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Revista de marzo de Agenda de la Empresa
Escuchamos todos los días en la prensa el mensaje alarmista de que la Inteligencia Artificial va a transformar la economía profundamente desempleando a muchos trabajadores y creando monopolios.
Analicemos el impacto que tendrá la IA desde varios puntos de vista, a nivel macro y a nivel micro de la economía.
A nivel macro, la IA se podría describir como una máquina de realizar predicciones de forma barata y masiva, permitiendo a las organizaciones tomar más y mejores decisiones, y automatizar algunas de ellas. Las necesidades de predicción aparecen en cualquier sector de la economía, desde la agricultura hasta las finanzas, siendo la IA una tecnología completamente horizontal con posibilidad de transformar cualquier aspecto, igual que lo hizo en su día la informática. La IA automatiza y potencia las decisiones incrementando la productividad.Si consideremos la economía como un gran conjunto de tareas productivas, la IA permite automatizar algunas de estas tareas impactando en la demanda laboral y en el reparto de la riqueza. Este impacto se puede observar en diferentes niveles:
- Sustitución, cuando la IA reemplaza algunas tareas del tejido productivo.
- Potenciación, cuando permite aumentar el valor de las tareas realizadas por humanos.
- Inversión del capital, es decir, inversión para hacer las tareas mas productivas incrementando la demanda de trabajo con dichas capacidades.
- Creación, lo cual se refiere a la creación de nuevos trabajos de desarrollo e implantación de la IA en cada sector.
Si observamos los cuatro niveles, el balance neto del trabajo puede ser positivo o negativo, en función de cómo se apliquen las políticas del uso de la IA en la empresa. Una política correcta lleva a un incremento neto del trabajo, mientras que una escasa visión en la implantación de la IA llevará a una disminución de los puestos de trabajo. Para incrementar la productividad, la inversión en IA debe ir acompañada de inversión en infraestructura, en adaptación de competencias y en actualización de los procesos de negocio. Estas inversiones deben tener como objetivo el aumento de valor de activos intangibles basados en datos, información y conocimiento. En contraste con otros activos tangibles como hardware o edificios, éstos son difíciles de proteger respecto de la competencia, dado que son fáciles de imitar y vender.
A nivel micro, la IA aporta también la capacidad de encontrar patrones en los datos de forma más sencilla, por ejemplo detectar máquinas de producción funcionando bajo condiciones no ideales acortando la vida útil, segmentando clientes con preferencias similares, detección temprana de actividades fraudulentas en sector financiero y energético, detección temprana de enfermedades en sector salud, etc. Esta capacidad unida con la potencia de la predicción permite mejorar las decisiones operativas y bajar los costes de producción y mantenimiento, mejorando la competencia en el mercado. De forma que la adopción de la IA en las empresas creará nuevas empresas y cambiará los modelos de negocio de las actuales.
En Cibernos, estamos aplicando la IA en áreas como el mantenimiento predictivo en Industria 4.0 apoyándonos además con IoT y Blockchain para desarrollar soluciones a medida, partiendo de plataformas software que permitan un “time to market” muy corto de las soluciones propuestas. En proyectos para atención personalizada, como el buzón de atención a empleados, la solución de asistentes virtuales chatbot para la Agencia Tributaria, y en campos como la automatización de procesos, por ejemplo, operaciones masivas de terminales para Orange, creación automática de contratos, así como procesos de carga masiva de contratos desde la red comercial para Vodafone o en la clasificación automática de facturas. Todo ello en entornos de alta complejidad.
Alejandro Revuelta
Smart Solutions Director
SPEC – Smart Project Excellence Center Cibernos