\u00a1Y yo que me las promet\u00eda felices! Aguantando los nervios y despu\u00e9s de una hora de atascos, dando vueltas y revueltas por las calles, vuelvo casi al principio de mi recorrido, con el freno harto de pisotones, la primera y segunda marcha estresadas, un cabreo de m\u00edreme usted y no me toque, y la adrenalina desbord\u00e1ndoseme por las orejas. Aparco donde puedo y me echo a andar. Iba yo a mi tabanco, a tomar una copa y celebrarlo con mi amigo Felipe, el tabanquero, y el resto de la parroquia, harta ya de comidas de empresas, de festejos varios y variopintos, que suben el colesterol y destrozan el h\u00edgado. Hab\u00edan aceptado la invitaci\u00f3n de este que les escribe, por aquello de celebrar las Fiestas. <\/p>\n
Pero, mire usted por donde, el tabanquito donde me voy a escribir y a compartir tertulias se encuentra en Jerez. Y, adem\u00e1s, en lugar c\u00e9ntrico. Y yo comprendo que para muchos de ustedes este matiz no signifique nada. Pero para los que sufrimos la perforaci\u00f3n simultanea de esta, que lo es, hermosa ciudad andaluza, coger el autom\u00f3vil y aventurarnos a conducir por ella es poco menos que querer emular -sobre todo en el temple y en presencia de \u00e1nimos- al mism\u00edsimo Indiana Jones. <\/p>\n
Pues bien, por fin, llego al tabanco. Cansado de andar, con los zapatos m\u00e1s empolvados que los de un alba\u00f1il, y con la sensaci\u00f3n de haber recorrido los muchicuantos metros obst\u00e1culos. Y me encuentro a la parroquia alborotada. M\u00e1s de lo mismo, y ni el esp\u00edritu navide\u00f1o los calma. El edil destituido est\u00e1 en boca de todos. \u00bfC\u00f3mo se le ocurre al ocurrente pol\u00edtico poner patas arriba toda la ciudad, emprender unas obras que bloquean el tr\u00e1fico, el comercio, el discurrir normal de la ciudad, y todo al mismo tiempo en los puntos neur\u00e1lgico. Y es que, como comenta Felipe, “es como si a m\u00ed se me ocurriera emprender a la vez las obras en mi cuarto de ba\u00f1os, en la cocina, en la habitaci\u00f3n de los ni\u00f1os, y en el patio trasero; vamos que del colapso toda la familia se me marcha a otro lado”. \u00a1Tiene sentido com\u00fan Felipe! Y, Antonio, con el nivel de nervios desbordado ya, porque acaba de llegar dos minutos antes, suelta el trapo y apostilla: “y es que a los pol\u00edticos les importamos muy poquito; s\u00f3lo nos necesitan para que pongamos su papeleta en la urna, de vez en cuando”. \u00a1Un poco exagerado. Quiz\u00e1s; como para empezar una celebraci\u00f3n navide\u00f1a! <\/p>\n
De vuelta a casa, sorteando obst\u00e1culos, en busca tambi\u00e9n del a\u00f1o nuevo que est\u00e1 al caer -ya habr\u00e1 ca\u00eddo cuando lean estas l\u00edneas-, me propongo no acabar con un panorama as\u00ed el 2004. Y, sobre todo, no echar a andar el 1 de enero, con un comentario como el de Antonio. <\/p>\n
As\u00ed pues, rescato en la memoria una imagen reciente. Me captur\u00f3 desde la pantalla de mi televisor y me machac\u00f3 recurrentemente al d\u00eda siguiente en la prensa; y por mucho pesti\u00f1o y mucha pandereta, por muchas lucecitas de colores y por mucho Papa Noel repechando por las paredes en los balcones de mis vecinos no se me va de la cabeza. <\/p>\n
Arranco este primero de a\u00f1o con esta imagen. Tiene m\u00e1s calado del que parece. Es el grito, el clamor de muchos ciudadanos. Ser\u00e1 el texto central de mi anual carta a los Reyes Magos. Pilar Manj\u00f3n, declara ante la comisi\u00f3n parlamentaria por los atentados del 11-M. El discurso es impecable. Supera como puede el nudo que le ahoga la garganta; traga con valent\u00eda las l\u00e1grimas que asoman a sus ojos. Y es que hoy ya no est\u00e1 el hijo con el que celebr\u00f3 el a\u00f1o nuevo pasado. Arroja encima de la mesa de sus se\u00f1or\u00edas el n\u00famero de muertos, los cientos de heridos. Los mira de frente y les dice algo as\u00ed como “d\u00e9jense ustedes ya de cachondeo” o “esto no es una broma, que se trata de seres humanos que ya no est\u00e1n”, “no utilicen ni a mi hijo ni a los hijos del vecino para sus peleillas pol\u00edticas”. Literalmente: “No utilicen de manera sistem\u00e1tica a nuestros heridos y afectados -y mucho menos a nuestros muertos- como culpables de la derrota electoral de algunos o billete de triunfo de otros”. “Venimos a reprocharles como diputados y, por lo tanto, como representantes del pueblo […] sus actitudes de aclamaci\u00f3n, jaleos y v\u00edtores durante el desarrollo de algunas comparecencias en esta comisi\u00f3n, como si de un partido de f\u00fatbol se tratase. De lo que se est\u00e1 hablando se\u00f1or\u00edas, es de la muerte y de las heridas de por vida padecidas por seres humanos que nos han llenado de desolaci\u00f3n y amargura en el mayor grado posible. \u00bfDe qu\u00e9 se re\u00edan, se\u00f1or\u00edas? \u00bfQu\u00e9 jaleaban? \u00bfQu\u00e9 vitoreaban en esta su comisi\u00f3n?”. “Son ustedes mi parlamento […] cuando a\u00fan no me hab\u00edan dado el cad\u00e1ver de mi hijo, yo fui a votar”. <\/p>\n
A ver si se enteran y dejan las peleillas de patio para los m\u00e1s peque\u00f1os. Porque la exigencia de Pilar Manj\u00f3n, de los familiares de las v\u00edctimas, de todos los espa\u00f1oles que tambi\u00e9n el 14 de marzo fuimos a votar no es otra que \u00e9sta: “Tienen ustedes la obligaci\u00f3n de hacer que los ciudadanos de este pa\u00eds, con su consenso, estemos seguros”.<\/p>\n
Y, para empezar el a\u00f1o, me quedo con la imagen de todos, digo todo, repito todos, un\u00e1nimemente en pie, aplauden a Pilar Manj\u00f3n. Una ciudadana, que ha pagado demasiado caro, el poder sentarse delante de sus se\u00f1or\u00edas -que tantos discursos nos hacen a los dem\u00e1s- y decirles de frente lo que pensamos todos. 2005: los ciudadanos en el centro de atenci\u00f3n. Queridos Reyes Magos, no s\u00e9 si pido un imposible, lo que estoy seguro es de que pido un augurable. <\/p>\n
jfelixbellido@yahoo.es<\/em><\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" \u00a1Y yo que me las promet\u00eda felices! Aguantando los nervios y despu\u00e9s de una hora de atascos, dando vueltas y revueltas por las calles, vuelvo casi al principio de mi recorrido, con el freno harto de pisotones, la primera y segunda marcha estresadas, …<\/p>\n","protected":false},"author":2,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[1],"tags":[],"wps_subtitle":"","_links":{"self":[{"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/832"}],"collection":[{"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/2"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=832"}],"version-history":[{"count":0,"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/832\/revisions"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=832"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=832"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/www.agendaempresa.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=832"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}