Las empresas se encuentran en una situación compleja asociada a la existencia de una gran oportunidad de transformar sus productos y modelos de negocio mediante la implantación de nuevas tecnologías asociadas al uso de datos, de algoritmos predictivos y de identificación,…; pero con el riesgo de que esta oportunidad se pueda convertir en una amenaza si no tienen capacidad para aprovecharla.

La digitalización y uso del dato requiere conocer cuáles son sus posibilidades y limitaciones y, además, una vez definida una estrategia para “poner los datos a trabajar”, hay que implementarla de forma eficiente, incorporando aquellas herramientas que mejor se adapten a cada caso, ya que soluciones one fits all (una solución vale para todo) no son realistas.

Por tanto, en el contexto actual, incorporar soluciones en torno al mal llamado Big Data implica redefinir la estrategia completa de la compañía y de cada uno de sus procesos de negocio y operaciones, y estructurar un camino de adaptación o cambio a un nuevo contexto.

Y es en este proceso de identificación y evaluación de opciones, y en su integración en la compañía, donde las empresas encuentran una limitación significativa: no se puede plantear esta transformación bajo una dirección básicamente técnica. Es la estrategia completa de la compañía la que se va a ver afectada. Y, por tanto, la tendencia de muchas empresas de dejar que el CIO, en base a su conocimiento y de forma independiente, defina el cómo, el cuándo y los porqués no es la opción más adecuada. Se requiere que la cúpula de la empresa, enfocando diversos ángulos de visión, estructure el proceso, y aquí nos encontramos habitualmente con que no disponen de personas con la formación necesaria.

En el mercado es posible encontrar perfiles técnicos cualificados, y cada vez surgen más posiciones asociadas a actividades ligadas al dato tales como “full stack developer, lead react native developer,…”, posiciones que nos resultan a muchos, extrañas, pero que responden a actividades nacidas bajo el marco de cambio en el que estamos envueltos.

Sin embargo, encontrar directores de operaciones, directores comerciales, o incluso directores generales, que dispongan de una visión propia de las posibilidades que se abren gracias a las tecnologías basadas en el uso del dato, o personal próximo a la dirección que pueda asesorar al respecto, es difícil, y crea un vacío en muchas empresas que les impide adaptarse de forma eficiente a un nuevo contexto digitalizado, y hacerlo a la velocidad necesaria.

Es en este campo en el que escuelas de negocio como la EOI suponen un apoyo fundamental para la empresa, al combinar en programas como el de Big Data & Business Analytics, una formación técnica rigurosa con la visión de negocio que siempre acompaña a dicha escuela. En estos programas se forman personas procedentes de muy diversos sectores que incorporan a su experiencia profesional un conocimiento que les permite definir estrategias de transformación digital y estructurar planes de implementación.

Ricardo Arjona WEB opinion

Presidente de ec2ce

Profesor de EOI – Escuela de Organización Industrial

 

Artículo incluido en el número de julio-agosto de la revista Agenda de la Empresa