Después de más de 25 años a turnos de forma personal -y muchos más en familiares y amigos- y estando ya en la mitad de estas entrañables fechas, me encuentro en la necesidad de felicitar especialmente a esa importante parte de la sociedad que trabaja todos los días, todas las horas y todos los minutos del año.

En ella están incluidas personas de los ámbitos más diversos que podamos imaginar como personas del sector sanitario, Fuerzas de Seguridad y muchos más. Yo, por deformación profesional, no tengo más remedio que acordarme de lo que he vivido, y vivo, personalmente que es el sector industrial.

Cuando se habla de “las fábricas” en general las personas que no son del sector, o que no tienen familiares directamente implicadas, se imaginan unas grandes instalaciones llenas de tubos, silos, filtros, válvulas, paneles de control y chimeneas… pero muy pocos se acuerdan que dentro hay miles de personas trabajando que representan a miles de familias. Y no hablo sólo de las personas “de plantilla”, sino de todas las empresas y personas que se implican para que todo salga bien.

Y eso es necesario que sea así para que sigamos teniendo a nuestra disposición en cada momento electricidad para iluminar nuestros belenes, árboles, hornos y vitrocerámicas; gas para calentar nuestra agua de las duchas y baños; agua potable para beber, cocinar y lavarnos; cobre para transportar esa agua y esa electricidad; producir y transportar combustibles para desplazarnos a ver a nuestros familiares o que aquellos que tenemos hijos u otros familiares trabajando muy lejos puedan coger un avión y abrazarnos en estas fechas; fertilizantes para que los agricultores produzcan alimentos para esta población cada vez mayor; medicamentos tan necesarios cada día; gases industriales para nuestros hospitales y nuestra vida cotidiana aunque no nos enteremos… y tantas cosas más.

Y eso es gracias a esas personas –el 85% del personal industrial trabaja a turnos- que cenarán algo en Nochebuena o se tomarán las uvas -si el proceso en ese momento lo permite- con sus compañeros y no con sus familias. Que harán unos Reyes extraños porque el del turno de mañana levantará a los hijos a las 5 de la mañana para poder verles la cara antes de irse al trabajo, y el de noche dormirá solo un poco antes de que lo despierten los gritos infantiles que dan paso al peregrinaje de visitas a abuelos y otros familiares.

Y todo ello se lleva con orgullo porque trabajar en el sector industrial es trabajar en un sector indispensable hoy día que paga dignamente, que tiene el mayor porcentaje de contratos indefinidos y que más se gasta en investigación y en formación, por ejemplo.

Por todo ello, vuelvo a manifestar mi reconocimiento y agradecimiento a todas esas familias – porque cuando un alguien está a turnos es la familia entera quién está a turnos porque se condicionan viajes, fines de semana, amistades, etc.- que sacrifican mucho para que los demás podamos seguir viviendo como nunca antes vivieron los seres humanos en toda su Historia. Gracias y Felices Fiestas, las que quedan y las que vendrán.

 

Rafael E. Romero

Gerente de AIQBE