Andaluc\u00eda, de cara al 2004<\/b><\/p>\n
Cualquier an\u00e1lisis del actual momento econ\u00f3mico de Andaluc\u00eda nos lleva a subrayar la fortaleza y la capacidad de respuesta de un tejido productivo que, por encima de las dificultades heredadas y pese al contexto global de desaceleraci\u00f3n, ha sabido durante la \u00faltima d\u00e9cada generar crecimiento y empleo de forma ininterrumpida y con mayor intensidad que las econom\u00edas de nuestro entorno. Lo que Espa\u00f1a crece en tres a\u00f1os Andaluc\u00eda lo hace pr\u00e1cticamente en dos, mientras que los registros del mismo periodo en la Zona Euro Andaluc\u00eda los iguala en tan s\u00f3lo a\u00f1o y medio.<\/p>\n
Las perspectivas para 2004 parecen apuntalar esta tendencia en la que se asienta la convergencia real de nuestra comunidad, con unas previsiones de crecimiento en torno al 3,4% (seis d\u00e9cimas m\u00e1s que lo calculado para el conjunto de Espa\u00f1a; 1,4 puntos por encima del la UE) y un alza del 3% en el empleo, que supondr\u00e1 la creaci\u00f3n de 75.000 puestos de trabajo netos. Y, tambi\u00e9n, con algunos matices novedosos e interesantes: si a lo largo de los \u00faltimos a\u00f1os han sido nuestros dos sectores estrat\u00e9gicos, la agricultura y el turismo, los que han liderado la buena evoluci\u00f3n econ\u00f3mica, en 2003 ha comenzado a constatarse el despegue del sector industrial, con unos incrementos de valor a\u00f1adido que han aumentado su peso en el crecimiento total del PIB.<\/p>\n
Subrayar la importancia de estos datos no equivale, ni mucho menos, a afirmar que Andaluc\u00eda se encuentra en una posici\u00f3n de privilegio o que ha alcanzado sus metas de progreso econ\u00f3mico. Todos sabemos que no es as\u00ed, que el valor positivo de estos datos reside en la tendencia a la que apuntan y no en la situaci\u00f3n est\u00e1tica que puedan ofrecer en un momento determinado. Pero de esta foto fija y de las sombras que efectivamente proyecta -entre ellas la todav\u00eda insuficiente capacidad del mercado de trabajo para dar respuesta al vigoroso crecimiento de la poblaci\u00f3n activa- en ning\u00fan caso puede deducirse -como con tanta sospechosa insistencia se repite desde ciertos \u00e1mbitos- que Andaluc\u00eda siga sumida en los par\u00e1metros del subdesarrollo.<\/p>\n
Ni el triunfalismo ni el catastrofismo son buenos consejeros a la hora de analizar la realidad econ\u00f3mica y de afrontar retos como los que en estos momentos tiene planteados Andaluc\u00eda. Pero, si lo primero puede parecer un ejercicio est\u00e9ril, negar unos logros que son percibidos como tales por la gran mayor\u00eda de los andaluces y reconocidos por la generalidad de los analistas econ\u00f3micos, supone, directamente, despreciar dos factores de gran relevancia -acaso m\u00e1s psicol\u00f3gicos que econ\u00f3micos- sin los cuales no es posible entender el proceso de modernizaci\u00f3n de Andaluc\u00eda: la recuperaci\u00f3n de nuestra autoestima y el correlativo surgimiento de una cultura emprendedora que, cada vez m\u00e1s, se est\u00e1 situando como el eje del progreso econ\u00f3mico andaluz.<\/p>\n
Quiz\u00e1s el protagonismo que durante estas dos d\u00e9cadas ha tenido el necesario esfuerzo inversor p\u00fablico en materia de cohesi\u00f3n social e infraestructuras lleve a la creencia de que las pautas de modernizaci\u00f3n deben seguir marc\u00e1ndose desde arriba y de forma unilateral. Pero lo cierto es que, ante la perspectiva del segundo gran impulso de transformaci\u00f3n que nos aguarda, es la propia sociedad andaluza, y muy especialmente la empresa, la que comienza a asumir el peso de este objetivo.<\/p>\n
Los retos de la globalizaci\u00f3n econ\u00f3mica y de la nueva Sociedad del Conocimiento deben abordarse fundamentalmente desde abajo, pues incumben de lleno al entramado social. De ah\u00ed que la denominada Segunda Modernizaci\u00f3n de Andaluc\u00eda ofrezca un perfil distinto a la primera gran transformaci\u00f3n que han supuesto estas dos d\u00e9cadas de autonom\u00eda. Nuestra comunidad est\u00e1 creando un nuevo marco en el que el protagonismo de una sociedad que cada vez depende menos y emprende m\u00e1s se combina con la conformaci\u00f3n de un entorno institucional orientado a hacer de la educaci\u00f3n, la investigaci\u00f3n, la cultura y el talento creador los principales motores del avance econ\u00f3mico y social.<\/p>\n
Son estas realidades y estas aspiraciones las que, un a\u00f1o m\u00e1s, siguen reflejando los datos sobre la marcha de la econom\u00eda andaluza y sus perspectivas de futuro. El balance, a qu\u00e9 negarlo, tiene sus sombras, pero no estar\u00e1 de m\u00e1s recordar que en buena parte son producto de un pasado que Andaluc\u00eda est\u00e1 superando con el esfuerzo de todos. Las luces, por el contrario, remiten directamente al presente y al futuro, es decir, a la inequ\u00edvoca tendencia que marca nuestra convergencia real.<\/p>\n
Apoyar este proceso, alentando la iniciativa emprendedora y no rehuyendo los retos de adaptaci\u00f3n que se nos plantean, seguir\u00e1 constituyendo, en consecuencia, la prioridad del Gobierno andaluz. Coincidiendo con el debate en torno a la Segunda Modernizaci\u00f3n, la legislatura que ahora finaliza ha marcado una importante reorientaci\u00f3n del papel de la Junta: por fortuna, nuestra acci\u00f3n ya no se dirige \u00fanicamente a suplir carencias, sino tambi\u00e9n y de manera muy significativa a impulsar posibilidades. No es una afirmaci\u00f3n ret\u00f3rica; los presupuestos para 2004 ofrecen un dato muy significativo al respecto: la pol\u00edtica de I+D, Innovaci\u00f3n y Sociedad del Conocimiento es la de mayor incremento de todas las recogidas en la cuentas andaluzas para el pr\u00f3ximo a\u00f1o.<\/p>\n
La tendencia, en definitiva, no ofrece lugar a dudas. Ni de los datos macroecon\u00f3micos, ni de la perspectivas para 2004, ni de la propia determinaci\u00f3n de la sociedad, ni del compromiso del Gobierno andaluz pueden deducirse motivos para el pesimismo. Cierto es que nos queda mucho por recorrer y que quiz\u00e1s debamos apretar m\u00e1s el acelerador (como han expresado los m\u00e1s de 300.000 andaluces que han participado en el debate de la Segunda Modernizaci\u00f3n), pero nadie podr\u00e1 negar que vamos, sin ninguna duda, por el camino adecuado.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"
Andaluc\u00eda, de cara al 2004
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