En la Asamblea General de Caja Rural del Sur (CRSUR) del mes mayo, donde se aprobaron las cuentas generales del año 2018 con 47,6 millones de euros de beneficio antes de impuestos -el segundo mejor resultado en la historia de la entidad- ya adelantaba ante nuestros socios cooperativistas que en este ejercicio del 2019 que ahora termina, el ‘modus operandi’ seguiría siendo el mismo: la coordinación de esfuerzos, la conjunción de objetivos y la preparación de nuestro equipo para mejores éxitos. Mejorar día a día para seguir avanzando, para seguir creciendo. Y eso es en lo que nos hemos empeñado todos los que integramos la CRSUR.
Cuando se cierre definitivamente el ejercicio del 2019 estaremos ante un resultado en la historia de Caja Rural del Sur que se ha basado en los mismos principios y que se ha ceñido conforme a las líneas del Plan Director y Estratégico aprobado por el Consejo Rector.
Desde que asumimos la responsabilidad de dirigir la entidad, entendimos que era esencial implementar un nuevo enfoque y diseño de una CRSUR, más moderna y atractiva, ampliando nuestros fines de negocio y, en definitiva, respaldando y definiendo la ruta que nos llevará a un mejor futuro para los miles de socios, empleados y clientes de nuestra Cooperativa de Crédito.
De igual manera quiero destacar el papel del Comité de Dirección, porque, evidentemente, las cosas no son por casualidad, y han puesto especial atención en buscar modos de optimizar nuestros recursos, nuestra imagen y competencias.
En este camino hemos tenido, casi de forma paralela, la fructífera evolución de nuestro Grupo Caja Rural, de ámbito nacional.
Han sido 28 años donde la creación de las sociedades participadas (Rural Servicios Informáticos y Seguros RGA), la constitución del Banco Cooperativo Español y la Asociación Española de Cajas Rurales, ha evolucionado hasta constituir el MIP del Grupo Caja Rural, un sistema de protección privado que a buen seguro nos permitirá tener un mayor conocimiento de nuestras entidades, anticipándonos y gestionando las situaciones que podamos ir encontrándonos, teniéndolo todo debidamente controlado, pero sin entrar en colisión con la gestión independiente y autónoma que confiere nuestro modelo a cada una de las Cajas Rurales que lo componemos.
Ocupa Caja Rural del Sur, además, una posición de liderazgo en este armazón del cooperativismo financiero español en razón a su sólido balance, la solvencia que la sitúa entre los cinco primeros grupos financieros del país y nuestra participación activa en los órganos de gobierno y dirección.
De esta forma, podemos decir que en conjunto nos sentimos más grandes porque estamos presentes en la práctica totalidad del territorio nacional con esta fórmula de éxito, siempre que nos esforcemos en trabajar de manera coordinada y efectiva desde el seno del Grupo. Porque la banca cooperativa debe tenerse muy presente, ya que se ha desvelado como un sistema sólido y solvente que ha sabido navegar con suficientes dosis de prudencia por medio de la dura crisis de los últimos años en nuestro país, sin necesidad de contar con ninguna ayuda del erario público.
¿Qué nos espera el 2020? Por nuestra parte, vamos a seguir abriendo el zoom de nuestra visión comercial, de nuestro enfoque sectorial y empresarial, poniendo especial atención a la definición de nuestras herramientas y su optimización para asegurar la rentabilidad de cada una de nuestras acciones, en el más amplio sentido de la palabra. Sin olvidar el contexto global, la incertidumbre de un Gobierno estable en España, las guerras comerciales en los mercados internacionales y la aplicación desde el 1 de febrero del Brexit.
Como en cada tiempo, siempre hay dificultades, inquietudes, pero también enormes oportunidades. Pero no debemos dedicarnos necesaria y únicamente a competir, sino a colaborar y cooperar para hacer una sociedad más justa y próspera en todos sus aspectos.
José Luis García-Palacios Álvarez 
Presidente
Caja Rural del Sur
