Si analizamos por un momento gran parte de las previsiones de tendencias en comunicación (y marketing, especialmente digital) de los últimos años, comprobaremos como, invariablemente, se repiten una y otra vez y, si acaso, hasta con denominaciones diferentes.

El hecho en sí es llamativo, nada más, y se sintetiza de una manera muy fácil: avanzar en ética y transparencia; aprovechar las innovaciones tecnológicas constantes y analizar, medir y evaluar permanentemente cualquier acción y sus resultados.

Sí, así enunciadas, son tres propuestas de valor tradicionales y comunes a cada mes de diciembre. Una especie de “buenos deseos” recurrentes y positivos que estructuran las estrategias recomendadas o, simplemente, las previsiones genéricas para el nuevo año. Siendo así, hagamos un ejercicio con ellas para mirar a 2020.

En primer lugar, el contexto. Ganan por mayoría los análisis que predicen que los “cisnes negros” -al gusto anglosajón- se multiplicarán gracias al clima -incertidumbre-; su carácter -transversal-, y su dimensión -global-.

Las incertidumbres, políticas y económicas, son realidades, diversas y compartidas, en los cinco continente y ello condiciona la comunicación y su ejercicio, pero sin olvidar los fundamentos.

  • Avanzar en ética, transparencia…(y respuesta). Seguimos adentrándonos en una era donde cada vez es más difícil identificar las fake news de todo tipo y condición, con los riesgos que conlleva para las instituciones y las empresas. Por ello, el único camino es el comportamiento ético y transparente a la hora de contar lo que hacemos y porqué lo hacemos, y… hacerlo a tiempo y con total normalidad. Sea con los medios de comunicación, sea con las “conversaciones” en medios sociales (no olvidemos que en las redes, como institución o empresa, adquirimos la condición de medio de comunicación), sea con la atención al cliente.
  • Aprovechar las innovaciones tecnológicas constantes. Los contenidos audiovisuales se afianzan paulatinamente como canales. El vídeo y la voz para la comunicación en general y los chatbots y asistentes virtuales para la atención a clientes. Según una encuesta de Spiceworks, citada por LLYC, el 40 por ciento de las empresas americanas de más de 500 empleados habrán incorporado chatbots o asistentes virtuales a finales de este año. Eso sí, buscando el contenido realmente de interés en los formatos de vídeo y voz y cuidando al máximo el entrenamiento de los chatbots.
  • Analizar, medir y evaluar permanentemente. Imprescindible hacerlo para cualquier acción o iniciativa por nimia que parezca. Desde dentro, porque no podemos olvidar que una estrategia de comunicación interna tiene incluso mayores exigencias y hacia fuera. Todo se debe analizar, todo se puede medir y todo se tiene que evaluar. Y los datos, más allá de la precisión en sus procesos de automatización, requieren al final lecturas rigurosas y desapasionadas para obtener los mejores resultados.

Y a estas tres grandes tendencias recurrentes, hay que sumarles -aunque ya se han apuntado en lo que se refiere a la actitud- lo instrumental:

Iniciativa: hay que ser proactivos y tomar la iniciativa antes de que otros la tomen, tal y como decía el viejo principio, “si no cuentas lo que haces, otros lo harán por ti”.

Capacidad innovadora: la creatividad es una cosa y las ocurrencias son otra. Es fundamental practicar en modo prueba y error, sí, pero con sentido. La excentricidad mal entendida es un peligro reputacional.

Visión estratégica: hoy más que nunca, los tiempos requieren tener una visión lo más amplia y precisa de lo que ocurre.

Feliz año y a por él.

 

Francisco J. Bocero Francisco Bocero WEB

Gerente de Dircom Andalucía

@PacoBocero

 

Artículo incluido en el anuario de la revista de enero de Agenda de la Empresa