Bankia ha cerrado los nueve primeros meses del año con un beneficio neto atribuido de 575 millones de euros, con un descenso del 22,6% respecto al mismo periodo de 2018, debido al menor resultado en la venta de las carteras de renta fija (ROF) y al repunte de las provisiones asociadas a la aceleración del ritmo en la reducción de dudosos.

De esta manera, por el lado del negocio puramente bancario o core (margen de intereses más comisiones menos gastos), el resultado ha alcanzado los 946 millones de euros entre enero y septiembre, mostrando un avance del 0,7% respecto al mismo periodo del año pasado gracias a la buena evolución de la actividad comercial y al impacto positivo de la contención de costes, en un contexto de mercado marcado por nuevas rebajas de los tipos de interés.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha destacado que la entidad cuenta con un “fuerte dinamismo comercial, el mayor de los últimos años, medido tanto por el aumento de nuestra base de clientes como por el incremento en la comercialización de productos de mayor valor añadido”.

Nuestro balance continúa reforzándose a través de un importante esfuerzo de reducción de activos improductivos, lo que nos sitúa en una excelente posición para cumplir nuestros compromisos del Plan Estratégico para el próximo año”.

En este sentido, Goirigolzarri ha subrayado que “nuestro balance continúa reforzándose a través de un importante esfuerzo de reducción de activos improductivos, lo que nos sitúa en una excelente posición para cumplir nuestros compromisos del Plan Estratégico para el próximo año”.

“Este esfuerzo de mejora de calidad de balance ha sido compatible con un nuevo ascenso en nuestro ratio de capital, que alcanza ya el 13%, situándose a la cabeza de los grandes bancos españoles”, ha asegurado el presidente de Bankia.

Por su parte, el consejero delegado, José Sevilla, ha indicado que el empuje comercial “nos ha permitido mantener estable el margen de intereses, lo que, unido a la reducción de costes, ha dado lugar a un nuevo crecimiento del resultado core del banco y a una mejora de la ratio de eficiencia”.

Por el lado de los márgenes, el de intereses ha sumado 1.520 millones de euros entre enero y septiembre, un 1,4% menos que un año antes. La entidad avanza en la estabilización del margen, que en el tercer trimestre del año se ha situado en 502 millones, con un alza del 1,5% sobre igual periodo del año pasado.

En cuanto a los ingresos por comisiones, se han mantenido estables durante los nueve primeros meses del año y han alcanzado los 796 millones de euros, con una buena evolución interanual de los ingresos en medios de pago (+9,6%) y en activos bajo gestión (+3,4%).

Además, el margen bruto se ha situado en los 2.546 millones de euros (-5,9%), mientras que los gastos de explotación se han reducido un 2,3% en los primeros nueve meses del año, hasta los 1.370 millones de euros, fruto de la materialización de las sinergias generadas tras la integración con BMN.

El margen bruto de clientes ha cerrado el tercer trimestre del año en el 1,63%, por encima del 1,51% del mismo periodo del 2018, y la ratio de eficiencia de la entidad se ha situado en el 52,3% en el tercer trimestre del año.

Por su parte, la dotación a provisiones y otros resultados han totalizado un gasto de 384 millones de euros acumulado hasta septiembre (+14,5%), que está asociado al coste de las ventas de carteras de crédito y al deterioro de activos no financieros.