ed, dentro de un mismo grupo se establecen variaciones, diferencias, diversidad, en definitiva, que nos enriquece. Sin embargo, en los cerebros donde predomina el sentimiento m\u00e1s primitivo de necesidad identitaria (pertenecer a un grupo) surge tambi\u00e9n el sentimiento nacionalista exacerbado, o el hincha de f\u00fatbol ultra o la religi\u00f3n fundamentalista. Es decir, el pensamiento extremo fruto de la mente m\u00e1s b\u00e1sica. Y es que, para ser europeo, no es necesario dejar de ser andaluz.<\/p>\n