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Revista de mayo Agenda de la Empresa

 

Cuando hablamos de tecnologías disruptivas, debemos aclarar que son tecnologías que rompen con lo ya establecido. Por lo tanto, adaptarse a un nuevo tiempo será todo un reto para el sector del turismo ante la crisis económica derivada de la crisis sanitaria del coronavirus.

Un nuevo horizonte tecnológico podría tener un impacto positivo en el turismo español, el sector que más riqueza aporta a la economía española con 176.000 millones de euros anuales, que representan el 14,6% del PIB y genera 2,8 millones de empleos.

Ahora bien, la situación incierta provocada por la pandemia del COVID-19 hace imprevisible prever cómo será la resiliencia del turismo español, en general, y del turismo rural, en particular. No debemos olvidar la brecha digital que afecta a cientos de municipios rurales españoles.

La adaptación a los nuevos tiempos se verá sin duda condicionada por el acceso a la banda ancha, a las nuevas tecnologías de la comunicación y a Internet, que actualmente no es factible en numerosos municipios rurales.

En estos días de confinamiento, toda la población ha sido consciente de que sin tecnologías es imposible el teletrabajo o que los niños y universitarios sigan su curso académico. El gobierno debe tomar cartas en este asunto para evitar una nueva discriminación para los habitantes del medio rural y el desplome de la economía, donde el turismo es una pieza fundamental.

Turismo y nuevas tecnologías son grandes aliados. Aplicaciones móviles, visitas virtuales, uso de redes sociales o sistemas de compra online son recursos que mejoran la experiencia del turista.

Por tanto, si imaginamos un nuevo horizonte en el sector del turismo, éste tiene que contar indispensablemente con las nuevas tecnologías, y cada vez con mayor empuje. Servirán para mejorar la crisis del sector y el panorama futuro, que se presenta incierto, pero que sin duda deberá contar con las TIC como herramientas de potenciación.

Desde AMFAR trabajamos para facilitar la incorporación de las mujeres rurales a la actividad económica en la que el turismo juega un papel crucial.

El turismo rural tiene la capacidad de dinamizar el territorio poniendo en valor todos los recursos que ofrecen las zonas rurales, tan variados y tan ricos como la naturaleza, el medio ambiente, la cultura, la historia, la gastronomía, la agricultura, la ganadería, la pesca o la caza.

Las mujeres rurales deben ser partícipes de los beneficios que genera el sector turístico y en el que pueden encontrar una salida laboral. En el progresivo avance de las mujeres en la conquista de la igualdad de oportunidades, AMFAR es el trampolín que facilita la formación, el asesoramiento o la orientación a un emprendimiento que les de independencia económica, genere empleo y fije población.

Y es en el turismo donde las mujeres tienen grandes posibilidades. Si conseguimos este objetivo, estaremos próximas a conseguir otro gran reto: combatir la despoblación.

Las mujeres son la pieza angular para devolver la vida y el dinamismo al mundo rural español. Para ello, son imprescindibles políticas efectivas de desarrollo rural dirigidas a los que viven en los pueblos, esencialmente mujeres, jóvenes y que ayuden a hacer más competitivos los sectores económicos de los que dependemos.

Además, hay que trabajar en garantizar el acceso a los servicios sociales, a las nuevas tecnologías, al empleo de calidad y a la incorporación de mujeres y jóvenes a la actividad, si realmente queremos llenar de vida nuestra España vaciada.

 

Lola Merino Chacón Lola Merino Chacón WEB opinion

Presidenta Nacional de AMFAR

Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural