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Revista de mayo Agenda de la Empresa

 

Que el turismo es un sector indispensable para la economía y el PIB de nuestro país es un hecho innegable. Solo en 2019 más de 83,7 millones de personas eligieron nuestro país como destino turístico. Por eso precisamente, una situación como la actual crisis generada por el COVID-19, que está castigando especialmente al sector turístico, ha hecho saltar todas las alarmas y nos debe hacer reflexionar sobre las herramientas de las que disponemos para hacerle frente.

Durante los últimos años la tecnología ha transformado la industria turística por completo y en todos sus aspectos. Un ejemplo visible de esto ha sido la digitalización de los contenidos: nada más comenzar la epidemia se multiplicaban las visitas virtuales a museos, monumentos y otras atracciones a través de Internet. En este sentido, la realidad nos demuestra que existen numerosas tecnologías que están avanzando ha- cia un Turismo Inteligente, en el que el poder y la influencia de las nuevas tecnologías es cada vez mayor dando lugar a un turista empoderado.

El turista actual es una persona hiperconectada que utiliza la tecnología, sobre todo a través de su dispositivo móvil, para resolver prácticamente todos los aspectos de su viaje. El check-in de los hoteles, compra de tickets para las atracciones turísticas, aplicaciones de geolocalización y buscadores de ocio son solo algunos ejemplos. En este sentido las herramientas de Cloud Computing permiten agilizar los procesos y optimizar la gestión de los servicios turísticos.

Además, conocer al turista de forma personalizada, su comportamiento y sus gustos, será fundamental para poder aportar valor a su viaje.  En este sentido las herramientas de Big Data pueden conseguir una segmentación real y efectiva. Este conocimiento permite que las instituciones culturales y turísticas puedan conocer mejor al turista y segmentar y mejorar su oferta por ejemplo a través de aplicaciones con elementos de personalización.

Por otro lado, la simbiosis entre lo real y lo virtual está cada vez más presente a través de herramientas digitales como la Realidad Virtual y Aumentada o conceptos como la gamificación que permiten no solo incorporar un componente lúdico a la visita, sino potenciar la observación de lo real, herramientas especialmente efectivas para el turismo cultural.

Por último, la planificación del viaje, que es ya una práctica asentada, va a aumentar su importancia en este contexto de pandemia. El visitante va a tener más claro a dónde quiere ir, qué cosas quiere ver y cómo. Evitar las aglomeraciones y colas, conocer de antemano cómo acceder a las atracciones turísticas o qué piezas de un museo se quieren visitar serán acciones habituales para sentirse más seguros a la hora de hacer turismo. En este sentido, la autonomía que da la tecnología va a ser un aspecto que el turista tendrá muy en cuenta: una guía turística virtual o una audioguía descargable en tu propio dispositivo serán prácticas habituales a la hora de visitar un museo o una ciudad, sobre todo a través de conceptos como las tarjetas ciudad.

Estamos convencidos de que serán aquellos destinos, instituciones y empresas que sepan combinar estas tecnologías y evolucionar para mejorar la experiencia del visitante las que mejor sabrán responder a la grave crisis a la que se enfrenta el sector.

 

Guillermo Laseca Guillermo Laseca WEB opinion

Coordinador Internacional

GVAM