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Revista de abril de Agenda de la Empresa
Superar los complejos desafíos a los que se enfrenta el mundo requiere de una acción transformadora y de la adopción de principios de sostenibilidad que contribuyan a que en 2030 estemos más cerca de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Desde el sector agrario somos plenamente conscientes del carácter central que tiene nuestra actividad en este reto, en el que la agricultura andaluza hace ya algunos años que se inició.
De hecho, la consecución de un modelo de intensificación sostenible basado en el desarrollo de buenas prácticas agrarias que incorporen tecnologías que satisfagan, de manera respetuosa con el medioambiente y la biodiversidad, las necesidades alimentarias para una población mundial creciente y, al mismo tiempo, aseguren la rentabilidad de las explotaciones, es un elemento central en el trabajo diario de ASAJA.
Uno de los más claros ejemplos de la visión estratégica que desempeña el sector y de sus avances en la consecución de los ODS es la apuesta en la que el sector en general y ASAJA-Sevilla en particular está embarcado desde hace ya casi 20 años: la implantación y generalización de la agricultura de conservación a través de numerosos proyectos nacionales y europeos. El más reciente de ellos es el proyecto LIFE Agromitiga que, coordinado por la Asociación Española de Agricultura de Conservación (AEAC.SV), trata de aplicar buenas prácticas agrícolas frente al cambio climático mediante la integración de estrategias de mitigación y adaptación.
Tanto la FAO como la propia Comisión Europea sitúan la protección del medioambiente y la lucha contra el cambio climático entre sus prioridades, y esta última señala que la futura PAC fomentará y apoyará prácticas agrícolas adaptadas al cambio climático, y ha situado la sostenibilidad en el centro de sus políticas y medidas. Una de las ideas de base es que la concesión de ayudas a las rentas de los agricultores estará condicionada a que se implanten prácticas medioambientales y climáticas que sean a su vez referencia para otras prácticas voluntarias más ambiciosas.
En este contexto, tanto el proyecto LIFE Agromitiga como su predecesor el proyecto LIFE Climagri están plenamente alineados con los principios y acciones que la FAO propone para alcanzar los ODS desde la agricultura y la alimentación. Ambos proyectos, fruto del diálogo intersectorial y multidisciplinario entre agricultores, técnicos, científicos e instituciones políticas, han demostrado la viabilidad de las medidas de mitigación y adaptación que se han puesto en marcha en la red europea de fincas colaboradoras, y han puesto también de manifiesto que es posible reducir emisiones y aumentar la capacidad del suelo como sumidero de carbono, al tiempo que se aumenta la eficiencia de los recursos hídricos y la resiliencia de los cultivos mediante la puesta en marcha de estrategias de escape al estrés hídrico y a las altas temperaturas.
En esta línea irán las medidas e iniciativas nacionales e internacionales que se desarrollen en los próximos años en todo el sector agrario andaluz, español y europeo, con el objetivo declarado de mejorar la sostenibilidad de la actividad agraria y su papel para combatir el cambio climático.
Es fundamental que el diseño de estas nuevas medidas parta de un enfoque realista y se haga con una metodología “ganadora” (win-win) que garantice el futuro de los agricultores y ganaderos al mismo tiempo que proporciona servicios esenciales para la alimentación y el bienestar del conjunto de la sociedad.
Ricardo Serra Arias
Presidente de ASAJA-Andalucía