Durante sus más de treinta años de historia, AIQBE se ha caracterizado por la búsqueda de la mejora continua y la eficiencia de un sector clave dentro del tejido empresarial onubense: el industrial. Desde su constitución, en 1975, como Asociación Sindical de Industrias para la Protección del Medio Ambiente (ASIMA), AIQBE ha luchado por constituirse como un actor clave dentro de esta relación bidireccional entre industria y sociedad, sirviendo de engranaje entre el desarrollo económico de Huelva y la búsqueda de las mejores condiciones sociales para sus vecinos. En estos casi 45 años, la conjugación de estos dos objetivos ha concentrado el mayor de los esfuerzos por parte de la Asociación, abordando numerosos retos que, con la ayuda de las diferentes entidades locales y con el apoyo de la ciudadanía, hemos conseguido alcanzar.
Hoy, alcanzados y superados muchos de los objetivos que nos marcamos desde su creación, cuando nuestra actividad supone el 20% de la producción industrial en Andalucía, con una facturación de 9.575 millones y un impacto de 1.845 millones para la provincia de Huelva dando empleo a más 4.354 personas durante el último ejercicio de 2018, el reto al que nos enfrentamos a las puertas de 2020 es, si cabe, el más importante al que la Asociación se haya enfrentado desde su fundación.
La adhesión a los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la Organización de las Naciones Unidas en la Agenda 2030 supone para AIQBE un desafío al que hacemos frente con la mayor ilusión. La consecución de un mundo más sostenible y con menos emisiones no puede ser menos que una obligación para todos los que desarrollamos nuestra actividad en la industria. No en vano, las empresas asociadas de AIQBE controlan 79 puntos de monitorización de emisiones, 33 puntos de monitorización de vertidos y se realizaron 78 inspecciones externas durante 2018. Gracias a este control, hemos podido constatar que la actividad de nuestra industria cumple con los estándares europeos más estrictos y ha logrado una reducción de todas las emisiones gaseosas con respecto a 2017, así como de los residuos y los vertidos y el consumo de energía de proceso.
Estos datos, lejos de llevarnos a la autocomplacencia, solo deben servirnos de guía y como motor de superación para los años venideros. El cuidado de nuestra tierra, de un paraje tan emblemático como son las Marismas del Odiel del Tinto y de la Ría de Huelva, es responsabilidad de todos. Por eso nos esforzamos día a día para incorporar las mejores prácticas, formando a nuestros empleados y modernizando paulatinamente todos nuestros sistemas de producción. Prueba de este compromiso son las adhesiones al Consejo Empresarial para el Desarrollo Sostenible y al Pacto por la Biodiversidad.
Además, las empresas de AIQBE también promueven y desarrollan una importante labor de formación y educación ambiental dirigida a diferentes agentes sociales del entorno, entre las que destacan la restauración, conservación, mantenimiento y gestión de la Laguna Primera (Palos de la Frontera), Marismas del Odiel y Dunas del Odiel; el impulso del programa de educación ambiental para escolares y otros colectivos “Marismas del Odiel”; la celebración del Día Mundial de los Humedales y del Medioambiente, o las actividades “Escuela de Exploradores” y “Mi marisma, mi escuela”, con las que se pretende acercar nuestra biosfera y fomentar la educación ambiental a los más pequeños.
En AIQBE sabemos que promover la educación y proteger nuestro entorno van de la mano. Por eso, la concienciación ecológica de nuestros jóvenes y la protección de nuestra biodiversidad a través de acciones sostenibles, seguirán siendo las líneas a seguir para todos los que apostamos por el mejor futuro de Huelva.
Carlos Ortiz Beviá
Presidente de AIQBE