Si menciono la expresión “turismo profesional”, lo primero que nos viene a la mente es una referencia a la profesionalidad que es exigible a una empresa del sector turístico, ya sea un hotel, una agencia de viajes o la empresa que gestione todo el paquete completo para las personas que están de vacaciones. Porque la palabra “turismo” siempre ha ido unida a las vacaciones.

Pero quisiera referirme aquí a otra idea y hablar de otro tipo de turismo… el turismo profesional. Es decir, el de aquellas personas que dedican sus “vacaciones” a aprender, a formarse, a mejorar en su profesión. Parece una contradicción… si vamos de vacaciones es para descansar y desconectar del trabajo… pero, ¿cuántos autónomos, profesionales y pequeños empresarios consiguen realmente desconectar en sus vacaciones?

Según indican algunos estudios, solo un 5% de los autónomos se cogen un mes entero de vacaciones. Me pregunto si en ese mes consiguen realmente “desconectar” y olvidarse por completo del trabajo, de su empresa y su actividad. Mucho me temo que nunca lo sabré porque, por desgracia, no me encuentro entre ese pequeño porcentaje de privilegiados… pero incluso ellos dudo mucho que puedan desconectarse por completo de su actividad durante un mes entero.

Por esta razón vamos entendiendo mejor esa idea de que un profesional o empresario busque durante unos días compaginar el hecho de tomar distancia de su empresa y de su entorno para aprender y mejorar en su actividad, conociendo la experiencia que tienen en lugares distintos otros profesionales de su sector. Por ejemplo, grupos de empresarios ganaderos franceses que se desplazan a Andalucía para conocer las explotaciones ganaderas en el sur de España; o estudiantes de una universidad americana que quieren conocer granjas avícolas y porcinas de Andalucía, a la vez que se interesan por la normativa europea sobre bienestar animal.

Son casos reales en los que se compaginan las visitas profesionales con visitas culturales en los lugares próximos. De ese modo, aquellos ganaderos franceses que vienen a conocer la dehesa andaluza y su ganadería conocerán también la gastronomía de Córdoba y su Mezquita… por poner un ejemplo.

Se abre así una nueva visión de las vacaciones y del turismo. Porque el turismo no es solo playa, montaña y ocio… Para algunas personas es también la oportunidad de aprender, de mejorar en su profesión con la experiencia de otros, a la vez que se toma distancia del día a día y de la rutina.

En muchos casos, tomar distancia y conocer la experiencia de los demás nos ayuda a valorar nuestra propia actividad y la gestión de nuestra empresa, para no caer en el inmovilismo y la inercia. Un profesional nunca deja de aprender, y en cualquier negocio hay que tener la mente abierta para mejorar y crecer.

Por otro lado, se potencia también la colaboración y las alianzas entre empresas y profesionales. Hay personas que miran con recelo a otros compañeros de profesión sin darse cuenta de lo que pueden aprender de ellos. Hay que quitarse esa venda de los ojos, ser más humildes, defender los intereses comunes y aprovechar lo positivo que te puede aportar la experiencia de los demás.

En los negocios también hay que salir a explorar… y avanzar con compañía es más gratificante que hacerlo solo.

 

Mercedes Sampedro Mercedes WEB

Abogada

 

 

Artículo incluido en el número de junio de la revista Agenda de la Empresa