En los últimos 18 meses se está produciendo un crecimiento exponencial de los robots denominados RPA que están impactando enormemente en la forma de operar en los negocios. RPA (Robotic Process Automation) es una tecnología software que opera sobre los sistemas de una compañía como lo haría un humano.

Los robots RPA se suelen clasificar por su ubicación y por su modelo de interacción. Así, podemos hablar de robots de front-end, que se instalan en el escritorio del usuario y suplantan o complementan su actividad. Un ejemplo sería un asistente que ayuda a un humano a buscar información, completar formularios, operar aplicaciones y responder al cliente. Por otro lado, los robots de back-end trabajan en los servidores que sirven a las aplicaciones (analizan y gestionan facturas recibidas en PDF o aquellos que tramitan pedidos, entre otros). Respecto al modelo de interacción, se denominan robots desatendidos a aquellos que no necesitan ninguna atención del humano, mientras que robots atendidos interactúan con el usuario haciendo parte de su trabajo (recomendando, ayudando, resolviendo tareas mecánicas, etc.).

El valor de la robotización para el negocio es evidente desde el momento que consideremos la ratio de coste x actividad. El robot es capaz de ejecutar más operaciones en menor tiempo, en jornadas completas 7×24, sin formaciones ni rotaciones, sin descansos y libranzas. Los proyectos de robotización suelen tener un ROI medible en semanas (8-10 semanas) y, por tanto, con un fuerte impacto en los resultados. Igualmente, la robotización impacta en otros parámetros no menores: mejora en la calidad del dato, no interpreta subjetivamente la operativa, no requiere formación, genera informes automáticamente, entre otros aspectos.

La implantación de mecanismos de RPA genera mucha controversia sobre el valor del trabajo de las personas. Sin duda, el foco principal de la robotización es la reducción del coste de las tareas de bajo valor, en lo que existe una fuerte similitud con la situación ocurrida durante la revolución industrial respecto a la mecanización de la industria textil: los puestos de trabajo evolucionaron hacia puestos de mayor cualificación.

La realidad es que el mercado de los RPAs está creciendo exponencialmente, duplicando cifras de actividad cada año, y se espera que siga haciéndolo en el corto plazo. La cuestión no debe estar en el cuándo los implantaremos en nuestra empresa, sino en el cómo lo haremos. Cuestiones como cuál debe ser el papel de las unidades de negocio y el nivel de intervención de las áreas de tecnología, son frecuentes objeto de debate. Un buen modelo de gobierno debe definir el marco de trabajo: tecnología a usar, modelo de desarrollo, modelo operativo, y modelo de soporte. Debemos asumir que los RPAs se desarrollan de forma evolutiva, cubriendo progresivamente la cadena de valor. Se requieren ciclos completos de desarrollo: análisis, desarrollo, pruebas, implantación y soporte, costes que no debemos olvidar al hacer nuestros casos de negocio.

Ésta es la clave del éxito de la implantación de los RPAs. Y haremos bien en prepararnos para ello. Curiosamente, ¡hay una gran escasez de perfiles técnicos para la robotización! En el Máster de Transformación Digital de EOI-Escuela de Organización Industrial ofrecemos las claves de negocio y tecnológicas para acometer con éxito la estrategia de implantación de los RPAs.

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Álvaro Paricio García

Grupo MásMóvil / B2B Processes & Automation

Profesor de la EOI – Escuela de Organización Industrial*

Artículo incluido en la revista de diciembre de Agenda de la Empresa