No tiene otra connotaci\u00f3n el t\u00edtulo que la relaci\u00f3n con otra subida del pan que fue sonada. Es lo primero que me viene a la cabeza. Hoy ha llegado otra vez tarde el tren de cercan\u00edas que me devuelve del trabajo a casa. Lo de la puntualidad ferroviaria no tiene arreglo as\u00ed que les ahorro el comentario. He venido corriendo hasta el tabanco para escribir estas pocas l\u00edneas. Como me escaseaba el tiempo, ni siquiera me he detenido a hablar con la parroquia -que debe estar que echa chispas por la animada conversaci\u00f3n que tienen-; yo me he puesto a escarbar en los temas. Principalmente en las subidas que me anuncian y que me ti\u00f1en de negro el panorama.<\/p>\n
Por una parte, empieza el curso -es decir, algo nuevo, que siempre da esperanza-, y por otra, empieza calentito, porque las cosas no pintan claras. \u00a1Vaya oto\u00f1o caliente que nos ha llegado! Ser\u00e1 que el refr\u00e1n de que cuando marzo mayea, mayo marcea, se est\u00e1 constatando, en toda su amplitud, y como el verano ha sido benigno en calores, en todo tipo de calores, ahora parece que el oto\u00f1o se va a desquitar, por lo menos en algunos tipos de calores. Y aquellas serpientes de verano que nos han tenido entretenidos en las horas desiertas de aquel tedio estival, ahora se nos convierten en rinocerontes. Y, el tradicional ajuste de cintur\u00f3n de estas fechas va a ampliarse. Y la cuesta de la vuelta al cole no s\u00f3lo se empina sino que nos anuncia que \u00e9stos no son sino los primeros repechos de una subida que ni el Tourmalet.<\/p>\n
La hipoteca -71 euros m\u00e1s cara en Andaluc\u00eda- nos dej\u00f3 a la mitad sin vacaciones. Y que se lo pregunten a los indicadores tur\u00edsticos, \u00a1ver\u00e1n c\u00f3mo se ha notado! Ahora, para calentar motores de lo que se avecina nos anuncian que nos van a subir productos b\u00e1sicos como el pan, la leche, los huevos y hasta el pollo. Un 75 % dicen que ha subido la harina en un a\u00f1o… y le quieren echar la culpa al bioetanol. Lo que nos faltaba para que ese otro Mot\u00edn de Esquilache -que termin\u00f3 estallando con la subida del pan en 1766-, se repita en forma de pasoteo pol\u00edtico. Porque el ir de viaje en vacaciones, puede ser prescindible, comer, no.<\/p>\n
Y, para que me sepa mal el amontillado, que Felipe me sirve, recuerdo que el paro ha subido, que los jubilados andaluces cobramos 52 euros menos de media que los del resto de Espa\u00f1a, que el 30% de las inmobiliarias que operan en Espa\u00f1a van a cerrar en breve, que el turismo no ha seguido creciendo, que ya no es un chollo como antes, que no hay quien venda un piso… pero que nos van a seguir proclamando que seguimos creciendo. Por ejemplo, nos dir\u00e1n que la inversi\u00f3n extranjera aument\u00f3 un 73,3 % en los \u00faltimos diez a\u00f1os, pero lo que nadie nos cuenta es que precisamente en ese per\u00edodo ha visto reducido considerablemente su peso relativo en el total nacional. Es decir, que aunque nos digan que aumentamos, respecto al resto hemos disminuido de un 4,5 por ciento a un 3,1 por ciento. La realidad no es tan dulce como la pintan. Pues si el crecimiento -y ahora no me refiero al del precio del pan- fuera real, no seguir\u00edamos estando, despu\u00e9s de 30 a\u00f1os de gobierno aut\u00f3nomo en el mismo puesto en el que nos encontr\u00e1bamos entonces respecto al resto de comunidades, es decir, los \u00faltimos o los pen\u00faltimos. A ver si, ahora que vienen las elecciones y tendremos un curso calentito -quiz\u00e1s por aquello de que cuando el verano oto\u00f1ea, el oto\u00f1o veranea-, alguien deja de vender carteles publicitarios, se detiene un momento, que analice las cifras, y nos explique d\u00f3nde quiere llegar con todo esto, cu\u00e1l es el proyecto real y efectivo que se quiere para nuestra comunidad. Y los maquillajes que los dejen para el teatro.<\/p>\n
Y ya que el pan ser\u00e1 objeto de lujo y que a las vi\u00f1as las van a someter a un tercer grado, no s\u00e9 bien con qu\u00e9 fin, y este tabanco donde me refugio a predicar para el desierto, se muera de aburrimiento, que alguien venga, de una vez por todas, a llamarle al pan, pan, y al vino, vino.<\/p>\n