En el panorama digital actual que evoluciona a toda velocidad, las empresas se enfrentan cada vez más a la necesidad de implantar estrategias para poder gestionar y proteger los datos, sobre todo porque el ritmo al que crecen dichos datos no parece disminuir. IDC ha informado que las empresas tendrán 175 ZB de datos en 2025, lo que unido a un entorno altamente competitivo es la receta perfecta para un desastre empresarial.

Crear una base digital sólida y centrada en la disponibilidad de los datos será de vital importancia para el futuro de todas las empresas. Deben implantar estrategias eficaces de gestión inteligente de datos que les permitan tener acceso a los datos correctos en el momento justo y recuperarlos cuando se pierdan o sufran daños.

Construir empresas más inteligentes

El informe 2019 sobre gestión de datos en cloud de Veeam ha concluido que la mayoría de las empresas (73%) son incapaces de hacer frente a las demandas de los usuarios que reclaman acceso ininterrumpido a las aplicaciones y los datos; sin embargo, la mitad de las personas encuestadas (44%) considera que la gestión de datos es fundamental para el éxito de la empresa en los próximos dos años.

Para que las estrategias de gestión de datos funcionen bien, las empresas deben tener en cuenta cuatro componentes básicos que no solo engloban la tecnología sino que también incluyen al personal y a la cultura de datos de la empresa.

Componente 1: El auge de cloud

La gestión de datos en cloud, una parte intrínseca de la gestión inteligente de datos permite que los datos estén disponibles en toda la empresa. Independientemente de si se trata de un enfoque híbrido, en cloud o multicloud, los líderes reconocen las ventajas: desde la fiabilidad y flexibilidad a los costes competitivos y la seguridad de datos. Cloud les permite gestionar y ubicar datos allí donde aporten el mayor valor.

Una empresa puede acumular grandes cantidades de datos, pero si no es capaz de almacenarlos de forma eficaz y de asegurar que estarán disponibles para los usuarios de la empresa, acabarán siendo un problema en lugar de un activo. Almacenar los datos mediante un proceso que sea fiable y que se pueda gestionar tiene una correlación directa con la estabilidad de la empresa y mejora la capacidad de previsión y la toma de decisiones informadas. 

Componente 2: Las capacidades importan

Los líderes empresariales informaron que invertirán una media de 41 millones de dólares para implantar tecnologías que ayuden a trasformar sus operaciones en los próximos 12 meses. No obstante, en el caso de tecnologías como backup, recuperación en caso de desastre y protección de datos, para obtener el impacto comercial esperado, las empresas tienen que invertir también en el talento, ofreciendo a sus empleados las herramientas y la formación que necesitan para mejorar sus destrezas, con el objetivo de poder gestionar con éxito los nuevos programas.

El resultado del cambio digital está inherentemente relacionado con el nivel de capacidad tecnológica de su base de usuarios. La mejora y actualización de las destrezas digitales de los empleados va a ser clave para el éxito de las empresas, que no deberían pasar esto por alto a la hora de destinar los recursos necesarios. Después de todo, son los empleados los que hacen que la empresa tenga éxito. 

Componente 3: Una cultura impulsada por los datos

Una cultura corporativa debe estar interesada en la innovación y apoyar la introducción de nuevas tecnologías, así como acelerar el proceso de la trasformación digital.

A medida que las empresas avanzan dentro del proceso de trasformación, su cultura tiene que centrarse más en los datos. Las empresas ya generan enormes cantidades de datos, pero no es cuestión únicamente de recopilarlos, es necesario gestionar, analizar y usar estos datos para poder tomar decisiones informadas de forma más rápida y eficaz. La responsabilidad de transmitir esta forma de pensar recae en los puestos de alta dirección, un liderazgo que parta desde el nivel más alto y descienda hasta el último nivel de personal debería demostrar la relación comercial y cómo la tecnología permite encontrar información que dará como resultado mejores servicios y productos. 

Componente 4: La confianza es fundamental

El nivel de confianza en la capacidad de una empresa para hacer frente a los retos digitales aumenta de manera lógica a medida que dicha empresa progresa en la transformación digital. Sin embargo, los riesgos potenciales también aumentan.

Cuando se siguen las recomendaciones de los tres primeros componentes la empresa, los clientes y los partners disfrutan de un poco de tranquilidad. Unos cimientos digitales fuertes se consiguen al invertir en soluciones sólidas, escalables y flexibles para dar respuesta a los problemas clave para la misión, al tiempo que se asignan recursos para mejorar las destrezas internas.

Nunca había sido tan importante como en este momento maximizar el valor de los datos y las empresas que han dado el paso hacia la trasformación digital y se esfuerzan por ser negocios más inteligentes tienen que estar seguras de que sus datos estarán disponibles siempre que sea necesario. La tecnología, el personal, las nuevas capacidades y una mentalidad impulsada por los datos son lo que permitirá avanzar a la nueva generación de disruptores e innovadores del sector.

 

Dave RussellDave Russell Veeam

Vicepresidente de estrategia empresarial

Veeam